Si alguna vez te has preguntado cómo sería un combate entre guerreros de todas las épocas te interesará leer nuestro análisis de Strikers Edge, donde revisamos este peculiar título multijugador.
Poco a poco los first parties han ido abandonando los terrenos del multijugador local. Juegos como Need for Speed han dejado lo de jugar con amigos únicamente para las partidas online, algo hasta hace pocos años inimaginable. Sin embargo, tenemos la suerte de contar con los estudios indies, quienes se resisten a la muerte de las partidas en casa. Un ejemplo de ello está presente en este análisis de Strikers Edge, un miembro nuevo de esta resistencia.
¿Espartanos y balón prisionero?
Seguramente conozcáis el balón prisionero, ese juego tan popular en los colegios americanos. Pues bien, Strikers Edge coge las bases de éste. Es decir, que nos pone a dos personajes que deben atacarse mientras se limitan a moverse en sus respectivos campos de juego.
Eso sí, la cosa no se acaba aquí, y es que para darle más chicha al asunto, el juego añade a esta base jugable elementos mágicos y guerreros. Así, los personajes enfrentados son luchadores históricos y los balones son lanzas. De este modo, espartanos, magos, paladines y demás son quienes deben enfrentarse entre sí.
Más allá de esta curiosa mezcla no hay mucho más que entender. Debes ir quitándole vida al contrario a base de dispararle lanzas mientras intentas esquivar las suyas. Si a esto le sumamos un botón para rodar y otro para bloquear ataques tenemos ya casi toda la base de Strikers Edge. Sin embargo, hay varios factores que le dan un poco de vidilla extra al asunto. Piedras para defenderte, límites de bloqueos o una barra de energía para atacar y defenderte hacen que todo tenga un factor estratégico extra. Por supuesto, a esto hay que añadir los diferentes ataques finales de cada uno de los personajes.
A pesar de todas estas opciones, Strikers Edge resulta ser demasiado simplón, resumiéndose su jugabilidad en apuntar y esquivar. O mejor dicho, en intentarlo, porque al tener que emplear ambos joysticks mientras te mueves y apuntas pues como que resulta difícil acertar en el blanco.
Mejor acompañado que solo
En lo que respecta a modos de juego la cosa es bastante directa. Tenemos o bien un multijugador online o uno local, teniendo la opción en este último de jugar por equipos de dos. Sin duda, ambas opciones son las más sólidas del juego, y las que mejores ratos nos sacarán. ¿Por qué recalco esto? Pues porque tenemos también una campaña individual por cada personaje. No obstante, ésta cuenta con unas historias simples y sosas cuyo único objetivo es poner a los héroes a darse de palos. Y ojo, que encima su dificultad es bien injusta, poniendo así una gran piedra en el camino para los iniciados en el juego.
Por el lado audiovisual contamos con unos gráficos pixelart bien llamativos, aunque no sean precisamente los más detallados del mundo. Por desgracia, la poca variedad de escenarios juega en contra de darle al juego un mejor aspecto. Respecto al sonido éste nos deja unos efectos correctos y unas melodías que se repiten constantemente.
Conclusiones
Puede que Strikers Edge no sea el multijugador más complejo del mundo. Aun así, lo directa que resulta su idea puede resultar idónea para partidas cortas. Más allá de esto, se le ven las costuras al juego.