Hace 48 horas nos preguntábamos qué iba a vender la Xbox Store de Londres tras todo lo que se ha atizado a Xbox One. Su conexión permanente y su DRM la hicieron objeto de debate. En Redmond, tras todo lo escrito y vertido, se lo han replanteado.
Estos son, resumidos, los cambios que tenemos:
No se requiere una conexión a Internet para jugar offline a los juegos de Xbox One – Tras conectar la Xbox One a Internet una primera vez, a partir de ahí ya no será obligatorio volver a hacerlo. Puedes introducir el disco y jugar sin ninguna conexión. No se requiere conexión de 24 horas y te puede llevar tu Xbox One donde quieras y jugar, al igual que en Xbox 360.
Cambiar, prestar, revender, regalar y alquilar juegos se hará tal y como se hace hoy. – No habrá limitaciones para utilizar y compartir juegos, funcionará como se hace hoy en Xbox 360.
Además de comprar un disco en una tienda, también puede descargar el juego desde Xbox Live el día de salida. Si eliges descargar el juego, podrás jugar offline tal como se hace hoy. Los juegos de Xbox One se pueden reproducir en cualquier consola Xbox One – no habrá restricciones regionales.
Estos cambios tendrán un impacto en algunos de los escenarios previamente anunciados para Xbox One. El intercambio de juegos funcionará como se hace hoy, simplemente compartiendo el disco. Los títulos descargados no se pueden compartir o revender. También, al igual que hoy en día, para jugar a juegos en disco, será necesario que el disco esté en la bandeja.
Señoras y señores, lo vamos a petar.
Sin duda, unos cambios que modifican totalmente el terreno de cara a navidades. Hasta hace poco la cosa estaba clara. Ahora mismo los dos principales argumentos estarían eliminados. ¿La cosa cambia, culpables?
Fuente: VG247.