Dicen que a la tercera va la vencida, así que vamos a comprobarlo con el análisis de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III.
El hacer que las sagas mantengan su frescura es algo complicado, da igual si es en formato libro, película o videojuego. Y es que son muchos los factores que hacen que consideremos las siguientes entregas mejores o peores. Por ello, tras una segunda parte que nos dejó un tanto fríos… ¿Qué nos deparará el análisis de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III? Vamos a comprobarlo.
Erebonia, años más tarde
Antes de empezar, hagamos memoria: el primer título de Cold Steel nos causó muy buenas impresiones, tanto por la forma en la que contaba las cosas como por los buenos pilares sobre los que se construía el mundo. El segundo, por su parte, pretendía explotar eso un poco más allá, pero fracasaba en ello, tanto por el desarrollo de la trama, que no profundizaba demasaido, como por la sensación de repetición constante de ciertos eventos, dejando poco a la imaginación o a la sorpresa.
¿Y qué ocurre con esta tercera entrega? Pues que bebe mucho de sus predecesores. De hecho, podemos decir que la mayor parte del juego es un calco del primer título. Volvemos a tener las clases, el tiempo libre en una ciudad pequeña, eventos mensuales de prácticas en otros lugares del imperio… Todo ello desde un punto de vista diferente, claro, puesto que ya no somos alumnos, sino profesores.
Por su parte, del segundo tenemos, desgraciadamente, ese afán por repetir el mismo modus operandi para la resolución de los eventos, haciendo nuevamente que no tengamos sensación de peligro y que nos quedemos sin factor sorpresa durante dichos eventos. A lo sumo podemos tenerlo al pensar «¿Y ahora quién aparecerá?» Y ese es exáctamente el problema, que nos hacemos siempre la misma pregunta.
Pero lo más gracioso llega cuando, inesperadamente, pese a lo anterior, el juego sabe mantenerte atento a lo que ocurre. Sí, culpables, a pesar de sentirnos como en un bucle en lo que a estructura se refiere, la historia parece dar un paso adelante. Esto ocurre debido tanto al uso adecuado del estilo del primer juego, usando bien las bases del mundo que ha creado, como por la inclusión de detalles variados que enlazan con otros títulos de la franquicia, que hacen ver al mundo como algo orgánico, en el que no todo gira alrededor de Rean Schwarzer, por mucho que el juego en sí se empeñe en ello.
Logran con ello que te sientas nuevamente parte de la historia, de su región, y de los problemas de sus gentes. Y a esto ayuda tanto la historia principal como las misiones secundarias. Aunque, eso sí, tened en cuenta que el estilo anime sigue primando, por lo que muchos de los personajes son bastante cliché o darán pie a escenas muy gratuitas de sobra conocidas por los amantes de este arte japonés.
Dame minijuegos, dame cosas
A los Trails of Cold Steel hay que reconocerles una cosa: que con cada juego, en la parte jugable, siempre suman algo que los hace más interesantes. Y en esta ocasión no iba a ser menos. Pese a mantener las bases que lo caracterizan, han sabido darle los toques necesarios para que reluzca por si mismo.
¿Cómo se consigue esto? Pues simplemente tendríamos que mencionar un añadido: los BP. Estos se obitenen de la misma manera en que obteníamos antes los puntos para hacer ataques conjuntos. Es decir, explotando una de las debilidades de los enemigos hasta alcanzar un máximo de 5 unidades de esta medida.
Ahora, pese a que podemos hacer esos ataques conjuntos tan épicos, también podemos dar órdenes a nuestro equipo. Ojo, no órdenes al estilo «tú ve y ataca a ese bicho». Órdenes al estilo tácticas, que nos brindan efectos positivos varios, como mayor recuperación de CP, anulación del daño o la supresión de los tiempos de espera de las artes. Todo ello durante una serie de turnos previamente estipulados, dando una nueva vertiente táctica a los combates. Y creednos que se nota, en especial en los niveles de dificultad altos.
A esto sumadle los minijuegos ya conocidos, como la pesca o la cocina, y sumadle un nuevo juego de cartas que mejora el simple Blade de las anteriores entregas. Demasiadas horas me ha quitado, para qué engañarnos. Pero es que los juegos al estilo Tetra Master son demasiado adictivos.
El verdadero salto a PlayStation 4
En lo que a gráficos se refiere, mantiene el estilo de los anteriores juegos, con personajes y lugares llenos de detalles. Las ciudades parecen realmente vivas, y lo cierto es que entran ganas de visitarlas. Y, a pesar de que aún tenemos texturas algo pobres, y problemas con físicas (en especial en lo que se refiere al pelo y accesorios al interactuar con la ropa), el salto a PlayStation 4 se nota. Todo se nota bastante más pulido. Y detallitos absurdos, como el movimiento del personaje al correr, se ve más real. Ya no sólo mueve las piernas a cámara rápida. Ahora el ángulo es mayor, y se inclina lo suficiente como para que se vea humano y no algo robótico.
En cuanto al tema musical, la cosa podemos decir que ha dado un gran salto. Tiene temas MUY buenos, en especial en combates contra jefazos, donde nuevamente brillan con gran intensidad. Los actores de voz saben también mantenerse en su nivel, si bien los occidentales en muchas ocasiones suenan un tanto desganados, faltandoles fuerza en algunos momentos.
Conclusiones del análisis de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III
Tenemos un juego que vuelve a repetir fórmula para ganarse un hueco en nuestra estantería. En lo que se refiere a desarrollo y ritmo de la trama, no innova en absoluto, pero sabe mantener nuestro interés haciendo uso de los elementos que tiene a su disposición muy sabiamente. En conjunto, suma para ofrecer una mejor entrega para todos sus fans.