Vampiros, sardinas y mucho «Dood» se unen en el análisis de Disgaea 4 Complete + para enseñarnos la grandeza del Hades.
Si nos dijeran que un vampiro dejaría de tomar sangre humana para darse un festín de sardinas, ricas en Omega 3, no nos lo creeríamos. Eso sería, claro está, si no conociésemos la saga Disgaea, puesto que el vampiro Valvatorez y esta curiosa peculiaridad son de sobras conocidas ya. Y como su grandeza debe volver a brillar con luz propia, os traemos el análisis de Disgaea 4 Complete + para que os rindáis a sus pies.
Siguiendo al instructor de Prinnies
Veamos, estamos hablando de un juego que originalmente salió en PlayStation 3. Allí se nos presentó como protagonista al vampiro anteriormente mencionado. Con la estrafalaria descripción que os he dado: no toma sangre de humanos, los sustituye con el poder de las sardinas. Y su obsesión por ellas es bastante notoria. Teniendo esto en cuenta, bien podemos decir que tiene un comienzo más bien humorístico, y durante el resto de la trama, estos momentos se notan, si bien esta va adquiriendo más peso conforme avanzamos.
Pero, aún así, no deja de ser bastante ligera. Gracias, en su mayoría a Valvatorez y compañía. Lo sentimos, pero ese vampiro tan excéntrico es imposible que no se gane nuestro corazón… aunque sus compañeros de equipo tengan que sufrirlo, para nuestro regocijo.
Un tablero con muchas posibilidades
Pero, ¿qué podéis esperar de este Disgaea 4 Complete +? Pues, al igual que el original, un juego de estrategia por turnos en los que más vale tener la cabeza bien centrada. Y es que podemos decir que los combates son algo densos. Sagas como Fire Emblem o Final Fantasy Tactics muestran numerosos elementos, pero son de rápida sintetización. Un triángulo de armas, la posición del personaje en el mapa… y con eso vamos tirando.
Aquí la cosa se complica un tanto más, por lo que si no sois asiduos a la saga, más os vale estar atentos a los cuantiosos tutoriales que presenta el juego (y que, a pesar de todo, se hacen bastante pesados, todo sea dicho). Así que, entrando en materia, tenemos un escenario en el que mover a nuestros personajes. Podremos hacer ataques normales, especiales (entre los que se incluye la magia y las habilidades) y defendernos, para empezar. Luego la cosa se va complicando con las fusiones entre unidades monstruosas, o la transformación en arma de un monstruo y una unidad humanoide. Cosas raras, sí, pero muy útiles y que le dan vidilla a un sistema de combate ya bastante variado.
Por supuesto, no sólo en los personajes se centra todo. El entorno juega también un papel clave gracias a los bloques de atributos, que dan ventajas o desventajas dependiendo del área coloreada del suelo. También tenemos el lanzar a nuestros compañeros, el daño por caída al romper elementos del mapa… muchas, pero que muchas cosas para tener en cuenta, que pueden llegar a agobiar bastante si no estás acostumbrado o si no le dedicas, como ya hemos comentado, la atención adecuada.
En general, tenemos un estilo de juego muy vaiado, con muchas posibilidades, y que no sólo se queda en el terreno de juego. Y es que hasta en nuestra base de operaciones, donde compramos, nos curamos o ponemos a punto a nuestras unidades tenemos una cantidad ingente de coas que hacer y a los que estar atentos. Y es que es imposible que esto no pase si hasta por comprar mucho te dan cosas interesantes. Es la mejor tarjeta de fidelización.
Un estilo al que se le notan los años
Respecto al estilo visual del juego, los Disgaea siempre han tenido un estilo anime muy particular, que igual a día de hoy no casa con el gusto estético de los nuevos jugadores. Pero, obviando esto, se puede decir que el diseño con el que cuentan es más que notable. Los diseños en 2D están llenos de detalles y color, haciendo a cada personaje único. Si bien el título peca de esos enemigos y personajes clónicos que tanto se ven en los juegos. Como mucho, para diferenciar veremos los tan manidos recoloreos de personajes.
Sin embargo, como decimos, esto no quita que los modelos no tengan gran calidad. A las animaciones les pasa tres cuartos de lo mismo. Las propias de habilidades de personajes con peso en la historia son bastante interesantes de ver (obviando el hecho de que, pordesgracia, en algunas, se pixela demasiado el sprite de personaje), sin embargo las genéricas cansarán tras habaerlas visto una docena de veces.
Los entornos también están bien formados, con elementos en pantalla suficientes para hacer uso de la cámara y darnos un nuevo punto de vista. Su diseño y tonalidades son diferentes entre sí en su mayoría y presentan una buena variedad. Si bien aquí la cámara es el verdadero problema. Se nota demasiado arcaica, y los controles de movimiento, al menos con cruceta, no ayudan demasiado.
En cuanto al sonido, tenemos una variedad general, si bien no cuenta con muchos temas que queden para el recuerdo. Acompañan bien los combates y entornos y ya, nada del otro mundo. Las voces por su parte cuentan con un buen nivel, ofreciendo una buena experiencia de inmersión en el juego, y esto es así tanto para la voces occidentales como las japonesas
Conclusiones del análisis de Disgaea 4 Complete +
Nippon Ichi nos trae de nuevo un título muy muy completito que ofrece mucho durante muchas horas. Porque sí, este Disgaea es largete, y tiene combates muy larguetes también. Pero se hace muy disfrutable, tanto por el sistema de juego como por la historia, sin olvidar a nuestro querido protagonista, el carismático Valvatorez.
Hay que tener en cuenta, pese a todo, que se le notan un tanto los años. Tanto por los diseños, pese a mantener la esencia del título como hemos dicho, como a la hora de realizar las acciones en combate, un tanto encorsetadas para nuestro gusto.