Splatoon 2 llega en verano para Nintendo Switch, pero en GuiltyBit ya hemos podido probarlo. Nos os perdáis nuestras primeras impresiones.
Splatoon 2 es sin duda uno de los juegos más importantes del catálogo que tendrá Nintendo Switch en sus primeros meses de vida. Será uno de esos juegos que tendrán que convencer a la gente para que paguen o no el nuevo online de Nintendo. Por este motivo, las primeras impresiones que genere en el público pueden tener demasiado peso sobre el futuro tanto del juego como de la consola.
Solo llegué a probar el primer Splatoon un par de veces. Pero fueron suficientes para saber qué proponía y cómo lo proponía. Splatoon tenía mucho de un shooter al uso, al menos en su esencia. Nintendo supo darle un lavado de cara y maquillarlo con ese toque desenfadado característico de la gran N. Y en esa combinación, se convirtió en un título que ofrecía algo lo suficientemente nuevo como para parecer original; pero lo suficientemente conocido como para que quien hubiera jugado a un shooter no estuviera perdido.
Continuista, pero con buena base
Splatoon 2 sigue con esa idea de emular a los shooters tradicionales, aunque lo hace de una forma un poco negativa. Mientras que Splatoon fue un golpe sobre la mesa, porque innovaba y era algo nunca visto, Splatoon 2 es puro continuismo. Exactamente igual que hacen los shooters de una entrega a otra, no hay demasiadas variaciones más allá del mapeado y el aspecto gráfico.
Los personajes son los mismos, las armas son casi las mismas y, claro, la forma de jugar es la misma. Si en lugar de llamarse Splatoon 2 se hubiera llamado «Splatoon Deluxe», a nadie le habría sorprendido. Es más, habría sido el acompañante perfecto de Mario Kart 8 Deluxe.
Pude jugar dos partidas en las oficinas de Nintendo. Una con el mando Pro y otro con los Joy-Con acoplados a la consola. Tanto en uno como en otro el juego se controlaba bien, solo hacía falta acostumbrarse a cada uno. El problema que le vi se debía a que, en las partidas que yo jugué, la función del giroscopio estaba activada y no se podía quitar. Así que para mover la retícula de disparo tocaba mover el mando o la consola.
Qué os voy a contar, era otro de esos que hace Nintendo para intentar ir más allá pero que acaba siendo desterrado por poco práctico. No lo digo con inquina, pero vaya, que intentar acertar a alguien apuntando con la retícula era más difícil que pasarse Dark Souls 3 con los pies.
Pero superado ese hándicap, Splatoon 2 apunta a ser un juego ágil. La mecánica de no tener que fijarte solo en el rival sino también en cuánto terreno manchado de tinta tiene tu terreno, me gusta. No será nuevo y puede que tampoco sea innovador, pero sigue teniendo un aire novedoso. Un nosequé que te incita a pensar que estás jugando a algo diferente. Aunque también puede que fuera por mi falta de experiencia con el primer título.
Muy pocas novedades
Eché de menos que, al menos, hubiera partidas más grandes y con más jugadores, ahora que la potencia de la consola lo permite. Qué menos que llegar al estándar de 12 contra 12. Quizá en esos entornos pequeños, 4 jugadores sean suficientes. Pero precisamente porque esto es una secuela, ser algo más ambicioso le hubiera venido bien. Cierto que aún queda mucho por delante, así que habrá que ver. Que todavía puede cumplirse, al igual que otras muchas novedades. Aunque si no lo han mostrado todavía, raro me parece.
También eché de menos una mayor variedad de armas. Entiendo que al tener que estar todo basado en tinta no es tan fácil como en los juegos bélicos. Que al fin y al cabo en esos solamente pones un nuevo modelo de arma y a correr. Pero que sea difícil no debería ser excusa. Pero como antes, tampoco aquí puedo ser categórico. No he visto la totalidad del juego.
Y lo que he visto, tampoco he podido verlo con la profundidad con la que me hubiera gustado. Tengo fe en que Nintendo tendrá dos dedos de frente como para introducir las suficientes novedades en Splatoon 2. Pero si algo sé tras vivir el lanzamiento de 3DS y Wii U es que Nintendo es capaz de lo mejor y de lo peor.
También queda pendiente ver si Nintendo aprendió la lección. Splatoon fue un muy buen juego pero que llegó cojo a las tiendas. Con el apoyo constante de Nintendo, el juego fue mejorando con el paso de los meses. Si aún en ese estado llegó casi a los 5 millones de unidades vendidas, con un lanzamiento potente tiene potencial para igualar en cifras al próximo Mario Kart.
En su momento, dijimos en esta loca casa que «los nuevos contenidos [de Splatoon] serán vitales para saber si estamos ante un imprescindible o ante un juego que quiso llegar a ser algo grande pero no le dejaron». Se puede decir lo mismo de Splatoon 2.