Acabo de llegar de un festivale musicale en el que he visto opiáceos de todo tipo ejercer multitud de efectos en los sentidos, pero si este trailer llega a salir un par de días antes me lo habría llevado conmigo para proyectarlo en el Jumbotron, porque The Unfinished Swan es una mierda buena, muy muy buena…
Tan solo de pensar en la mecánica de juego a uno ya le puede entrar un agobio de tres pares de huevos. ¿Ceguera blanca? Si, por favor. Eso es lo que le sucederá al pequeño Monroe, protagonista de nuestra historia, un huerfanito que se verá inmerso en un escenario blanco nuclear (nu-ce-lar) en el que tendrá que abrirse paso a golpe de brochazos negros para atisbar el paradero del cisne que presidía la pintura más bonita de su madre. Toma toma…
Desde luego el proyecto se sale de lo habitual tanto en mecánica como en planteamiento, posicionándose en ese grupo de producciones pseudoindie (recordemos que aunque en un principio era una cosa artesanal y de 4 colegas, Sony ha inyectado una buena cantidad de pasta para que el juego lo pete al máximo, ayudando a crear Giant Sparrow y tal…) como Limbo o Journey, aunque me atrevería a decir que aquí la bizarrada va un paso más allá.
Sea como fuere, tras 4 años mareando la perdiz, perdón, el cisne, la cosa parece que ya está a punto de caramelo, y tras cuatro años de desarrollo podremos disfrutar de las tres horillas de pegar vueltas y bolazos de pintura que nos ofrece la prometedora obra de Ian Dallas. Me veréis jugando a esto antes que al Black Ops 2, eso ni lo dudéis.
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