Sin duda alguna, Mario es uno de los personajes que más videojuegos ha llegado a protagonizar, pero, de entre todos ellos, ¿nos atreveríamos a elegir cual ha sido el mejor de todos? Pues sí, al menos yo, me atrevo, y he decir, que según mi punto de vista, el mejor juego de Mario, sin duda alguna es, Super Mario Bros. 3.
Super Mario Bros. 3 bebe de la esencia más perfecta de los juegos de plataformas. Enemigos variados y en suficiente cantidad como para suponernos un reto, saltos imposibles para salvar obstáculos, y lo más importante, una jugabilidad endiabladamente perfecta. La curva de dificultad del juego es más que adecuada, haciendo que cada nueva pantalla a la que tengamos acceso sea un auténtico reto para nuestros pulgares y nuestro ingenio, sin llevarnos nunca (bueno, en algún momento sí) a la locura por no poder superar alguna pantalla en concreto.
Y es que, aunque hay pantallas realmente difíciles, durante el desarrollo del juego disponemos de distintas vías por las que adquirir vidas extras (las famosas 1UP con forma de champiñón verde), encontrándolas escondidas en bloques (los cuales pueden estar ocultos), cada vez que recolectamos 100 monedas, y otras formas, como conseguir cartas al final de cada pantalla, que según como combinemos nos darán más o menos vidas. Y aun queda alguna otra forma de conseguir vidas. Eso sí, tened en cuenta que cuanto más progresemos en el juego, más difícil será obtener “ayudas”, lo que hace especialmente importante conseguir todo lo posible al comienzo del juego.
Lo más atractivo e importante de este juego son las suculentas novedades con las que nos encontramos, que de un modo u otro, han calado fuerte en la franquicia Super Mario (entiéndase que me refiero únicamente a los juegos de plataformas, tanto en 2D como en 3D), quedando implantadas para siempre:
– Mapa. En cada mundo del juego, disponemos de un mapa (doble en algunos mundos), por los que incluso podemos buscar rutas alternativas.
– Casetas de juego. En cada mapa nos encontraremos unas “pantallas” especiales donde conseguir recompensas. Unas, con formas de champiñón, donde tendremos que escoger uno de los tres cofres que nos dan a elegir para conseguir power-ups. Y las otras, con forma de naipe, donde deberemos formar una seta, una flor de fuego o una estrella en una especie de “tragaperras” para conseguir 2, 3 ó 5 vidas extras respectivamente. De hecho, aun habría un tipo de caseta más, de aparición aleatoria. Tiene forma de naipe, pero de fondo rosa, y en ella, debemos emparejar cartas. Cada vez que encontremos la pareja de cartas, obtendremos lo que tenga dibujado, ya sean power-ups (que irán al inventario), monedas, o vidas.
– Hermanos Martillo. Aunque son unos viejos conocidos del primer Super Mario Bros., estos enemigos volvieron con distintas versiones, los hay que incluso lanzan boomerangs, aunque lo más novedoso de ellos es que también están sueltos en el mapa, provocando con nuestro encuentro, un “duelo” en el que al salir victoriosos, obtendremos un power-up.
– Inventario. Los power-ups que vamos consiguiendo en las casetas de juego o en los enfretamientos con los Hermanos Martillo no son de uso inmediato como cuando conseguimos una flor de fuego de un bloque, si no que se nos van almacenando en un inventario al que tenemos acceso mientras estamos en el mapa de cada pantalla. Y aunque sea de un modo algo ligero, le da cierto toque estratégico al juego.
– Mundos. La variedad de entornos es abrumadoras, siendo este, el primer Super Mario con pantallas adaptadas y exclusivas a cada mundo.
- Mundo 1: Estándar. No tengo muy claro como denominarlo, pero sería el mundo con los escenarios más típicos de Mario.
- Mundo 2: Desierto. Soleados océanos de arena, construcciones inspiradas en pirámides, e incluso catacumbas de pirámides, nos esperan en este mundo.
- Mundo 3: Acuático. Casi todo en este mundo serán pantallas submarinas, y las que no, tendrán el agua como protagonista. Nos encontraremos incluso pantallas en las que la “marea” suba y baje. Además, como extra, podremos coger una barca para ir a una zona secreta, inalcanzable de otro modo, y acceder a dos casetas de power-ups.
- Mundo 4. Gigante. Como es lógico, en este mundo nos encontraremos con obstáculos (bloques) y enemigos, tres veces más grandes que su tamaño habitual.
