Square Enix nos trae de nuevo a la vida uno de los juegos más extraños de la saga Mana. Os dejamos con el análisis de Legend of Mana.
Las historias fantásticas han sido siempre un punto común en el mundo que creó Square Enix allá por los 90. Final Fantasy, Chrono, Dragon Quest, Lufia y, por supuesto, Mana, son sagas que nos han dejado, cada una con su estilo, historias, personajes y vivencias muy memorables. Algunas imborrables. Hoy os traemos el análisis de Legend of Mana, una remasterización de una entrega un poco controvertida de la franquicia y que probó una jugabilidad con muchos cambio con respecto a sus predecesores.
A diferencia de los otros juegos, estas leyendas lo que hacen es contarnos pequeñas historias que van construyendo un mundo completamente vacío. Es como tener un liezo en blanco en el que nosotros podremos ir pintando poco a poco todo lo que en él pasa.
Además, Square Enix ha hecho un importante lavado de cara del juego mejorando gráficos, interfaz, banda sonora y algunos aspectos de la jugabilidad. El resultado es un título muy disfrutable en PlayStation 4 (o PlayStation 5), PC en Steam o Nintendo Switch, pero solo si sabes en lo que te estás metiendo. Y aquí, queridos culpables, es donde entramos nosotros.
Un juego distinto
Square Enix tiene de todo por ahí. Juegos como Final Fantasy son, a lo mejor, los que más conocemos y a los que más nos referimos siempre. Al fin y al cabo es casi el máximo exponente de los JRPG: lineales, épicos, fantásticos y con un desarrollo de los protagonistas bastante importante.
Sin embargo, la compañía japonesa, además de ganas de remasterizarlo todo y explotar sagas hasta la saciedad, tiene títulos que se salen de este canon de los JRPG. Entre ellos tenemos, por ejemplo, los juegos de la franquicia SaGa, con un mundo más abierto, una jugabilidad para nada lineal y un sistema de crecimiento basado en la probabilidad. Pues bien, este título concreto de la saga Mana también es una especie de excepción en medio de las linealidades japonesas.
Legend of Mana es un juego en el que no se cuenta una historia principal al uso, por así decirlo. Tenemos delante un juego en el que el mundo está en blanco y nuestro objetivo no es otro que completarlo. Nuestros pasos irán ubicando ciudades, mazmorras, parajes y caminos. Pero también personajes, tesoros y demás elementos de la trama.
Su desarrollo es, por lo tanto, muy abierto. Quizás no tanto como los SaGa que hemos comentado, pero sí que deja muchísimo campo a la imaginación. Eso, sumado al estilo narrativo de por aquel entonces, hace que el guión principal de la historia se pierda y se convierta en una sucesión de pequeñas historietas (o leyendas) que completan un mundo en construcción. Vamos, que te vas a perder mucho porque no hay un camino claro. Y eso no es típico en Square Enix.
Si sabes esto y aún así quieres jugar al juego ya tienes mucho camino ganado. Ser consciente de que no estamos en un título como Secret of Mana o Trials of Mana es esencial para enfrentarse a Legend of Mana porque (sí, podéis llamarme cansino) este no se parece en nada a sus predecesores.
Recordemos cómo se jugaba
Cuando analizamos una remasterización no solemos centrarnos en la jugabilidad a menos que se haya cambiado. Y en este caso no ha sido así. Estamos ante un juego que mantiene el sistema de juego con alguna que otra diferencia que se ha añadido solo para facilitar las cosas. Pero en esencia, es lo mismo que vimos en su día en la primera PlayStation.
Legend of Mana es un título para uno o dos jugadores. El jugador principal tomará el control del o de la protagonista y el secundario del acompañante de turno. Este no podrá hacer nada más que pelear y liarla en los mapas porque realmente no puede interactuar, comprar o mover la pantalla. Pero sí que puede dejar bloqueado al protagonista si no se mueve. Un bonito coñazo, culpables.
Ya juegues solo o con alguien (si juegas solo lo puedes poner en modo perrito faldero o automático), la jugabilidad no cambia demasiado. Conforme avancemos nos irán dando una serie de artefactos. Estos los podremos colocar en un mapa completamente vacío para ubicar una ciudad, un camino, una mazmorra o cualquier cosa que se le ocurra a Square Enix. Una vez lo coloquemos, ya se quedará allí para siempre.
