Hay una principio que siguen muchos escritores y grupos de música en sus creaciones al que los anglosajones llaman begin with a bang. Empezar con algo potente para enganchar al lector/oyente. Eso es básicamente lo que hizo Microsoft con su anuncio de la retrocompatibilidad al principio de su conferencia del E3, aunque todavía no sabíamos muy bien cómo iba el asunto.
Poco a poco se han ido sabiendo más cosas, como por ejemplo que no funcionará con todos los juegos de inicio, sino que necesitarán de una pequeña adaptación. Además, Phil Spencer ha dado detalles sobre cómo han logrado conseguir esta característica tan ansiada por el gran público. En lugar de intentar que la propia Xbox One emulará en si misma el juego, lo que han hecho en Microsoft es emular directamente todo el sistema operativo de Xbox 360 para que así se pueda jugar a dichos juegos sin tener que cambiar nada del código. Eso permite, al tener el sistema operativo de Xbox One en segundo plano, hacer uso de sus características como el streaming o las captura de pantalla.
Pero aún así siguen teniendo problemas. El primero es que la retrocompatibilidad todavía no funciona con los juegos que tienen varios discos, aunque Spencer ha dicho que ya están trabajando en ello. Tampoco funcionarán los juegos para Kinect de 360, porque la compatibilidad entre los sensores de 360 y One es «prácticamente imposible».
Fuente: Gamespot