Overwatch, el nuevo shooter de Blizzard, no se ha librado de los cosplays que abundan hoy en día a esta industria. No lo decimos en términos peyorativos ni muchísimo menos, al revés: nos gusta ver como los videojuegos cada vez son más protagonistas.
Esta vez, han sido Tracer, Mei o Soldado 76 algunos de los personificados en la vida real. La mayoría de estos cosplayers son de origen japonés, como viene siendo habitual ya que son quienes más disfrutan de esta modalidad.
Los que más nos han gustado han sido los de Tracer, la heroína que es capaz de saltar en el tiempo y retrocederlo. También pensamos que el de Widowmaker está muy logrado y es muy similar al original, al igual que el de Soldado 76, que es, creemos, el más exacto al original.
Los cosplays pueden gustar más o menos. Mucha gente los defiende como pasión por los videojuegos o series, y es verdad, puesto que encarnar el personaje favorito no es otra cosa que pasión. Sin embargo, los contrarios a esta modalidad lo tachan de frikismo o fanatismo, o como «insano» incluso.
El cosplay es algo que se debe ejercer con total libertad y respetarlo si no somos afines a ello. Al fin y al cabo, es una modalidad más de expresión, y cualquiera debe respetarlo aunque no lo practique. Al igual que jugar videojuegos: la eterna batalla del friki incomprendido.
Recordemos que ayer mismo se detallaron los precios y el contenido de las microtransacciones de Overwatch, las cuales incluirán únicamente elementos de personalización para personajes. Bueno, porque no desequilibrará el metagame, pero malo porque se queda un poco corto en cosas que ofrecer.
Recordar también que las historias de Overwatch se están tratando a modo de cortos, con el llamado «héroe» como el último de ellos. Nos está encantando todo el universo que rodea Overwatch, ¿y a vosotros?.