Esto hará que poco a poco el mundo crezca y tengamos más opciones y sitios a los que visitar. Pero el único objetivo que tendremos será el de ir solucionando los pequeños problemas que se presentan en nuestro camino. Una hermana perdida, un monstruo en el camino, un tesoro perdido por encontrar… Cosas que le irán dando trasfondo al mundo conforme lo juguemos pero que nunca llegarán a la epicidad de una historia como las de las otras entregas.
Sí que es cierto que en algún punto confluirán y tendrán algo más de entidad, pero no es una «historia principal» gorda, por así llamarla. Como hemos dicho al principio, es una historia de historias.
En cuanto a los combates, no os voy a mentir, cuesta adaptarse. Incluso con dos jugadores, la cosa es muy caótica. No hay tutorial, no hay explicación y no hay introducción. Todo es a pelo (hasta la no-historia). Así que o eres un jugador de los de antes o te las vas a ver para avanzar. No serán una ni dos las veces que tendrás que dar vueltas por la ciudad o el pueblo para hablar en el orden correcto con las personas correctas, o si no no podrás avanzar con la historieta que tengas en ese momento.
Remasteriza esto, pero no eso
Si hay algo que llama la atención de este Legend of Mana es el trabajo que tiene detrás. Además de llegar en castellano (que ya es un logro importante), se le suman las mejoras gráficas que Square Enix le ha metido. El estilo cartoon de los escenarios le sienta de maravilla. Son detallados, coloridos y no desentonan en absoluto con el mundo que nos presentan: uno lleno de fantasía y de buenrollismo.
La música, de la mano de nuestra querida Yoko Shimomura, también se ha retocado y tenemos nuevas versiones orquestadas. Podremos escuchar las originales, claro está, pero no perdáis la oportunidad de echarle un oído a la nueva.
La interfaz también es nueva. Se ha adaptado a los nuevos formatos y se ha hecho más nítida e intuitiva. Navegar por los menús, incluso los circulares, no es complicado. Lo que a lo mejor os saca de quicio es que las cosas no están donde deberían estar. ¿A quién se le ocurre poner el menú de equipo «ahí»? (Ya lo entenderéis).
Viendo todo este despliegue, uno no deja de preguntarse el porqué de la decisión de dejar a los personajes (incuso los PNJ), los objetos interactuables y algunos elementos completamente pixelados como Square Enix los trajo al mundo la primera vez.
Sí, es cierto que hace más fácil saber a qué tienes que ir o con qué hay que interactuar. Pero a ver, que desentonan muchísimo. Una estética cartoon, perfectamente definida y detallada de fondo, y en primer plano un monigote con píxeles como puños y con menos animaciones que la cara de una Barbie… Al final te acostumbras, no voy a decir que no. Pero a ver, choca.
En cuanto al combate, no se ha tocado mucho. Yo me sigo liando a día de hoy con los controles, pero si quieres pasar de los combates siempre puedes optar por eliminar todo combate «no necesario» y disfrutar del mundo, las historias, y los nuevos entornos o la música. Pero bueno, ya sabes que eso de saltarse combates tiene un coste final…
Conclusiones del Análisis de Legend of Mana
Legend of Mana no es (ni fue) un juego para todos los jugadores. Tiene puntos comunes con el resto de la saga pero se salió demasiado del guión original. De hecho, el siguiente juego que salió volvió al esquema de los primeros, abandonando este mundo de historias que nos vuelven a presentar los chicos de Square Enix. Quizás no lo explicaron bien, quizás se tomaron demasiados porros cuando lo diseñaron… quién sabe. La cosa es que el juego salió así y hay que disfrutarlo así como es.
Ahora, si nos paramos a valorar la remasterización, la verdad es que es un buen trabajo. Mimado, detallado y sólido… aunque con elementos muy incongruentes como os hemos comentado. Seguramente es un título pensado para los más nostálgicos de la saga, ya que si tiras por el JRPG tradicional deberías probar con Secret of Mana o Trials of Mana antes que con este.
Ahora, si sabes todo lo que te dicho y quieres probarlo, adelante. El juego es precioso como ninguno, aunque lo cuente de una forma algo extraña. Al fin y al cabo, es una historia de historias.