¡Vikingos! ¡Bandidos! ¡Y un buen plato de shawarma! Todo eso y mucho más esconde el análisis de Swords & Soldiers 2 Shawarmageddon.
¿Pueden los shawarmas repetir tanto como un plato de lentejas? El equipo de Ronimo Games tiene un buen buche, por lo que su respuesta es no. Es así como el análisis de Swords & Soldiers 2 Shawarmageddon se ha ido cocinando a fuego lento hasta estar en su punto. ¿Demasiadas comparaciones culinarias? Es posible, pero nunca están de más.
Con Vickie el vikingo no pasaba nada de esto
Juntar a vikingos, demonios, persas y demases daría pie sin duda a un crossover más ambicioso que Infinity War, pero en este caso, no es así. Lo que es la historia de este título puedes pasarla bastante por alto, pues únicamente es usada como hilo para irte mostrando a las diferentes unidades de las que dispone el juego.
Conforme avanzamos por el mapa, estas se van desbloqueando y podemos dar rienda suelta a nuestro estilo. No hay, por tanto, mucho que decir al respecto. Todo ello lleva un tono de humor fresco, que hace ligera la experiencia, pero realmente no genera un interés demasiado grande. A fin de cuentas, aquí lo que importa es la ya mencionada jugabilidad.
Vikingos con vistas de empresarios
Vamos por tanto, a la chicha del juego. Básicamente, estamos ante un juego de estrategia en 2D con gestión de recursos. Disponemos de un dinero y maná determinado al inicio del combate, teniendo que decidir qué hacer con él ya desde los primeros segundos del juego.
¿Gastarlo primeramente en conseguir muchos jornaleros que se ocupen de recoger los tesoros que los dioses nos envíen? ¿Optar por formar un buen equipo de buenas a primeras? Las decisiones están a la orden del día, y lo cierto es que no hay ninguna correcta ni fallida. Aunque te pueden poner en un mayor o menor aprieto, claro está.
Y es que para obtener mercenarios en el campo de batalla y para desbloquear más de estos hará falta sus buenas cantidades de oro. Que como decimos, no es especialmente fácil de conseguir. En los primeros compases del juego, por ejemplo, se nos hizo bastante pesado el tener que esperar a que cayeran sacos de oro del cielo para tener algo decente.
Esto se palia ligeramente al avanzar un poco en la trama, pudiendo obtener elementos que te den oro automáticamente, aunque la cantidad es tan pequeña que más vale que no dependas sólo de esto. Esto se aplica al maná también, por supuesto. Con este podremos hacer uso de hechizos de lo más variopintos, que en nuestra opinión le dan un toque aún más interesante a los combates.
Todo ello conforma un conjunto bastante interesante en los juegos d eete tipo. Hay variedad, es dinámico y lo más importante: hay que pensar cada movimiento y ser ágil a la hora de reaccionar, aunque no lo parezca. Tiene todos los elementos para hacerlo interesante, especialmente si nos vamos al punto cúlmen como son los combates online. Contra otros jugadores todo tiene otro prisma de color. Nos han metido palizas casi siempre, pero de las derrotas se aprenden.
Las barbas y las trenzas están de moda
Si además de todo lo anterior le añadimos… qué sé yo, un estilo visual en 2D más que decente, el título hace que te fijes más en él. Los gráficos están bien, el diseño personajes contrasta con el de los fondos, destaca y está lleno de detalles. La variedad de los mismos también afecta a que el conjunto, en general, parezca positivo.
Los fondos y escenarios también siguen el mismo patrón. Aunque son más sosillos. Quizás sea debido al estilo de juego, y que los personajes ocupan casi todo el interés en pantalla, pero es que nos han parecido bastante repetitivos. Que sí, que tienen sus toques de color, pero es prácticamente lo mismo una y otra vez.
El sonido peca de lo mismo, pero tirando más a lo negativo. Se pasan totalmente por alto. Esto se aplica tanto a los diálogos como a los temas y efectos de sonido. Se repiten, son del montón, no generan interés… casi mejor que pongas algún tema mientras juegas.
Conclusiones del análisis
Swords and Soldiers II Shawarmageddon es un Tower Defense que cumple la mar de bien con los estándares del género. No nos podemos quejar en ningún momento de que nos hayamos aburrido con él, tanto por el humor del modo historia, como por su jugabilidad. El ofrecer también opciones para cambiar la dificultad es también de agradecer para aquellos que quieran conseguir las unidades rápido.
Eso sí, algún que otro error nos ha obligado a empezar una fase varias veces pues no nos dejaba completar el escenario al no mostrarse en su totalidad. Pese a ello, su conjunto lo hace un título interesante.