La ciudad de Oakland va a levantar la prohibición que actualmente impide que los ciudadanos jueguen a máquinas de pinball, y que ha estado vigente durante la friolera de ochenta años. No, no estoy de coña, estas pobres gentes no podían jugar a las máquinas de petacos, porque se les podía caer el pelo.
El problema se remonta a que, originariamente, este tipo de máquinas eran consideradas un tipo de juego de azar, y se incluyeron dentro de la ley que prohibía el juego. Ahora, el comité de seguridad pública de la ciudad se reúne para modificar la ley de juego, y por fin los pinballs volverán a estar dentro de la legalidad.
Curiosamente, este tipo de máquinas han estado prohibidas en muchas otras ciudades norteamericanas durante muchos años. Y no me refiero a pueblos llenos de rednecks, sino a urbes de la talla de Nueva York, Chicago o Los Angeles.
Este no es el único sinsentido relacionado con la diversión arcade y EE.UU, ya que hace un par de meses la ciudad de Marshfield, en Massachussets, eliminó la prohibición de jugar a máquinas recreativas de videojuegos.
No deja de ser curioso que en un país que te deja tener un pequeño arsenal de armas en casa, sea tan melindroso a la hora de permitir a sus ciudadanos echarse unos vicios en los recreativos. This is America.
Vía Arcade Heroes