Sonic Athletics es una de esas rarísimas excepciones en las que nos encontramos a Sonic en los salones arcade, y es que sed sinceros, ¿a quién no le extraña encontrarse con el erizo azul en formato recreativa? Lo bueno es que cuando ocurre, lo suele hacer de formas bastante atípicas y sorprendentes.
Si nos diesen un diccionario y nos dijesen que escogiésemos una sola palabra de entre todas las habidas y por haber como sinónimo de Sonic, esa sin duda alguna sería velocidad. Y por eso mismo en este caso nos vamos a encontrar con un título basado íntegramente en la velocidad. O mejor dicho, los japoneses son los que se encuentran con, porque este juego jamás ha salido de las fronteras niponas. Tan exclusivo es este juego, que tan sólo se puede encontrar en el parque temático Tokyo Joypolis.
Por el nombre del juego ya habréis adivinado o supuesto que el mismo va a tener un marcadísimo carácter deportivo, pero vamos, ríete tú de los Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Villarriba del Conejar, porque en Sonic Athletics sí que vais a tener que sudar (nunca mejor dicho) la gota gorda sí queréis llegar a ganar alguna carrera.
Este juego está pensado para motivar a que hagan ejercicio los aficionados del erizo azul, es decir, que este juego está pensado para los que no entrarían a un gimnasio ni aunque regalasen una Dreamcast al matricularse.
Al tratarse de un título arcade no esperéis una grandiosa variedad de modos de juego, porque sólo habrá tres: 100 metros lisos, 110 metros lisos y salto de longitud. Nuestra misión en el juego será la de hacer correr a nuestro personaje hasta la línea de meta en primer lugar. ¿Y cómo hacemos esto? Pues muy sencillo, corriendo. Pero no dándole al botoncito de correr, si no corriendo de verdad. El único controlador que nos encontraremos en el mueble es una cinta de correr (muy similar a las de los gimnasios) en la que deberemos correr nosotros mismos para jugar. En resumen, que puede que estemos ante el único juego en el que Sonic no sea el personaje más rápido de todos.
Correr, correr y correr, eso es todo lo que podremos hacer en el juego además de sudar como si no hubiese mañana, aunque bueno, también podemos acabar con un flato mortal.
Lo bueno del juego es que nos invitan a jugarlo con acompañantes para que sea más divertido (o para que puedan llamar al 112 en caso de que nos de un tabardillo de tanto correr), y es que la máquina nos permite jugar hasta ocho personas a la vez. Cada persona jugaría-correría con un personaje propio, aunque en este caso no se pueden elegir porque cada personaje va asignado a una de las calles (cintas de correr) de la máquina. Los ocho en total, contando a Sonic son: Tails, Knuckles, Amy, Shadow, Metal Sonic, Silver y Blaze.
Todos estos viejos conocidos del universo Sonic se han confabulado para que usemos algo más que nuestras manos para jugar a los videojuegos.
Al tratarse de un juego exclusivo para el mercado nipón no podemos asegurar el éxito que ha tenido, ¿pero qué pensáis que pasaría por aquí? ¿Cosecharía un éxito abrumador o terminaría olvidado y lleno de polvo en algún rincón?