Blizzard venía avisando que pronto revelarían a un personaje homosexual entra las filas de Overwatch, y finalmente lo ha hecho a través de un cómic navideño.
Blizzard sabía que se iba a meter en berenjenales cuando anunció que uno de sus personajes de Overwatch era abiertamente homosexual. No por el hecho de hacerlo, sino por que si ya le han llovido críticas y hostias al estilo «caranchoa» por el traje de navidad de Mei, imaginaros la que le puede caer por hablar de la orientación sexual de un personaje.
Pues bien, fiel a su estilo, la compañía ha publicado el último cómic del año: Reflejos, con un estilo muy navideño, en el que este misterio se desvela, y finalmente el personaje que ha «salido del armario» ha sido Tracer. Lo vemos cuando, tras recibir un regalo de una tal Emily, esta le da un beso y comparten la navidad juntas con Winston.
Evidentemente, reacciones ha habido de todo tipo. Por suerte o por desgracia, la balanza queda más o menos equilibrada entre aquellos que se alegran por la normalización de un colectivo que suele estar desaparecido en los videojuegos y los que han decidido prenderle fuego a Overwatch por semejante afrenta social y religiosa. De todo tiene que haber en este mundo.
Sin embargo, esta decisión no está hecha al azar. Los personajes de Overwatch no son simples armas de disparar, proteger, esquivar o apoyar. Cada uno de ellos tiene un trasfondo que los hace únicos y que consiguen que le cojas apego o tirria. Y por eso, que un personaje sea abiertamente homosexual no es un mero detalle más, sino otra pieza del entramado que es la historia de cada uno de ellos.
No solamente se trata de una descripción en la que podamos leer «personaje tipo A o B, con un pasado penita y que es gay», sino que hay un porqué, unas razones y una relativa complejidad entorno al mundo de ese personaje.
Que la «elegida» haya sido Tracer no es, ni por asomo, casual. Ella es uno de los iconos de Overwatch, y ha sido también el centro de críticas por determinadas poses en las que algunos opinaban que sexualizaba a un personaje que tenía carisma de por sí (no entraremos a valorar si tenían razón o no). Esta «decisión» posiblemente ni haya sido nueva ni se haya tomado sobre la marcha, pero ya nos aseguran que el universo de Overwatch es muy grande, y que puede que ella no sea la única homosexual del grupo.
¿Qué opináis, culpables? ¿Es importante, irrelevante o un detalle de agradecer lo que ha hecho Blizzard?