Need for Speed es una de la sagas más famosas de conducción y esta semana hemos tenido alguna que otra noticia relacionada con el reinicio de la misma, así que ni corto ni perezoso me he lanzado he echado la vista atrás para rememorar los orígenes de una de las sagas más prolíficas de EA. Aunque la verdad es que parece que hoy en día no sabe captar nuestra atención como lo ha hecho en otras ocasiones.
Corría el año 1994, una época en la que Electronic Arts era una empresa boyante y con un futuro prometedor (¡Ay, que me da la risa!) y se dedicaba a comprar estudios por todo el mundo para integrarlos en su estructura interna. De una de esas compras nació el estudio que pasaría a conocerse internacionalmente como EA Canada, los mismos que parieron aquel ya lejano y primer The Need for Speed.
Desde el primer momento, y a diferencia de los títulos de la saga que están basados en el tuning, la clave de este título fue el de ofrecer una total experiencia de simulación a los jugadores. EA no buscaba producir un título arcade, si no que pretendía que el juego fuese lo más real posible. Este concepto fue llevado a cabo de tal manera que incluso los vehículos con los que podíamos jugar estaban totalmente licenciados, es decir, que eran replicas de coches que existían de verdad.
Hoy en día estamos más que acostumbrados a que un juego de carreras incluya vehículos reales (si hasta lo hemos visto en Mario Kart 8), pero no os penséis que en aquella época era algo precisamente muy habitual, si no más bien todo lo contrario. De hecho se podría decir que gracias a Need for Speed se “estandarizó” el uso de vehículos reales en la mayoría de juegos de conducción.
Lo bueno de este es que no sólo incluía vehículos reales, si no que el aspecto de los mismos (tanto interior como exterior) estaba recreado a la perfección, y lo mismo pasaba con la conducción, la cual podía llegar a variar drásticamente de un vehículo a otro. Todo esto gracias a que se tuvieron en cuenta las distintas características mecánicas de todos y cada uno de los vehículos que se incluyeron en el juego.
Nuestra misión en el juego como podréis imaginaros es la de ganar todas las carreras posibles quedando en primer lugar, y es que ese era el modo de conseguir nuevos vehículos y circuitos en los que poder correr. Para poder ganar no penséis que únicamente debíamos adelantar a nuestros contrincantes, si no que también deberemos escapar de la policía.
En este primer título ya se incluía a la policía como enemigos en el juego, los cuales intentarán por todos los medios posibles interrumpir nuestra participación en la carrera para ponernos un multazo de los que te fastidian el final de mes. Y claro, si esto llegaba a ocurrir sólo tenía una consecuencia posible… GAME OVER.
Como curiosidad creo que merece la pena comentar un pequeño detalle que tal vez sea desconocido para la inmensa mayoría, y es que casi todos conocimos este juego gracias a las versiones de PlayStation, Saturn y PC (ojo, para MS-DOS). El tema es que las versiones de las consolas de 32 bits llegaron con casi dos años de retraso respecto de la original (un año más o menos en el caso de la versión PC), ya que el juego fue lanzado originalmente para uno de los sistemas de 32 bits que no sobrevivió a la cruel batalla que tuvo lugar hace años, la 3DO de Panasonic. Desde luego, cuando se ponen en plan visionario en EA no hay quien les gane.
Y llega la hora de la verdad, culpables, ¿qué pensáis sobre Need for Speed? ¿Pensáis como yo que con cada nueva entrega han perdido parte de su gancho o que sigue siendo una saga fresca? ¿Y qué esperáis del futuro reinicio de esta añeja saga?