Los problemas de la Agencia de Variación Temporal están a punto de empezar, y os lo contamos con la crítica del episodio 1×02 de Loki.
Nuestro querido y amado Tom Hiddleston no sabe dónde se ha metido. Si hace poco más de una semana os contábamos el primer capítulo de la nueva serie de Disney +, hoy toca hacer lo propio con nuestra crítica del episodio 1×02 de Loki. Preparaos, porque la cosa va escalando poquito a poco. Ojito, porque como siempre habrá spoilers del capítulo.
Demasiado dios del engaño para un solo lugar
Sí, puede que esta vez se nos haya echado un poco el tiempo encima, pero no queríamos perder la oportunidad de hablaros de la serie. A fin de cuentas, va fraguándose a fuego lento, dejándonos un plato que no muchos podrán rechazar.
Pero hagamos un poco de memoria. En el anterior capítulo, veíamos un inicio muy introductorio, en el que básicamente nos ponían al día con el nuevo entorno y la situación de nuestro protagonista. Así, conocimos por encima la Agencia de Variación Temporal, a Mobius, y a un simpático oficinista al que no le pagan lo suficiente, a nuestro parecer.
Aunque, como decimos, este capítulo, pese a tener un buen ritmo y responder algunas incógnitas, no nos daba realmente un conocimiento de lo que es la serie (salvo un constante meme a Mefisto). En este segundo, por su parte, nos queda claro: intrigas, engaños y pistas por doquier soltadas en pequeñas gotas. Todo muy Loki. Muy acorde al dios del engaño.
Y es que el capítulo va de menos a más, con un inicio algo lento, en el que se siguen viendo pormenores tanto de la Agencia de Variación Temporal como el revuelo que genera que Loki esté ahí y que, al poco de estar en activo, ya intentase engañarlos. Lo hace de una manera poco sutil, cuando intentan encontrar pistas de otra unidad desaparecida, pero ya hace estar verdaderamente en guardia a sus «compañeros».
Todo ello deja translucir un tanto el Loki que más nos gustaba del UCM. Aquel del que no te puedes fiar. Del que no sabes si lo que dice es cierto o no. El que cuenta con unos aires de superioridad que no acompañan en absoluto.
¿Compañeros… o no?
Por supuesto, aunque les hace dudar, nada de esto funciona con los miembros de la AVT, que ponen al pobre Loki a trabajar con el papeleo. El capítulo entonces va saltando entre elementos muy policiales, con búsqueda de información y pistas, que en ningún momento se torna pesada.
Esto se logra, como decimos, gracias al brillante cambio de escenas que nos hace conocer un tanto más a miembros como Mobius y sus dudas, a la par que intensifica un tanto la relación entre este y Loki. Pero, ojo, en ningún momento como compañeros. Esa sensación de intentar un acercamiento, como ocurría con Falcon y Soldado de Invierno, no se deja traslucir aquí.
Lo que vemos en este entorno son, básicamente «encontronazos» en los que parece que cada uno quiere mostrar que puede jugar con el otro mejor de lo que cree. Mobius cree que puede «controlar» a Loki para encontrar al variante, y Loki cree que puede usar a Mobius para «poder hacerse con la AVT», según palabras del funcionario.
Destacamos en especial de este pequeño rifirrafe la genial conversación que mantienen sobre la importancia de la AVT o los dioses de Asgard, que oculta un mensaje filosófico poco sutil, y deja entrever, a su vez, lo «ciegos» que están los de la Agencia, sin plantearse realmente si lo que hacen es lo que realmente quieren o lo que es necesario. Sembrar la semilla de la duda es muy del dios del engaño, sin duda.
El clímax en su final
Pero el culmen del capítulo sin duda lo alcanzamos en los compases finales del mismo. En él, Loki demuestra la «teoría del apocalipsis», por la cual los acontecimientos que ocurran en un fin del mundo no afectarán a la línea temporal. Ese es el motivo por el que cualquiera de sus copias se escondería ahí. Sería como un limbo para la Agencia.
Así pues, nos situamos en el escenario apocalíptico requerido, y tras una serie de sucesos, vemos como el plan del Loki variante surte efecto: consigue mandar los aparatos que resetean líneas temporales a ciertos momentos en la línea temporal, creando el caos y alterando el sagrado flujo del tiempo.
Aunque aquí no queda el bombazo. Si pensabais que este misterioso enemigo se mantendría en el anonimato, y pensabais a ciencia cierta que se trataba de Mefisto, mucho me temo que se os acabó el chollo. El Loki variante se revela como la genial Lady Loki. Conocida por muchos de los lectores de cómics, bien sabrán que esta versión del dios del engaño es, cuanto menos, de armas tomar.
¿Y que hay mejor que un Loki? Pues dos Lokis. Así es como somos testigos, ante los gritos desesperados de Mobius, de como nuestro Loki se marcha con el otro dios del engaño, dejando todo en el más absoluto caos. Sin duda, algo que removerá todo lo que conocemos, y que, pese a todo, sabemos que no será lo más grande que nos esconda esta trama.
¿Por qué hace esto la Loki variante? ¿Cuál es su fin? ¿Se aliará con el dios interpretado por Hiddleston? ¿Sucumbirá la AVT, o veremos a los señores del tiempo salir al rescate? Muchas preguntas, y muy pocas respuestas. Al menos, hasta que veamos el próximo capítulo de la serie.