Una de las paradas obligatorias en la Madrid Games Week 2014 era Assassin’s Creed: Unity, la esperada nueva entrega de la saga que llegará exclusivamente a la next-gen. Fue uno de los juegos más solicitados y con colas más largas, y es que la fiebre por los Asesinos parece que nunca se acaba.
En Assassin’s Creed: Unity controlamos a Arno, y nos encontramos en plena Francia de la Revolución Francesa, concretamente en París. En la única misión que se podía jugar (una versión mejorada de la ya mostrada en la Gamescon) tenía que asesinar a un objetivo, un noble que se encuentra dentro de la catedral de Notre Dame. Una misión corta y fácil, para ir directamente al grano y poder observar los aspectos básicos del juego. La demo era de un jugador, así que tuve que jugar sola y no pude comprobar el nuevo modo cooperativo del que tanto se está hablando.
Lo primero que hay que destacar del juego es la calidad gráfica, sobre todo la de los paisajes. La versión que se podía jugar en la Madrid Games Week no estaba del todo acabada, así que se notaba que las texturas no estaban del todo desarrolladas (aunque se supone que llevaba un 80% de desarrollo). Las personas no estaban muy bien definidas, tampoco los objetos ni la mayoría de detalles. Pero de todas formas, subirse a lo alto de una torre o una catedral era bastante impresionante, con vistas a todo el París del siglo XVIII.
Por lo que ya sabíamos, el mundo de Assassin’s Creed: Unity no será el más grande la franquicia (de momento este sigue siendo el de Black Flag), pero sí que se está intentando que sea el más detallado. Y va por el buen camino, al menos en lo que respecta a los edificios y a la ciudad en general.
Los interiores también se nota que están más trabajados, ya que en anteriores entregas eran algo casi anecdótico. Ahora serán más numerosos y además serán clave para nuestras misiones, ya que dentro de los edificios encontraremos objetos o personajes importantes, además de poder atajar mientras recorremos la ciudad.
A pesar de todo esto, la fluidez del juego no era muy allá, y apenas se notaba que estabas jugando en una consola como Xbox One de nueva generación, pero seguramente (no es que queramos defenderlo, es que sinceramente esperamos que sea esto) se atribuya a que no es la versión final, porque como Ubisoft lo publique con esos fps se va aliar y muy gorda. Lo que sí que es indiscutible es que la ambientación es una pasada, una de las más conseguidas de la saga, metiéndonos de lleno en la época de la Revolución Francesa y el caos que reinaba entre la población.
En cuanto a la jugabilidad, Assassin’s Creed: Unity no se diferencia mucho de sus predecesores, como era de esperar, pero sí que hay algunas opciones nuevas para dar un poco de variedad. El sistema de parkour para escalar por las distintas estructuras ha cambiado y se ha mejorado, igual que el de soltarse para ir cayendo poco a poco sin pegarnos la hostia del siglo. También hay un nuevo modo de sigilo para acercarnos a nuestros objetivos sin ser vistos y nuevos movimientos de combate.
El sigilo parece que será bastante importante en esta entrega, y tendremos que utilizarlo en muchas misiones. Los nuevos controles son fáciles de aprender para cualquiera que esté familiarizado con la saga, apenas han cambiado un par de cosas, así que no os preocupéis si lo veis todo un poco caótico.
Una opción bastante interesante es la de poder ver tan solo pulsando un botón todos los puntos de interés del escenario, sin tener que perder el tiempo pausando el juego para repasar los objetivos principales y secundarios. Así podemos echar un vistazo rápido a todas los objetivos de misiones, coleccionables, atalayas…que estén cerca de nosotros, y no cortamos el ritmo de la partida pausándola en todo momento.
Las armas no parece que presenten grandes novedades en esta nueva entrega. Dagas, bombas de humo, espadas…lo poco que se pudo ver ya se había visto en juegos anteriores de la saga, pero seguramente la versión completa del juego incluirá más.
En definitiva, Assassin’s Creed: Unity no parece que presente grandísimas novedades respecto a sus predecesores. En jugabilidad es más de lo mismo: movimientos de parkour en una nueva ciudad, asesinar a objetivos marcados en un mapa, huir de los guardias, utilizar el sigilo y nuestras armas para cumplir las misiones… Eso sí, todo ello actualizado y mejorado, con nuevos movimientos y características. El gran atractivo de esta entrega, más que la jugabilidad, es la historia de fondo, uno de los capítulos más interesantes de la historia mundial. Esto, sumado al gran trabajo que han hecho con la ambientación, es uno de los puntos fuertes para seguir disfrutando de una saga que muchos consideran ya bastante explotada.
A partir del próximo 28 de octubre estáis todos invitados a uniros a la Revolución, ya que Assassin’s Creed: Unity saldrá a la venta en PlayStation 4, Xbox One y PC.