Regresamos a la tierra de las pesadillas y los retos imposibles con otra perspectiva en nuestro análisis de Ghosts ‘n Goblins Resurrection.
Seamos sinceros desde el principio. Ya hay un análisis de Ghosts ‘n Goblins Resurrection en GuiltyBit escrito por mi compañero Marcos Casal. En él argumenta cómo la filosofía que representa la franquicia se ha quedado anticuada, sin lugar en el mercado para un reto tan frustrante como este. Os recomiendo leerlo antes que este, es un buen análisis. Estoy de acuerdo en muchos puntos que destaca.
Sería fácil darle la razón, guardar el juego en la estantería y dejar que guardara polvo. No es el único analista que ha expresado esos sentimientos encontrados. Pero no puedo evitar mirar desde la distancia y preguntarme si esto es lo que merece el bueno de Sir Arthur. Así que aprovecho la llegada del juego a otras plataformas para asomar la cabeza, ver cómo está el percal y, sí, prepararme para sufrir.
Necesito un héroe
Es extraño pensar que hubo una época en la que la dificultad en los videojuegos había sido prácticamente eliminada en favor de aventuras más cinemáticas. No podemos hacer un análisis de Ghosts ‘n Goblins Resurrection sin reflexionar sobre por qué es tan difícil cuando no es lo que la mayor parte del público quiere.
La historia del buen Sir Arthur y los demonios invasores es predecible a más no poder. El caballero se encuentra un día desnudo en el campo, el infierno conquista su reino, te toca salvar a la princesa. Es la quinta vez que se repite la misma trama con los mismos conflictos y villanos. El problema al que lleva no hacer secuelas es que entonces te compararán siempre con las anteriores versiones.
La mayoría de jugadores no habrá tocado esas otras entregas, claro, pero el conflicto sigue presente. Ultimate Ghosts ‘n Globlins para PSP fue el punto álgido de estos remakes. Una relanzamiento de ese título sería fenomenal, igual que han relanzado el primer arcade, la versión de NES y la de SNES. Hacen falta nuevos desafíos, escenarios y jefes finales.
Esta es la mayor pega a la que nos enfrentamos en el análisis de Ghosts ‘n Goblins Resurrection. El juego debería haber apuntado por una secuela, no por otro reboot. No puedo evitar comparar el pasado con el futuro. Aunque, en ambos casos, se mantiene la esencia: Ghosts ‘n Goblins es dificultad.
Fresco para la noche
Nadie va a hacerle el camino más fácil al pobre Sir Arthur. Si aceptas la misión de salvar el reino vas a tener que ser fuerte, rápido y sobre todo valiente. El plataformeo es rígido, tu capacidad de movilidad está reducida por la armadura y tu capacidad ofensiva anda por los suelos.
Los niveles de Ghosts ‘n Globlins están pensados para poner a prueba tu paciencia y valor. Puedes ser bueno, pero la muerte es prácticamente inevitable. En otros videojuegos donde predomina la dificultad se ponen facilidades al jugador para que se acomode y supere a un ritmo concreto sus retos. Los desarrolladores en Capcom tienen otra filosofía: poner a prueba tu resistencia mental.
El número de niveles es bastante grande para lo que suele ser habitual en este tipo de juegos. Tenemos con nosotros siete zonas en nuestro camino, número que se duplica al sumar sus contrapartes oscuras. La mayoría están rescatados de las anteriores versiones del juego, e incluso así logran destacar con una particular personalidad por sus retos, mecánicas y estética.
Esto también es cierto para las versiones pesadilla de cada zona. Reutilizan el mismo lugar, pero el planteamiento es totalmente diferente en su progresión. Son niveles mucho más complicados y caóticos, sin tampoco ser necesariamente confusos.
Luchando contra toda probabilidad
Lo que sí se puede achacar a estas zonas de pesadilla de no cambiar lo suficiente es los jefes finales. Tanto en la versión corriente como en esta más difícil tenemos el mismo reto al final de cada fase, sin cambiar un sólo ápice. Su aspecto no varía, sus estrategias tampoco y quizás tengan algo más de resistencia frente a nuestros ataques.
Es un problema de doble base. Por un lado hace que se pierda esa sensación de total individualidad que los niveles pesadilla logran mantener sobre sus originales. Por el otro está la cuestión de la falta de una secuela y no otro reboot. Son los mismos jefes finales de las últimas décadas reciclados por quinta vez. Falta frescor en el planteamiento de estos.
El remedio que nos traen los desarrolladores en Capcom son las abejas umbrías. Estas hadas multicolor pueden encontrarse ocultas por el escenario y nos dan la oportunidad de aprender hechizos que lanzar en cualquier momento. Son el coleccionable que da algo de rejugabilidad a la experiencia y nos permite facilitar un poco el camino.
Suena bien de primeras, pero no hacen suficiente de por sí para transformar el juego. Los hechizos son demasiado caros para desbloquear. Conseguir uno más o menos deseado puede llevarnos dos partidas al completo, lo que se complica al destacar que las habilidades tardan mucho tiempo en recargarse y no tienen demasiada diferencias destacables entre algunas de ellas.
Su uso es situacional, quitando algunas destacadas como la recuperación de la armadura. En dificultades más elevadas puede ser un salvavidas, pero en las más bajas no hará nada más sencillo para los jugadores.
Mayor que la vida
Completar Ghosts ‘n Goblins Resurrection lleva lo suyo. Además de superar los catorce niveles tenemos para encontrar todas las abejas, los orbes oscuros y los muchos secretos ocultos en el reino. Cuando consigues terminar todo lo que te propone el título quedas satisfecho. Es un título que, si te engancha esa primera vez, volverás en el futuro para seguir superándote a ti mismo.
Es ahí donde mejor encajan los cuatro modos de dificultad. Ninguno de ellos facilita el acceso a un gran público, una falta que hay que echar en cara. Pero si regresas para mejorar como jugador vas a querer aumentar el reto. En cada uno de ellos tienes menos vida a tu disposición. Es una progresión lógica, especialmente al sumar que los propios niveles se vuelven más difíciles cuanto más los superas para mantener tu ritmo.
Si quieres facilitar tu camino siempre tienes la opción del multijugador a mano. El segundo jugador es un apoyo a Sirt Arthur capaz de usar magias y hechizos para facilitarnos el viaje. Es enriquecedor si cambias el mando con tu compañero de vez en cuando. Aun así, la experiencia real sigue estando en un único jugador.
Conclusiones
Este análisis de Ghosts ‘n Goblins Resurrection no va a intentar convencerte de que cambies de opinión si no te gusta lo que ves. No es un juego para cualquier tipo de jugador. Su nula accesibilidad sólo empeora su imagen, y sus esfuerzos no son suficientes para transformar la experiencia con respecto a las anteriores entregas.
Pero la verdad es que, por imperfecto que sea, no querría Ghosts ‘n Goblins de otra manera. Habría apuntado dirección a una secuela y desearía un port de Ultimate, desde luego. No quita que este sea un viaje memorable, distinguido y único en su especie. Ya no hay videojuegos así y cuesta recordar esos tiempos del pasado. Si con lo que has leído crees que es el reto que necesitas en tu vida es porque lo es.