Un abatido Sherlock Holmes se enfrenta a uno de sus enemigos más despiadados en uno de los mejores episodios que nos ha brindado la brillante serie británica.
Bueno, BUENO, culpables. Sherlock lo ha vuelto a hacer. Nos ha vuelto a dejar con el culo torcido y tres pares de narices con «El detective mentiroso«. Si el anterior episodio tuvo un final de infarto, todo lo que ha pasado en este 4×02 es para que nos ingresen directamente en el hospital. Me atrevo a afirmar rotundamente que estamos ante uno de los mejores capítulos de la serie, mucho mejor que su predecesor.
Una vez más, el complejo guion ha conseguido engañarnos y llevarnos por donde quería, haciéndonos creer una cosa para luego descubrir lo equivocados que estábamos. Y cuando ya pensábamos que todo había acabado, zasca, final explosivo para dejarnos con los dientes largos hasta la semana que viene.
(¡Atención, spoilers a partir de aquí!)
El arte del engaño
Sherlock Holmes nos ha vuelto a engañar. Los eventos producidos en el anterior capítulo han afectado terriblemente a nuestro querido protagonista, haciéndole recaer en las drogas. Esto nos presenta el capítulo más psicodélico hasta la fecha, donde no podemos fiarnos de nada de lo que vemos, ya que ni él mismo tiene claro qué es real y qué no. La gracia estará en intentar averiguarlo, aunque el final sea tan imprevisible que ni de coña podíamos adivinarlo.
No es la primera vez que el detective más famoso de Londres nos la juega de esta manera. El golpe maestro lo lanzó en «La caída de Reichenbach», en la segunda temporada, donde nos hizo creer que había muerto y luego estaba de parranda. Por lo tanto, desde el principio tenía la sensación de que todo lo que estaba sucediendo era un plan de Sherlock. No iba del todo desencaminada, pero me ha sorprendido ver que era Mary la que estaba detrás del plan en realidad.
Aunque, después de todos los sacrificios de Sherlock y viendo la escena final, no parece que lo de «salvar a Watson» haya salido bien del todo. La maestría del guion al hacernos creer que todo había acabado para soltarnos el mayor bombazo del episodio ha sido sublime. Una estaba ya relajada, viendo el epílogo tan feliz, y casi se me atraganta la merienda cuando se ha revelado todo el percal.
Grandes personajes y grandes actuaciones
Tras tantos flashbacks, flashforwards, alucinaciones y movidas extrañas, además de marearnos bastante hemos conocido a un nuevo personaje que sacudirá todos los cimientos de la serie: Eurus Holmes, la tercera hermana Holmes que además los supera en nombre raro. ¿Dónde ha estado todo este tiempo? ¿Qué relación tiene con Moriarty?
Me ha chirriado un poco que Sherlock no se diese cuenta de que la psicóloga era la misma persona que había acudido a su casa de Baker Street unos días antes, tan observador que es él. El motivo será la poca atención que presta a las caras de la gente, como indicaba Watson en el anterior episodio. Y las drogas también habrán afectado en algo, digo yo.
Pero hablemos de la gran estrella del capítulo: Culverton Smith, genialmente interpretado por Toby Jones. Ya se echaba de menos a un enemigo a la altura de Sherlock, y el despiadado emprendedor no ha decepcionado. Sí que me ha fastidiado que sea un villano de un solo episodio, ya que esperaba que fuese un hueso más duro de roer. Aún así toda su trama ha sido brillante, con esas conversaciones ambiguas en las que no sabías si estaba de coña o declarando ser un asesino en serie. Esta duda nos acompaña durante todo el episodio hasta su confesión, pero hemos llegado a temer hasta por la vida del pobre Sherlock durante el proceso. Una gran actuación por parte del señor Jones, llegando a dar auténtico miedo en sus escenas finales.
Benedict Cumberbatch y Martin Freeman han estado impecables en su actuación una vez más, e incluso parece que mejoran en cada capítulo. Cada personaje ha llevado la pérdida de Mary a su manera, Watson refugiándose en sí mismo y Sherlock acercándose a la locura. No sé que nos depara el 4×03, pero si siguen mejorando en sus actuación me da que van a arrasar en todos los premios de televisión de este año y el que viene. Mención especial a la señora Hudson (Una Studds) y al cochazo de su exmarido narcotraficante, of course.
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Lo que nos depara el futuro
El anterior episodio ya sentó un poco las bases de lo que nos deparaba esta temporada con la muerte de Mary, pero creo que nadie se esperaba los bombazos lanzados en este capítulo. La aparición de una tercera hermana Holmes, que encima no parece muy simpática ni agradable, ha puesto todo patas arriba. Además, su pista en la que se puede leer «Miss me?» deja claro que está relacionada de alguna manera con Moriarty y su plan.
No quiero dejar pasar la mención a Irene Adler, La mujer. Todos sabíamos que no estaba muerta. Todos menos el pobre Watson, que siempre se entera el último de estas cosas. Para mí este ha sido uno de los personajes más interesantes de la serie, y considero el episodio dedicado a ella («Escándalo en Belgravia») uno de los mejores con diferencia. Así que, si volvemos a verla en la serie, sería una grata sorpresa y pondría las cosas (aún) más interesantes. Además, sé que todos estáis deseando ver más de cerca su curiosa relación con Sherlock, pillines.
Solo queda un episodio para terminar esta temporada (que injusto es esperar tanto tiempo para tres míseros capítulos) pero el nivel está por las nubes. Sin duda esta entrega ha destacado por sus giros de guion, sus actuaciones, sus inteligentes diálogos y su maestría para manipularnos y hacernos creer algo que no es. Y por su sorpresa final, claro. La semana que viene podremos ver «El problema final», con un prometedor título que deja caer que la batalla contra Moriarty se acerca a su fin. ¿Será también el fin de la serie? Esperemos que no.