Boku no Hero Academia 2×21 es un capítulo de transición que hace más bien poco. Sirve para recordar algunas cosas que le hacen especial y para forzar relaciones entre sus personajes.
El principio de Boku no Hero Academia 2×21 es lamentable. Está fuera de contexto, no tiene nada que ver con la trama, es absurdo y banal. Mineta aparece a los pocos segundos y dice “¡Qué buen episodio!”. Mala señal. La última vez que oímos algo similar nos topamos con un relleno despreciable.
O eso pensé al comienzo.
Mal arranque
Es cierto que el capítulo de esta semana es uno de transición. Es una puerta al arco final de esta segunda temporada. Aunque escuece un poco que hayamos tenido que esperar una semana para ver un capítulo cuya mitad es perfectamente prescindible.
De hecho su mayor error está, precisamente, ahí. Los primeros 10 minutos del episodio se centran en un examen teórico insustancial. Parece orientado a vestir de normalidad un mundo en el que los adolescentes son adiestrados para manejar sus superpoderes. Y, evidentemente, queda un poco mal. Tras varias explicaciones y minutos viendo la importancia que tiene ese examen, tiene lugar la prueba. Pero se finiquita en un timelapse de 20 segundos en la que apenas se exponen los resultados ni se deja entrever si el trabajo de los héroes ha valido de algo.
Tiene sentido en el fondo; lo importante es el examen práctico y se le quiere dar la atención que necesita. Al fin y al cabo esto es un shōnen, sí. Pero no deja de molestar que medio episodio se evapore en cosas irrelevantes. Al final los primeros compases del capítulo sirven para pocas cosas. Ayudan a perfilar un poco más las personalidades de varios personajes secundarios y sus relaciones entre sí (Yaoyorozu y Bakugo principalmente).
Bakugo como ejemplo
De la primera, por ejemplo, se vuelve a mostrar que es la persona más inteligente de la clase. La chica aplicada, la amable y que no duda en ayudar a quien lo necesite. Y, además, pertenece a una familia de clase alta que llega a hacer sentir mal a los demás. Bakugo, por su lado, continúa con su odio creciente hacia todo lo que respira. Y hacia Deku en especial. Quizá lo de copiarle los movimientos tiene algo que ver.
En Bakugo, precisamente, reside lo más interesante del episodio, dejando de lado el examen práctico. Siempre he pensado que Boku no Hero Academia tiene valor como shōnen por la capacidad que tiene de revestirse de tópicos y manipularlos para generar algo novedoso. Bakugo protagoniza hoy esa sensación; aunque tiene la personalidad de Goku o Naruto (los protagonistas que buscan ser más fuertes que sus rivales) es un secundario cargado de odio (similar a lo que sucede con Sasuke). Es una mezcla entre varios topicazos de personajes que da lugar a uno completamente nuevo. No hace falta ser muy listo para ver que, a día de hoy, Bakugo es el más competente de todos los héroes. Quizá reñido con Todoroki (que es otro personaje con varios matices recogidos de otros anime).
Introducción a la práctica
Pero, además de esa explosión de odio de Bakugo y el fomentar las relaciones, este episodio hace más bien poco. Se limita a introducir lo que pasará en los últimos episodios. Fuerza, también, que Bakugo y Deku tengan que entenderse y trabajar en equipo para derrotar a All Might en el futuro. Y, aunque esta transición ha sido algo insulsa, parece que habrá grandes curvas a partir de ahora.
Los combates entre los alumnos y los profesores prometen ser apasionantes. También podremos ver cómo han evolucionado los chicos más allá de Midoriya; hay muchas ganas de ver el avance de Uraraka, por ejemplo. Y las peleas de Todoroki y Yaoyorozu y de Bakugo y Deku contra Eraserhead y All Might respectivamente tienen muy buena pinta.
Pero sigo pensando que la tontería inicial de Mineta sigue estando fuera de lugar.