La magia inspirada en el mundo de Hogwarts llega a este MMORPG para consolas y PC. Veamos qué tal le ha ido con el análisis de Citadel: Forged With Fire.
Tras varios años en un Early Access en Steam, llega la salida oficial para PC, PlayStation 4 y Xbox ONE de este curioso MMORPG basado en los mundos de magia, donde podremos crear a un mago a nuestro antojo y ser los dueños de todo lo que nos rodea. En este análisis de Citadel: Forged With Fire, desentrañaremos algunas de sus virtudes y defectos.
Lo cierto es que Citadel: Forged With Fire es un MMORPG con todas las de la ley que trata de añadir esa fórmula especial al género magia mediante. Si tu sueño siempre ha sido ser el colega de Harry Potter, puede que aquí no encuentres exactamente colegios ni magos malvados carentes de nariz, pero magia y poderes mágicos vas a tener por doquier.
Porque uno de los puntos fuertes del título es la ingente cantidad de poderes mágicos a nuestro alcance. Con el nivel y los materiales necesarios, podremos desbloquear hechizos de todas las formas y colores. Desde poderosos hechizos basados en elementos como el fuego, hasta hechizos que nos harán movernos más rápido e incluso volar.
Magia potagia
Los hechizos se dividen en cuatro grandes apartados que recogen los hechizos de ramas similares, por así decirlo. La manera de usarlos será “fabricando” estos hechizos y aplicándolos a nuestras armas. Porque sí, podremos usar varitas al más puro Ronald Wesley, pero también podremos lanzar nuestros hechizos a través de un hacha o cualquier otro arma que nos hayamos fabricado.
Y es que en Citadel: Forged With Fire podremos (de hecho, debemos) construir y fabricar cosas. Como en todo MMORPG que se precie, tendremos misiones bastante coñazo de recolectar materiales para que nos expliquen como fabricar un objeto. Así pues, fabricaremos armas y ropas que podremos encantar. Cabe destacar que cuanto mayor sea el poder de un arma, mayor será el hechizo que lances, así que no te limites sólo a las varitas y prueba una espada como Aragorn manda.
En cuanto a la construcción, podremos construir estructuras muy variadas, pero sin duda las más sorprendentes serán los castillos. Se puede decir que la motivación principal del juego es la de construir un imperio a base de aliarnos con otros jugadores y de crear imponentes estructuras. Claro que, pese a lo grande del mapa, no hay sitio para todos, y puede que un clan enemigo quiera ocupar el territorio en el que has levantado tu castillo y te lo vuele por los aires. Habrá que esperar, no obstante, a ver cómo la comunidad apoya el juego y cómo se van desarrollando estas posibles guerras.
Dracarys
Algo que resultará realmente útil para destruir estructuras enemigas serán los dragones. Sí, leéis bien. Como si de la mismísima Daenerys Targaryen se tratase, la que no arde y rompedora de cadenas, podremos montar a lomos de un dragón y meterle fuego a ese castillo que el irritante vecino tuyo a levantado, tapándote las buenas vistas que tenías. Eso sí, antes de llegar a domar un dragón tendrás que pasar por algo menos ambicioso y glamuroso, como un águila o una escoba. La Nimbus 2000 no se encuentra entre ellas, lo siento.
Por cierto, algo a tener en cuenta es la muerte. Estamos ante el Dark Souls de los MMORPG… no, es coña, pero lo cierto es que sí se hereda una dinámica directamente de las sagas de Miyazaki. Así pues, cuando muramos en nuestras mágicas aventuras, todo nuestro equipo se quedará en la zona en la que hayamos fenecido hasta que vayamos a recuperarla. Así que ya sabéis, cuidado con amochar.
Porque lo cierto es que el juego en los primeros compases puede hacerse algo difícil, ya que deberemos hacer frente a criaturas como lobos o jabalíes armados con armas o magias muy básica. Esto, claramente, nos va a dificultar las recolecta inicial de objetos, pero qué le vamos a hacer…
Servidores y gráficos
Por suerte, el juego cuenta con servidores privados. Pese a ser un juego orientado y mucho más disfrutable en su faceta online, podremos jugar en un servidor propio y alterado en el que modifiquemos las normas. Es decir, podremos elegir aspectos como la dificultad o la velocidad a la que obtenemos experiencia, haciendo que todo vaya más rápido y sea más ameno.
Finalmente, en cuanto al apartado gráfico, estamos ante lo esperado en un juego de estas características. El juego no es que sea un portento gráfico para los estándares actuales, pero cumple, que es lo importante. A veces bonito, a veces feo, se preocupa por crear un mundo natural con diferentes biomas que amenicen nuestra experiencia. El juego, por cierto, pone los ventiladores de la PlayStation 4 a una velocidad que ni los juegos más punteros de la generación.