Sé que es un poco triste ser adivino cuando hay malas noticias, pero a ver, con tanto silencio es que la cancelación de Terraria: Otherworld se veía venir. Y de lejos.
La cancelación de Terraria: Otherworld es noticia porque este tipo de anuncios siempre lo son. Pero no porque sea algo inesperado. Ni tampoco que nos pille por sorpresa. En tres años, apenas se ha sabido del juego en dos ocasiones. Olía a cuerno quemado por todos lados.
El spin off se anunció en febrero de 2015. Fijaos si ha llovido desde entonces. En ese momento, los creadores de Terraria, Re-Logic, se aliaron con Engine Software. El objetivo no era crear ni una secuela ni una segunda parte. Sino un spin off en toda regla. El objetivo en Otherworld era restaurar el mundo despues de que este fuera corrompido por la naturaleza.
Tras dos años de silencio, el juego volvió a ser noticia a los dos años, en abril de 2017. De golpe y porrazo, Re-Logic anunció que prescindía de Engine Software y se aliaba con Pipeworks Studio. Con unas duras palabras («no estamos dispuesto a sacrificar la calidad del juego», afirmaron) detallaron que iban a revisar todo lo que estaba hecho para hacerlo de cero.
Supongo que tuvo que ser un auténtico desastre o un pozo sin fondo de dinero. Porque Re-Logic es que ni siquiera ha intentado comercializar el juego. Ha cogido la sierra y ha cortado por lo sano.
«El estado actual del juego está al mismo tiempo lejos de nuestra visión inicial y atrasado en la planificación de nuestro plan inicial», ha afirmado el estudio en los foros oficiales del juego. «Debido a la inmensa cantidad de trabajoque queda para por hacer, así como la inmensa cantidad de tiempo que queda para terminarlo, queda claro que deja las cosas en un estado muy indeseable».