Intentar explicar con palabras en este análisis de Super Mario Odyssey lo que es el nuevo juego del fontanero de Nintendo es imposible. Pero lo vamos a intentar.
A riesgo de que nos llaméis vendidos, fanboys o todo lo que se os pase la cabeza (menos guapos y esas cosas), poco se puede decir en un análisis de Super Mario Odyssey que no sean alabanzas. Y es que el juego de Nintendo consigue despuntar en todo, o casi todo lo que toca.
Estamos, sin duda, ante el mejor plataformas en mucho tiempo. Y un firme candidato a juego del año. Veamos hasta dónde llega. Pero llegue a donde llegue, ya os digo que el juego es de sobresaliente. Mínimo.
Se huele, se siente. Super Mario Odyssey es el nuevo Mario 64
Desde luego parece que Nintendo Switch está consiguiendo transportarnos de nuevo a esa época dorada de Nintendo 64. Primero con The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Ahora con Super Mario Odyssey y veremos a ver qué pasa con Xenoblade Chronicles 2.
Cuando coges el mando de Nintendo Switch, o la consola (si eres tan perro como yo que pasa de levantarse a ponerla en su base) y notar la magia del juego. Desde el primer momento empiezas a notar cómo las cosas están mimadas al máximo y cómo tienes ganas de saber qué mundo vas a visitar ahora. Pero con cada mundo llegan nuevas sorpresas. Nuevos elementos. Más modos de jugar y de explotar las habilidades de Mario y de Cappy.
Si a esto le sumas la cantidad de detalles que hay en el recorrido, los puzles, los secretos, las nuevas mecánicas, la banda sonora y las horas interminables de entretenimiento… poco más me queda qué decir.
Sensaciones que no habían aparecido con Super Mario Galaxy y su secuela (por muy buenos juegos que fuesen) las volvemos a notar ahora. Sí, un viejuno de taitantos como un servidor que escribe estas líneas. Uno que ya se emocionó con los de Super Nintendo y el mencionado Mario 64. Lo han conseguido. Y eso que no soy un gran fan del fontanero de Nintendo. O bueno, ex-fontanero.
Si esto no está mimado… nada lo está en este mundo
Lo que seguramente va a hacer que os enamoréis de Super Mario Odyssey va a ser la cantidad de detalles que vais a encontrar a su paso. No hablo de detalles gráficos, que también. Hablo de reseñas a los juegos más clásicos de la saga o a otros más modernos. Las jugabilidades originales, las más nuevas, y las adaptadas. Todo se mezcla en el Super Mario Odyssey para conseguir contentar a todos. Y vaya si lo hace.
Por poner un ejemplo que no os haga spoilers, las partes en las que jugamos en 2D dentro de las paredes. Seguramente te recordarán a las fases más retro de Super Mario Maker. E incluso tienen el detalle de dejarte el traje que lleves puesto en ese momento, pero trasladado a píxeles. Un grandísimo acierto.
Y ya que hablamos de trajes, no es que varíe la jugabilidad cada vez que te cambias. Pero darle este toque de personalización al juego es, desde luego, todo un acierto. Creo que en mi vida le he comprado tantos modelitos a un personaje de videojuego. Bueno, ni para mi mismo. Y no sé qué es lo más grave.
Pero como os digo, eso es solo un ejemplo de estos detalles que vais a encontrar. Reseñas, enemigos, plataformas e incluso escenarios y poses. Todo está medido para que este Super Mario Odyssey tire de nostalgia en su justa medida.
Jugabilidad a prueba de fallos
Super Mario Odyssey es un juego con una jugabilidad a prueba de elefantes torpes. El juego tiene una cantidad de movimientos espectacular, aunque muchos de ellos solo están al alcance de los más diestros. Y yo no soy uno de ellos.
Es increíble la cantidad de combos que se pueden hacer con apenas tres botones. Y si ya le sumamos la posibilidad de mover los joy-con, el espectro de movimientos es aún mayor. Lo que pasa es que uno es perro, ya os lo he dicho. Y juego en el modo portátil la mayoría del tiempo. Esto hace que para hacer determinados trucos en ese modo, tenga que destrozarme los dedos. Y eso no mola.
Hacer girar a Cappy, levantarlo o atacar en área son algunos de los ejemplos que me han hecho sudar sangre. Se pueden hacer con un mando normal. Sí. Pero es que es bastante engorroso y difícil. Así que no lo intentéis en el metro. A menos que queráis salir metiéndole leches a la gente con los joy-con.
Es quizás, el único punto negativo. Al tener la posibilidad de usar las dos jugabilidades, quizás deberían haber pensado más en esto. Pero bueno. Ya os digo que te puedes pasar el juego sin estas filigranas… aunque no conseguir todas las energilunas.
Conclusiones del Análisis de Super Mario Odyssey
Podría seguir escribiéndoos sobre todo lo que trae este Super Mario Odyssey, pero podría llegar a ser cargante. Os he dicho lo principal y lo que necesitáis saber para decidir si jugarlo o no. Es un juego mágico con una jugabilidad a prueba de balas. Mimado hasta la saciedad y con retos para todos los gustos.
Quizás sí que puedo decir que la dificultad de la «historia» principal es algo más sencilla de lo normal. Pero si buscáis un reto, id preparándoos, porque conseguir todas las energilunas no será nada fácil.
Eso sí, ya os podéis ir preparando para tener una experiencia gráfica llena de color y con una banda sonora muy pero que muy currada. No será moco de pavo lo que veréis por el camino.
En definitiva, un juego para fans y para novatos de Mario. Para todos, vaya. Y que nuevamente, vuelve a demostrar que Nintendo tiene una forma de hacer juegos que supera por mucho a lo que, de forma general, hay hoy día. ¿Habéis visto muchos parches para solucionar fallos de día uno? A que no. Pues no digo más.
Bueno, una cosa más. ¡Que lo juguéis!