Electronic Arts y Porsche no renovarán su contrato de colaboración después de más de 15 años de acuerdo. ¿Quién se beneficia de esto? Nosotros, los jugadores.
Parece que la larguísima relación que une al fabricante de coches Porsche con la desarrolladora de videojuegos Electronic Arts podría estar a punto de llegar a su fin, para alegría de los amantes de la marca alemana que -casi- siempre se quedan sin ver estos bellos vehículos en buena parte de los juegos de carreras.
Según adelanta el portal alemán SpeedManiacs, el acuerdo entre ambas empresas expiraría este mismo año y no parece que Porsche esté muy por la labor de renovarlo. El jefe de la rama de entretenimiento en Porsche (hay cargos para todo) ha confirmado que «el acuerdo se termina este año, ya que la situación no era deseable para ninguna de las partes«.
Electronic Arts firmó el contrato de colaboración con la compañía allá en el año 2000 y el primer juego que se aprovechó de este contrato fue Need for Speed: Porsche 2000. Los motivos de esta no renovación del acuerdo entre ambas partes no se han aireado de manera pública, aunque a Porsche no le hace gracia que la mayor parte de simuladores tiren de la marca Ruf por la imposibilidad de subcontratar la marca genuina a EA, si bien algunos títulos poderosos como Forza han tirado en ocasiones de billetera para hacerlo. Ruf es una marca germana que utiliza chasis de Porsche y añade sobre ellos piezas propias, por lo que Alemania considera a este fabricante un ente independiente de la famosa casa de deportivos teutona.
Sea como fuere, los millones de fans que tiene el mundo del automovilismo en el videojuego estarán locos de contentos ante la posibilidad de poder conducir estas joyas de la conducción en sus títulos favoritos. Los desarrolladores de Project Cars, por ejemplo, o el mismísimo Yamauchi de Gran Turismo ya han expresado su deseo de poder contar con la marca Porsche en sus juegos, si así lo quiere la empresa.