La batalla del episodio de Dragon Ball Super 115 no es tan espectacular como la de la semana pasada. Pero aún así, se pone interesante, aunque casi al final.
El guión de lo que pasa en Dragon Ball Super 115 ya venía viéndose venir desde hacía tiempo. Si esta batalla contra Califa y Kale tenía un significado, ese era el de entrenar a Goku para que usase de nuevo su Ultra Instinto. Y desde luego, así ha sido.
El problema es que después del a animación que tuvimos la semana pasada, el capítulo de esta ha estado muy por debajo en ese sentido. Movimientos toscos, rotos y que no impactan en absoluto. Solamente la ida de olla con el tema de «soy más fuerte por cojones»nos tiene enganchados.
Ah, y de los «secundarios» ni hablamos, vaya.
Ultra Instinto al rescate
Había pocas posibilidades para que Goku saliese vivo de esta batalla. Si tenemos en cuenta que Kale podría tener un poder similar al de un Super Saiyan de nivel 3 y Califa de uno de nivel 2, su fusión podía llegar a ser bastante poderosa. No sé hasta qué punto tanto como para superar a un Super Saiyan Blue con el Kaio Ken, pero bueno. Podemos dejar pasar esta diciendo que Goku no tenía toda su energía recuperada aún.
La cosa es que, o bien recibía ayuda de otros guerreros de su universo, como los androides, su hijo o el propio Vegeta, o bien le salía el Ultra Instinto de las pelotas, vaya.
Sinceramente, me apetecía que, antes de usar su nueva forma, llegase algún momento intenso de batalla con otros participantes del torneo. Hubiese estado muy bien ver a Gohan pelear junto a Goku de nuevo. O incluso a los androides. Ya tendríamos tiempo luego para nuevas ideas de olla de poder y eso. Pero por desgracia, han tirado por lo fácil y lo obvio.
Justo cuando todo parecía perdido, Goku saca el Ultra Instinto de nuevo y deja a Bills cabreado. Y a Whiss pensativo. ¿Por qué el ángel pone esa cara y se pone tan serio en esta ocasión? Si la primera vez que Goku logró ese estado pegaba brincos de alegría. Ha sido un momento raro. Lo de Bills es envidia cochina, eso está claro. Pero lo de su mayordomo, pues ni idea.
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Pero bueno, volviendo al tema del Ultra Instinto de Goku. Si bien la primera vez que lo usó tuvo un mínimo de lógica (rompía los límites para vencer a su propia Genkidama y bla bla bla) esta… no le he encontrado sentido. No ha habido momento de ruptura similar. Simplemente, lo ha desplegado aludiendo a «su sangre saiyan» que le hace más fuerte cada vez que es derrotado o está cerca de la muerte.
Empiezo a hartarme de las «no explicaciones» y que las nuevas formas lleguen por cabreos, límites o por acumular energía en la espalda.
¿Es una nueva transformación de verdad?
Viendo de nuevo este ratito de Ultra Instinto la pregunta es si este estado es una nueva transformación de por si. Es decir. Parte directamente de su forma normal y de pronto se encuentra en esta. Le cambian los ojos, se le rodea con un aura azul y los pelos se le levantan un poquito. No es que no haya cambios, los hay. Pero ¿es como un Super Saiyan o un Blue o simplemente es que su cuerpo reacciona de una forma más rápida y brutal a su entorno?
Se parece, quizás, un poco a la forma mística de Gohan. Una forma que libera todo su poder (similar al de un Super Saiyan de nivel tres) sin necesitad de transformarse. Eso es lo que he estado observando en estas dos veces que ha conseguido usar este poder.
Goku, además de volverse estúpidamente serio y soso (como cuando se transforma en tercera o en God) parece que simplemente reacciona mejor a todo lo que le rodea. Esquiva las ondas y las repele con mucha más facilidad, y es más rápido y fuerte. Es verdad que hay algo que cambia. Pero el por qué se hace este cambio es lo que me llama la atención.
Ya sé que Goku ha pasado a transformarse en Blue o en God directamente. Pero ya sabemos que ese estado no es un estado base. Sin embargo, este Ultra Instinto parece distinto. Y he hecho un pareado ¡ja! ¿Será alguno más en el terreno de batalla capaz de llegar a ese estado? ¿Vegeta, por ejemplo?
Jiren, tú a dormir
Durante estos episodios ya hemos ido viendo cómo Jiren tenía escalofríos, cosquilleos o tembleques cada vez que había un power up. Primero con Kale en su forma super saiyan. Y luego con Kefla. La cosa es que, en el avance, hemos visto cómo Jiren va a abrir los ojos por culpa del Ultra Instinto de Goku. Y esto es malo.
Es malo primero porque no me apetece ver a Jiren peleando ya contra Goku. Antes de eso quiero volver a ver pelear, y en serio, al resto de combatientes. Quiero ver la pelea de Vegeta y Toppo. La de los androides contra quien le toque. Quiero saber qué va a hacer Freezer en todo este lío y verlo usar su forma Golden con todas las de la ley. Y por supuesto, quiero ver la fusión de Piccolo y Gohan. ¡Quiero ver algo más que no sea Goku, leches!
No sé qué pasará en estos días, pero si Jiren despierta, espero que se enfrente a Goku a cachitos. Que nos muestren las peleas de los demás mientras se va enfrentando a Jiren poco a poco. O que pierda de nuevo el Ultra Instinto y Jiren se quede sopa de nuevo.
Hay una frase en el capítulo que da a entender que aún quedan cosas por ver. Cuando algunos dioses de la destrucción dicen que «no hace falta usar los Pothala» para ganar. Eso es que aún tienen ases en la manga.
Podría seguir hablando de lo que quiero y de lo que no, pero ya se me acaban los argumentos y las teorías. Veremos a ver qué nos ofrecen y cómo se desenvuelve Kefla contra Goku y su ultra instinto. No debería de durar demasiado ya que, si lo hace, estarían poniendo a la fusión de las chicas al mismo nivel que la de Jiren. O casi al mismo. Así que espero que se moderen y que nos expliquen bien qué pasa con todo esto. Y que, por una vez, mantengan la escala de poder.