Clash of clans es la última víctima de las consecuencias de los conflictos políticos y militares de nuestro planeta.
Parece que ni los videojuegos se salvan de los conflictos bélicos y políticos, como es este caso, que castigan a nuestro planeta. En esta ocasión le toca al mega popular título de Supercell, Clash of clans.
El Gobierno iraní ha decidido prohibir este juego en su territorio, alegando que la temática del mismo incita a la violencia y los enfrentamientos tribales. Tiene gracia que en un país implicado en conflictos armados hasta las trancas prohíban un juego en el que muñequitos de colores pelean entre sí.
En una declaración oficial traducida por la BBC, el viceministro de justicia de Irán, Abdolsamad Khoramabadi, confirmó que el Gobierno había prohibido e impedido el acceso al famoso juego para móviles. Un informe del comité del gobierno, apoyado por la opinión de un equipo de psicólogos, advertía de que los temas y contenidos del juego “anima a la violencia y el conflicto tribal”. Lo que hay que ver…
La restricción entró en vigor el pasado 27 de diciembre y los jugadores iraníes de Clash of clans no tardaron en manifestarse y compartir su visión de lo ocurrido como otra muestra de las acciones de su gobierno para limitar, censurar y controlar el uso de internet.
Por otra parte, no es la primera vez que el mundo del videojuego encuentra dificultades para proliferar en Irán. El archiconocido World of Warcraft tuvo serios problemas en 2012 para funcionar en el país, debido a las importantes sanciones comerciales impuestas por la OTAN. Arma 3 también lo tuvo muy complicado, debido a la representación de las fuerzas militares iraníes que podíamos ver en el juego.
Hasta el fenómeno Pokemon Go lo tuvo crudo en Irán al ser prohibido por el Gobierno, ya que consideraban que podría representar una amenaza por su función de geolocalización. Es muy triste que se relacione a la industria del videojuego con una lacra tan antigua como son la guerra y los conflictos armados. Los jugadores somos culpables de muchas cosas, pero no de esto.