The Reflection 1×03 me parece un mal episodio. No solo no soluciona los agujeros de los antiguos, sino que apenas avanza y no sé realmente si quiere ir a algún lado.
Con The Reflection 1×03 me estoy empezando a preocupar. Podía entender que los antiguos episodios fueran mediocres y tan lentos. Obedecían a algo; tenían que presentar el mundo. Aunque lo hicieron mal, tenían que estar. Este capítulo no solo me parece malo, sino, a priori, una pérdida de tiempo.
De mal en peor
La dirección (por no variar) es nefasta. Elimina cualquier tipo de épica, drama o tensión que pudiera haber. Los elementos no explicados abundan y las soluciones sacadas de la manga por exigencias del guion también. Son soluciones vagas y caducas, que no solo crean confusión sino que ayudan a lastrar una historia que por sí misma no tiene nada que aportar.
También, por primera vez, ha habido algo de acción. Evidentemente desastrosa, porque la animación de The Reflection no es precisamente idónea para escenas vertiginosas. Las escenas de batalla son casi tan confusas como el rumbo que sigue la serie. Por no hablar del ridículo espantoso que son algunas tomas (o la transformación en robot final que es para echarse a llorar).
Al final todo se reduce a apoyar una historia C irreverente y que a nadie le importaba. Se ha centrado en presentar de una manera paupérrima y atropellada a un personaje insulso y prototípico. Mientras seguimos sin saber nada de los principales. Uno, incluso, ha desaparecido en este episodio.
En los primeros 5 minutos parece que la historia pedalea tímidamente. El de rojo y la protagonista parece que empiezan a entablar una relación y alianza. Ambos buscan “algo” (que, acorde al resto de la trama, no está muy claro) y se ayudan mutuamente. Eleanor busca un apoyo para poder hacer frente a sus adversidades y madurar.
«¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?»
Podría pasar casi como decente. Hasta que en un buen momento se deja ver cómo la chica ha aprendido en 5 minutos a manejar perfectamente su poder (o Lisa, la presentada en este mismo episodio) y, un par de cortes más tarde, el héroe vuelve a contar mediante exposición la sinopsis de la historia. Por tercer capítulo seguido.
Quizá lo peor no sean los momentos ridículos y forzados que se cargan cualquier sentimiento que se pudiera generar. Ni la mala dirección ni el rumbo que está siguiendo el guion, si es que va a algún lado. O la confusión que, dentro de unos límites, puede ser hasta positiva de cara a un futuro. Todo ese humo a genérico, personajes que ya conocemos de antes o historias que ya sabemos cómo van a terminar son poco más que fanservice simpático. Y eso de que parezca que esto no va a ningún sitio puede ser cosa de los primeros episodios.
Puede ser, todo esto, secundario. El mayor problema que veo es que este cúmulo de mediocridad y genericidad está mal resuelto y tiene la valentía de tomarse en serio a sí mismo. No sé si me estaré volviendo un hater, pero a día de hoy sigo teniendo la sensación de haber tirado 75 minutos viendo algo que no llega ni a pasatiempo.