Siendo Nintendo Switch region free, era más que evidente que esto de comprar juegos en la eShop japonesa iba a ser una delicia para los fans más frikis.
Nintendo Switch es region free. Es decir, que puedes comprar juegos físicos de cualquier lugar del mundo, y jugarlos en tu consola sin ningún problema. Pero, amigo mío, esto significa que podemos hacer como con las otras consolas del mercado: comprar juegos en la eShop japonesa (o americana) y jugarlos luego en nuestra consola.
Hacerlo es relativamente sencillo ya que como Nintendo Switch permite que tengamos hasta 8 cuentas diferentes en la misma consola, solo es cuestión de tener una cuenta propia en cada región para poder acceder a sus respectivas tiendas.
Una vez que nos hayamos descargado el juego en nuestra cuenta japonesa/americana, podremos pasar nuevamente a la cuenta principal, la europea, y jugar a los juegos desde allí.
Evidentemente el hecho de que estén en japonés puede suponer un problema, pero asegúrate de lo que compras antes de hacerlo porque, en muchas ocasiones, el juego ya está traducido al inglés en su versión de Japón. Y como el juego detecta directamente nuestra configuración regional, se colocaría directamente en inglés.
Por ejemplo, Voez, Blaster Master Zero, Othello, o incluso el Disgaea 5 Complete están en un perfecto inglés si te interesa comprar en la tienda japonesa. Y como este último, por ejemplo, va a llegar aquí en ese idioma, si eres de los que no tienen espera, ahí lo llevas.
Por desgracia, hay un par de salvedades en este asunto. La primera es evidente. Si compras el juego en otra región y no en la tuya, harás que las ventas en Europa bajen, por lo que esto hará que los juegos corran el riesgo de llegar sin traducción o directamente de no salir en nuestra zona por las «bajas ventas».
La otra es que no podemos compartir el saldo de nuestras cuentas. Cada una tendrá el suyo, así que, no esperes coger las sobras de una cuenta para dárselas a otra.
Así que, ya sabes, solo tienes que crearte una cuenta de la región que quieras, y ponerte a practicar el idioma de sus menús, para intentar saber con qué narices estás trasteando. Luego, todo es felicidad y amor a la hora de pillarse juegos que, a lo mejor, no llegarán a salir en nuestro territorio.