El planeta Gravos no se va a limpiar solo, y es nuestro deber recoger la basura. Veamos cómo ha ido la limpieza con este análisis de Willy Jetman.
El género del arcade shooter en 2D no es algo que se vea mucho estos días. Este tipo de juego que, además, se suelen mezclar con plataformas y un pixel art curioso, no abundan. Y aquí es donde entra nuestro amigo Willy, pues cumple estas tres cosas que he mencionado, aunque… ¿lo hace bien? Lo veremos con en este análisis de Willy Jetman.
Antes de entrar en materia, hay que destacar que el juego es del estudio español Last Chicken Games, afincados en Barcelona, y que hablamos de su primer juego. Desde luego no es algo baladí, pues no todos los días podemos ver videojuegos españoles debutar en las distintas plataformas actuales. Sin más, vamos al análisis.
Basurero galáctico
El planteamiento inicial es simple. Somos Willy, un basurero espacial que, equipado con un jetpack y armas se dedica a reciclar la basura de los distintos planetas. Acompañados de Gladys, nuestra nave, aterrizamos en el planeta Gravos, donde una movida chunga ha dejado el planeta hecho un cristo.
Por supuesto, el planeta no es amigable, y diversas criaturas que van desde peces voladores hasta dragones nos atacarán en cuanto nos vean. Pero… eso no será todo, ya que un mono un tanto curioso habrá aterrizado en el planeta, y hasta aquí puedo leer.
También, por supuesto, hay unos seres que habitan el planeta y están siendo atacados por robots, de los que nos tendremos que encargar. Todo esto desarrollado mediante unos diálogos muy amenos en los que destaca el humor y la relación entre Willy y Gladys, de lo más tronchante.
Con todas las cartas sobre la mesa, la trama se va desarrollando poco a poco mientras los giros de guión y la aparición de misterios se van aconteciendo a medida que avancemos por las distintas pantallas. No es una narrativa espectacular, claro, pero se agradece mucho los esfuerzos por contar algo.
Armas por doquier
Pero bueno, aquí hemos venido a jugar. Concretamente a disparar y saltar, que es lo principal que haremos. Podremos llevar dos armas equipadas a la vez, utilizables con distintos botones. Así pues, tendremos varias diferentes y con distintos tipos de disparos, ya sea un lanzallamas, una pistola láser o un lanzaminas. La inmensa mayoría de ellas, las más flojas, tendrán munición infinita, mientras que las mas potentes tendrán munición limitada. Las armas, por cierto, las encontraremos por el mapa.
Por supuesto, estas se podrán subir de nivel canjeando los créditos que obtenemos al matar bichos en unas máquinas concretas. La pega del sistema de disparo es la horizontalidad de este que, siendo redundante, solo dispararemos en horizontal, salvo con algún arma concreta. Esto limita mucho el movimiento, y nos hará tener que complicarnos mucho para eliminar enemigos simples.
En cuanto al movimiento, tenemos una clave importante: el jetpack. El desplazamiento es muy simple y en todas las direcciones, pero el jetpack añade un extra. Por un lado, podemos pegar un megasalto con él, que será un salto muy alto pero también muy descontrolado.
Con el jetpack también podremos alargar nuestros saltos, mantenernos en el aire y despegar, lentamente, con él. Es un control bastante preciso, pero a veces nos dejará muy vendidos en el aire, algo que se debe al comportamiento de los enemigos.
Malos malosos
Los enemigos, pues, son impasibles a nuestros ataques. Reciben daño, pero los impactos no parecen afectarles. Esto… está regular, pues debido a la horizontalidad de nuestros disparos, para atacar a los enemigos tendremos que hacer movimientos que nos expondrán demasiado a sus ataques y acabaremos recibiendo daño.
Y aquí otro problema que veo al juego, el daño. Nuestro personaje, en los primeros compases, recibe un daño absurdamente alto en comparación al que hacemos nosotros. Es probable que un enemigo de dos toques nos mate, resultando muy frustrante debido a la cantidad de éstos que encontraremos y a la casi nula recuperación de vida que obtendremos, con suerte, al matarlos. Puntualizar que la vida se recarga en los puntos de guardado también.
Al derrotar a nuestros enemigos, obtendremos experiencia y créditos. La primera, nos hará subir de nivel, mejorando nuestras estadísticas generales. La segunda, es la moneda que usaremos para subir de nivel las armas y comprar munición.
También tendremos enfrentamientos contra bosses, que por lo general no se salen de lo ya conocido. La pega será, otra vez, la capacidad de nuestro personaje para aguantar golpes, algo que hará muy frustrante algunos combates.
Mapa
Durante nuestra aventura visitaremos distintas zonas divididas en secciones y, éstas, en partes. Avanzaremos por ellas buscando basura y llevándola al punto de reciclado de cada mapa. Encontraremos también habitaciones en las que meternos para poder avanzar o para desbloquear cositas chulas, así como mejoras. Por cierto, durante nuestro transitar por el mapa, veremos ídolos dorados que, si recogemos, podremos canjear más adelante en el juego por interesantes premios.
Tendremos puntos de guardado repartidos por el mapa. habiendo varios de estos. Lo cuál está muy bien, pero la ausencia de autoguardado a veces te puede frustrar. No es un punto negativo, pero sí es algo a tener en cuenta, pues avanzar por el escenario es difícil y conviene visitarlos cada poco. El problema es que su funcionamiento es… raro.
Por ejemplo, podremos pensar: vale, limpio esta zona de enemigos, cojo el objeto, lo reciclo, vuelvo al punto de guardado a guardar, a recuperar la vida, y vuelvo tranquilamente a la zona. Hasta ahí bien, pero, si por lo que sea, mueres, al cargar partida también hará que los enemigos vuelvan, lo cual no termino de entender demasiado.
Gráficos y sonido
Este apartado es sin duda uno de los más destacables del título. Con un poderoso y potente pixelart, viviremos estampas muy llamativas. El diseño de personajes y enemigos está muy logrado, así como el de los efectos de nuestros disparos y explosiones. En general el juego, en su versión de Switch, luce bastante bien.
En cuanto a lo sonoro, tenemos las mismas gratas noticias. Una BSO amena que nos acompaña durante todo el juego y unos sonidos logrados de las armas y el jetpack, hace que este apartado cumpla con creces. Por supuesto, no hay voces, y los soniditos nos dan una idea del tono que se usa en la conversación.