Es triste observar cómo grandes joyas del videojuego no traspasan fronteras y los churros, oye, nos los comemos todos. Este es el caso de Wii Mini, un pequeño engendro made in Nintendo que parecía que se iba a quedar en Canadá, pero no, finalmente llegará a las tiendas españolas el 27 de marzo.
No nos gusta Wii Mini porque es una Wii a la que se le han quitado funcionalidades que creemos importantes. Despídete de la resolución 480p, despídete de poder usar tus partidas en Wii U y sobre todo, di adiós a cualquier funcionalidad online, porque sencillamente Wii Mini carecerá de conexión a internet en una época en la que hasta los frigoríficos pueden navegar.
Se supone que lo bueno de esta consola es un precio competitivo, pero todo hace presagiar que de 100 Euros no va a bajar la cosa, por lo que por un puñado de Euros más podemos conseguir una Wii «normal» y disfrutar de una experiencia plena.
Está bien que lleguen todos los productos hasta nuestras tierras, pero que traigan también lo bueno, y no solo los experimentos…