STRAFE es un juego que está deseando que vuelvas a casa de tu vecino a jugar Doom con su flamante 486. Reconoce que tú también lo hacías, y si no, es porque eras el que ponía el ordenador para jugar a Wolfenstein, Quake, Duke Nukem y todos esos FPS que tan de moda estuvieron en la decada de los 90. Sus guiones, la verdad, no iban para Oscar, y se limitaban a «tira p’alante y MATA». Tampoco es que necesitáramos nada más, no te voy a mentir.
En fin, que me lío. STRAFE, eso, que quiere que metas tiros por doquier, y cuanto más gores mejor. Si os digo la verdad, no sé si el juego va a cuajar a estas alturas de la película, pero tan solo por el tráiler que os traigo en esta noticia, merece ser nominado a los GOTM (Games of the Millenium) que me acabo de inventar. Por favor, poned esta pieza en bucle contínuo hasta que se os salgan los ojos.
Si esto no representa la esencia, no solo gamer, sino social, de esa transición de los años 80 a los 90, nada lo hará nunca. Por el amor de dios, si hasta el hermano mayor se parece a Bocazas, el de Los Goonies.
Si sois gente de bien, que lo sois, deberiais correr hacia la campaña que los creadores del juego, Pixel Titans, han comenzado en Kickstarter. Hasta el ilustrísimo padre del género, John Romero, ha reconocido que STRAFE es la leche. Y quiénes somos nosotros para contradecir al bueno de John, ¿no?