- Mundo 5. Cielo. Aunque empiece como el primer mundo, lo que parece ser una pantalla especial, es en realidad una Torre de Babel que nos termina dando acceso a la segunda parte del mapa, que se encuentra sobre las nubes. Sin duda alguna, uno de los mundos con los niveles más complicados.
- Mundo 6. Hielo. Este mundo, os dejará helado (ejem, sí, sé que ha sido una broma muy mala). En él, lo más novedoso es que al intentar detenernos o andar en otra dirección, si estamos sobre hielo, patinaremos. Por supuesto, también nos econtraremos con monedas y enemigos congelados, a los que habrá que descongelar.
- Mundo 7. Plantas. Un mundo ambientado con uno de los enemigos que más odio de la franquicia Super Mario, las Plantas Carnívoras. Junto con el Mundo Cielo, uno de los más complicados, pero también, de los más divertidos gracias a un “power-up” exclusivo.
- Mundo 8. Infierno. No se me ha ocurrido otra forma de describirlo. Un mundo envuelto en llamas, asolado por la guerra (tenemos incluso pantallas ambientadas en tanques y buques de guerra), y sumido en la más absoluta oscuridad y desesperación. Por supuesto, es el último mundo, donde nos espera Bowser.
– Power-ups. Si por algo es divertido jugar a Super Mario, es por poder disfrazarte, bueno, y por más cosas, pero ver a Mario disfrazado, también es divertido.
- Estándares. Setas para hacernos grandes y Estrellas para adquirir una invencibilidad temporal, como en todos los Super Mario.
- Flor de Fuego. Como ya sabemos, para poder disparar bolas de fuego.
- Hoja Mágica. Una hoja que nos da orejas y cola de mapache y que, ¡atención!, tras coger carrerilla nos permite volar. Tras saltar, también podemos planear.
- Rana. Disfraz de rana que permite a Mario moverse libremente por las pantallas submarinas. Muy eficaz en el Mundo 3.
- Hermano Martillo. Sí, habéis leído bien. Podemos vestirnos con la misma armadura que los Hermanos Martillo, y como no, lanzar martillos a nuestros enemigos.
- Tanooki. Uno de los disfraces más esperpénticos y divertidos que jamás he visto a Mario. En realidad es un disfraz de mapache (de cuerpo entero a diferencia del de la Hoja Mágica). Además de poder volar y planear, pulsando [abajo] y [B] al mismo tiempo, nos transformamos en una especie de estatua budista (temporalmente) de la que los enemigos pasarán de largo sin hacernos ningún tipo de daño.
- Mario Bota. No es un power-up al uso, me explico. En realidad, se trata de un enemigo en particular, unos mini-goombas que van montados en una bota que va a cuerda (¿¿¿???) y que al matarlos al saltar sobre ellos, dejan caer la bota, la cual, puede ser tomada prestada por Mario, haciendo uso de un salto más alto, un poco más de rapidez, y de su habilidad estrella, poder saltar sobre las Plantas Carnívoras de las tuberías y matarlas, y poder andar sobre las otras como si fueran simple suelo.
Por favor, perdonadme por lo que acabo de hacer, pero es que consideraba totalmente necesario describiros las principales novedades (y características) de Super Mario Bros. 3 respecto de sus antecesores. Y es que, no es un Super Mario cualquiera, puede que ni siquiera sea el mejor, pero es que para mí, es el mejor Super Mario.
Cierto que el reciente Super Mario Galaxy (y su secuela) o Super Mario 64, son dos juegos que están a un gran nivel de calidad, pero no llegan a transmitir la misma magia. Incluso Super Mario World, que le anda muy cerca, creo que pueda compararse.
Hay que tener en cuenta que NES era una consola muy limitada técnicamente y que juegos como Super Mario Bros. 3, exprimían todo su pontencial.
Posteriormente a su salida en NES, se incluyó en el Super Mario All-Stars de Super Nintendo, con gráficos rediseñados, al estilo Super Mario World. Y varios años más tarde, se reeditó en Game Boy Advance bajo el sobrenombre de Super Mario Advance 4, para mí, la versión más fiel a la original. En esta versión, al terminar el juego (posee opción de guardado), nos permite revisitar todas las pantallas del juego del modo que queramos, e incluso, en algunas de ellas, nos encontraremos con la posibilidad de activar determinados retos.
Y como no, para quien guste y tenga oportunidad, os aconsejo que os deis un paseo por la Tienda Virtual de Wii y os descarguéis esta joya atemporal en su versión original.
The princess is in another castle… ¬¬