Ya sabéis que yo tengo una Ouya, hice un espectacular análisis en la web y soy el centro de todas las bromas -cutres pero de buen corazón- del resto de la redacción, así que prefiero ser yo el que asuma la responsabilidad de arrearle un buen palo, que para eso le tengo cariño…
Aunque la cosa comenzó bien para la consola de los cien Dólares, algunos desarrolladores de Ouya han comenzado a airear públicamente el número de copias que se han distribuido de sus juegos, y el resultado es, como poco, descorazonador. Para que os hagáis una idea, Towerfall, el exclusivo más potente -y más exitoso- de la consola, tan solo ha conseguido colocar 2.000 copias, que a 15 Dólares por unidad, hacen un total de 30.000 machacantes.
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Por otro lado, el divertido y simpático Nimble Quest -ese juego que mezcla la serpiente con toquecillos RPG- ha conseguido colocar algo más de 6.500 copias de su versión gratuita, pero de la versión de pago solo se han vendido 122, lo cual les deja un beneficio de 422 pavos.
Recordemos que Ouya es una máquina aún joven, no tienen a nadie detrás y se enfrentan a auténticos gigantes con las manos casi desnudas. Sírvanos esta noticia como reflexión sobre si estamos haciendo lo correcto para ayudar a las nuevas corrientes del videojuego, culpables.
Fuente Edge