Ya hemos podido ver y volver a ver a Trevor en sus aventuras. Sin embargo, por más que nos haya gustado, hay una sensación que se repite en la crítica de Castlevania: nos ha sabido a demasiado poco.
Cuando Netflix anunció que íbamos a tener una serie de Castlevania más oscura que un pozo de petróleo, nos pusimos a pegar saltos de alegría. Luego empezaron a llegar los «peros». Aún así, estuvimos al pie del cañón. Hoy ya hemos visto la serie, pero la crítica de Castlevania es algo agridulce. Y es que no es todo lo que nos esperábamos de ella.
El piloto de Castlevania
Ya sabemos que Netflix hace las cosas a su manera. Y por eso se le echan encima cuando gana concursos de cine alegando que, como no se estrena en salas de proyección, no es «cine». Pues con Castlevania ha hecho algo parecido.
Normalmente, una serie que empieza a emitirse tiene un episodio piloto que se emite a los responsables de financiarla y a sus ayudantes. Si el capítulo gusta y los planes de futuro convencen, se le da luz verde y se continúa con la serie.
Con Castlevania la cosa es similar, pero a la vez diferente. Tras ver los cuatro episodios que completan la «primera temporada» la sensación es la de haber visto el capítulo piloto de lo que será el anime completo.
Pensadlo bien. Tiene todos los elementos. Apenas se trata de una hora y media de metraje. Solamente nos presentan a los protagonistas de la historia. Y para colmo, somos nosotros los que financiamos a Netflix con las suscripciones. Bueno, quizás esto es algo exagerado, pero así me siento más importante.
Sea como sea, los primeros minutos de Castlevania saben a eso. A piloto. O a presentación. Es más una declaración de intenciones que otra cosa. Y les ha salido bien. De hecho se ha anunciado la segunda temporada de la serie.
Podrían haber hecho una película de hora y media más que una serie. Pero si tenemos en cuenta este planteamiento del capítulo piloto, todo cobra más sentido. Con solo el primero de estos cuatro episodios no nos habríamos enterado de nada. Absolutamente de nada. No conoceríamos la historia, ni la trama ni a los protagonistas.
Pero intentar presentarnos un capítulo de hora y media, ya sea en forma serie o en forma película, habría desvirtuado el esquema que tienen de Castlevania sus encargados.
Por ello, y para que sirva de precedente, esta mini temporada de cuatro capítulos encaja perfectamente en los planes de Netflix. Tenemos piloto, lo valoramos los que de verdad vamos a verla y le damos esa valoración a la compañía. Todo en uno, oiga.
La historia que casi todos queríamos
La trama de esta serie de Castlevania es una que muchos esperábamos ver. No es la de los orígenes de Drácula, pero sí de su comienzo como señor del «mal», por así decirlo.
El juego más famoso y más querido por la mayoría de los fans de la saga de Konami es sin duda Symphony of the Night. Pero no podríamos meternos de lleno en esa historia si no contamos antes de dónde viene su protagonista: Alucard. Y eso es lo que empieza a hacer la serie de Netflix.
Como si de un pequeño preámbulo se tratase, el anime nos muestra parte de la trama de Castlevania III: Dracula’s Curse. Tal y como dije antes más que otra cosa, se trata de una presentación de personajes. De los cuatro protagonistas, básicamente.
El primero de ellos nos muestra la parte más amable de Drácula. Pero también su lado más vengativo. El segundo se centra en el protagonista Belmont y sus orígenes. Trevor. Dejamos a la «maga» Sypha para el tercero y, por supuesto, Alucard despertará en el cuarto.
Como veis, sigue el esquema típico de una serie o anime cualquiera. Poco a poco nos van presentando personajes y nos dan idea de a dónde se dirigen. El problema de todo esto es que tras la presentación no ha habido nada más. Absolutamente nada más.
Sabe demasiado a poco
El gran «pero» del Castlevania de Netflix ha sido el planteamiento en sí. Si tomamos como cierto que nos han presentado más un piloto que una primera temporada, la cosa encaja, pero no convence. Y más cuando los capítulos son más lentos que un día de ola de calor sin aire acondicionado ni ventilador. Es normal que una serie empiece lenta, pero no cuanto tiene solo cuatro capítulos.
Además, la parte más Castlevania no la vemos hasta el último de los episodios. La torre del reloj, las trampas, las plataformas y, por supuesto, los combates. Hasta ese momento, la serie ha ido de muy poco a más hasta llagar a un final que ha sido como una patada en los mismos.
La cara de tonto que se le queda a uno cuando vemos el desenlace del combate final es para enmarcar. No hay más. Ninguno más. Al menos hasta que saquen los otros ocho capítulos que compondrán la segunda temporada.
Esto junto con una animación que, en los primeros capítulos es bastante simplona, nos acaba dejando una sensación agridulce en el cuerpo. Sí, es una serie oscura y divertida (tiene buenos puntos). También es cierto que conforme entramos en materia gana ritmo. Pero parece que han querido sacar cuanto antes «algo». Aunque fuesen solo cuatro capítulos. Y eso da sensación de que han ido con prisas.
Un resultado muy bueno
Con todas estas sensaciones en la cabeza y tras muchas horas de reflexión (no quería hacer la crítica en caliente), he decidido enfocarlo desde un punto de vista algo diferente.
Puedo decir que, tal y como se ha planteado esta temporada, la serie es bastante prescindible. Cuatro capítulos de presentación en los que apenas ocurre nada no justifican absolutamente nada. Es como ver un tráiler. Te enteras de algo, pero poco más.
Sin embargo, si nos centramos en lo que he comentado al principio de la crítica, la cosa cambia. Si realmente esto es un episodio piloto de lo que viene, puede que la cosa mole bastante más. Estos cuatro primeros capítulos más los ocho de la «segunda» temporada, harán un total de 12. Esto ya es una temporada de anime básica.
La ambientación, los diseños de personajes y el doblaje (el español, por dios, el inglés no) son muy buenos. Extraer la trama de Castlevania III de esta forma tiene su mérito. Recordad que hablamos de un juego de NES, y por aquel entonces, su capacidad para contar historias no era de lo mejor. Sumadle la animación del combate final y de las partes de acción y plataformeo. El restultado es algo verdaderamente prometedor y quedo con muchas ganas de verla.
No es una serie para toda la familia, pero si eres fan de la saga y ya tienes unos añitos, como un servidor, vas a disfrutar mucho de ella sin los más peques de la casa. Hay insultos, sangre y partes muy gores.
Te cuento todo esto para que tú mismo elijas la crítica que quieres leer de Castlevania. Si quieres centrarse únicamente en estos cuatro episodios, posiblemente el resultado es regulero. Pero si lo tomas como parte de algo más, la cosa mejora.
Aquí ya es decisión tuya si verla ahora o si esperar a que estrenen los ocho capítulos que quedan. Esta será la única forma de ver el anime completo y de golpe.