Los 16 bits de SEGA recibieron en 1993 un plataformas de acción de la mano de Konami con una zarigüeya llamada Sparkster armada hasta los dientes.
Toca volver a principios de los años 90s, recordados por la encarnizada guerra entre propietarios de Super Nintendo y Mega Drive. En esta ocasión rememoramos a Rocket Knight Adventures para los 16 bits de SEGA que pusieron los dientes largos a los defensores del “cerebro de la bestia”. La legendaria Konami se sacaba de la chistera un marsupial llamado Sparkster, que gracias a una armadura con cohetes y una espada mística, nos haría experimentar uno de los mejores plataformas de acción de la época.
Con una jugabilidad exquisita y un nivel de dificultad en sus últimos niveles sólo apto para los más expertos jugadores, Rocket Knight Adventures se ha convertido en una de las grandes joyas exclusivas que atesora Mega Drive. Es fresco, fluido y técnicamente brillante, que posteriormente recibiría su secuela con menos éxito que esta primera entrega.
Sparkster, un extraño animal con cohetes en el cinturón
Nos situamos en el mundo de Elhorn, reino de Zebulos, donde encontramos a un aguerrido grupo de soldados de élite que se vale de armaduras con propulsores y blanden espadas místicas contra el ataque del imperio de Devontidos. Su emperador Devligus, aliado con Axel Gear, un Rocket Knight corrompido por el poder, han secuestrado a la princesa Sherry para obtener la codiciada Llave del Sello. Es entonces cuando tomamos el control de nuestro amigo Sparkster para impedir esta amenaza.
A lo largo de sus 7 fases, se combinan plataformas clásicas con frenética acción que recuerda a la franquicia Mega Man, la saga Metal Slug o al mítico Gunstar Heroes. Por si esto fuera poco, Rocket Knight Adventures incluye partes de shoot’em up homenajeando claramente a Gradius, otro de los grandes de la era Konami.
El ritmo del juego no decae en ningún momento y la variedad de sus fases mantiene al jugador vigilante durante todo su desarrollo. También harán acto de presencia las típicas etapas de agua o un agitado viaje en carretilla que un año después veríamos más inspirado en Donkey Kong Country.
Rocket Knight Adventures trata sobretodo de saltar y atacar. Nuestra mochila propulsora es capaz de lanzarnos por los aires para alcanzar un punto elevado o hacernos salir disparados rebotando contra las paredes. Armados con nuestra espada mística, lanzamos ondas a corta distancia para acabar con nuestros enemigos, que dicho sea de paso, tendremos jefes de mitad y final de fase por aniquilar.
La curva de dificultad es progresiva según avancemos. Las cuatro primeras pantallas son exigentes pero factibles para el jugador medio, mientras que a partir de la quinta nos va a hacer sudar auténtica sangre. Tendremos que calcular saltos de forma precisa o sentiremos el abrazo de la muerte con un solo toque, además de sufrir los más complicados enemigos que requerirán que memoricemos a la perfección sus patrones de ataque. Sin duda es un reto excelente para los amantes de lo irrealizable. Por si os pica el gusanillo, debéis saber que según la región del cartucho se ofrecían modos de dificultad diferentes, siendo la japonesa y la europea las más complejas con su nivel Crazy Hard desbloqueable usando un truco. Las pantallas de introducción también tenían sus diferencias tal y como te mostramos en nuestro gameplay cortesía de @Cardona.
Su apartado gráfico y sonoro es una vez más sobresaliente. Los sprites son coloridos y detallados, con un tamaño generoso y animaciones que se ven pulidas. Los escenarios lucen con multitud de planos de scroll que consiguen dotar al juego de profundidad. Mención especial para los enemigos finales que casi ocupan la totalidad de la pantalla y gozan de efectos y variados elementos en su composición.
Mega Drive recibió un año después su secuela bajo el título Sparkster: Rocket Knight Adventures 2 con un éxito menor, mientras que Super Nintendo consiguió su propia versión de Sparkster que compartía portada y banda sonora, pero que al uso era un juego diferente. Los años siguieron pasando hasta que en 2009, Konami junto al estudio Climax Group, resucitaron al marsupial en Rocket Knight para Xbox 360, PlayStation 3 y Steam. La zarigüeya también protagonizó algunos cameos en Ganbare Goemon 2 de SNES o Snatcher para Mega-CD, pero nunca repetiría la gloria de su primera aparición.