Triste día para el mundo del videojuego. Electronic Arts cierra Visceral Games y deja medio en el aire el juego de Star Wars que estaba en desarrollo.
Reconozco que cuando he leído que Electronic Arts cierra Visceral Games, no he terminado de creérmelo. ¡Si presentaron un teaser cojonudo de su juego de Star Wars en el E3! ¡Si ficharon a Amy Hennig, una de las mentes detrás de Uncharted! Parece que ni eso ha valido para salvar a Visceral.
Patrick Söderlund, el vicepresidente de EA, anunció la noticia del cierre del estudio a través de un post en el blog oficial de la compañía. «En su estado actual —escribe Söderlund— apuntaba a ser un juego basado en una historia y lineal. A lo largo del proceso de desarrollo hemos estado probando el concepto del juego con jugadores, escuchando al feedback que nos daban sobre qué y cómo querían jugar, y siguiendo cambios fundamentales en el mercado».
Al parecer, desarrollar una historia contenida en un solo disco, limitada por su guión, no es la manera más fácil para EA de hacer pasta. Así que han decidido dar un giro de 180 grados. El nuevo Star Wars apunta a tener más contenido en su ciclo de vida para que los jugadores «quieran volver y disfrutar durante mucho tiempo». Puede parecer complejo, pero os hago el resumen. EA se ha cargado un Uncharted de Star Wars para hacer un Destiny de Star Wars. Tan mal como suena, culpables.
Cambio de estudio
Las consecuencias de esto, por desgracia, son claras. Visceral Games cierra y otro estudio tomará el relevo bajo la dirección de EA Vancouver, que ya estaba colaborando en el proyecto. Asimismo, mientras que originalmente el juego estaba planeado para finales de 2018 o principios de 2019, ahora se queda sin fecha fija. Parece que lo van a rehacer todo de nuevo.
Kotaku ha ido un poco más allá investigando esta historia. Han tenido acceso a un correo interno que ha mandado Söderlund a los trabajadores. En él —sin pena ni vergüenza— les confirma que un nuevo estudio usará todo el material en el que han estado trabajando. No solo les quita el proyecto, sino que recicla su trabajo. No quiero ni imaginarme cómo les ha tenido que sentar eso a las decenas de trabajadores que han dedicado meses y meses de su vida a este proyecto.
Tampoco queda claro que va a pasar con Amy Hennig, ahora que el juego va en otra dirección. Un portavoz de EA también le ha dicho a Kotaku que se encuentran «negociando con ella su próximo movimiento». Ahora empiezo a entender por qué el juego se perdió el E3 2017. Ni año de Battlefront II ni pollas. La cancelación tiene que llevar en el aire desde junio, por lo menos.