Si os gustan los juegos de lucha, sois competitivos y estáis cansados de jugar sentados, agarraos. Este análisis de Arms os llevará a un mundo nuevo.
Todavía es pronto para dejar atrás Tekken 7 que salió hace nada. Sin embargo para este análisis de Arms, debemos olvidarnos de casi todo lo que sabemos acerca de un juego de lucha.
La primera vez vi el anuncio de la llegada de Arms a Nintendo Switch pensé, vaya, otro juego de lucha a base de porrazos con guantes raros, qué original. Sin embargo, puedo decir, y digo, que Arms me ha gustado más de lo que cabría esperar. No, no me ha gustado, me ha encantado.
No es la primera vez que Nintendo crea un juego de lucha que rompe los cánones del resto de juegos de este estilo. Y en esta ocasión no se ha quedado atrás. Arms apuesta por una idea innovadora, divertida, entretenida y para toda la familia.
Un modo de juego para cada ocasión
Si algo no podéis hacer en Arms es aburriros. Aunque si sois un tanto competitivos como aquí una presente, quizás os piquéis más de una vez si jugáis online. Sin embargo, hay modos de juego para que los patatas y novatos como yo aprendamos a repartir amor.
El modo Gran Premio es el ejemplo perfecto si no queréis lanzaros al modo Entrenamiento. Sobre todo porque encontraremos 10 combates que mezclan los distintos modos que nos ofrece también el modo Versus. Lo mejor de todo es que lo podemos jugar en compañía y además elegir la dificultad.
Desde luego yo le he podido sacar partido, además de aprender a disfrutar de los personajes de Arms.
Pero está claro que si somos dos personas o más, lo mejor es el modo Versus. Yo me lo guiso, yo me lo como. Ahora Baloncesto, o mejor Voleibol. Ah no, que me apetece Tiro al Blanco. Y así toda la tarde, entre risas, abucheos y algún que otro empujón a mi chico, pero con amor.
No penséis que los que somos más competitivos nos quedamos atrás. Posiblemente el modo que más me haga enfadar y a la par me guste más sea Por nivel. Online y con rangos de por medio. No sabéis la de veces que he perdido y la de gente experta que hay por esos lares. Es inevitable morir de rabia cuando tu contrincante se queda a poca vida y mueres por amor al arte.
Sea como sea, culpables, para una tarde de cachondeo me quedo sin duda con Baloncesto. Golpe doble y canasta. Y de triple en triple tiro porque me toca. Felicidad.
Puños, puños y más puños
Inicialmente contamos sólo con tres tipos de puño para cada luchador, pero en realidad las combinaciones son casi infinitas. Aquí entra la gracia de Arms, ya que no es un simple juego de lucha. Tendremos que jugar muchísimo para hacer posible que un luchador desbloquee todos los puños disponibles.
Para ello contamos con un modo de juego específico. Totalmente dedicado a conseguir nuevos puños. Todo esto hace que el juego quede perfectamente complementado, culpables.
Si juego, tengo monedas. Si tengo monedas, puedo jugar para conseguir regalitos. Cuántas más moneditas, más cositas podré conseguir. Suma y sigue, no hay lugar para el aburrimiento.
Si es cierto que lo primero que podemos pensar es que las actuales configuraciones de los luchadores, ya van bien. Pero qué me decís de combinar un personaje rápido con un puño rápido y certero y uno que desmarca cualquier ataque. La palabra que buscáis es brillante.
Arms es un juego que complementa muy bien la jugabilidad con la estrategia. Y aunque parezca raro, un personaje lento y grande puede terminar con uno rápido fácilmente.
Personajes variopintos según cómo queramos jugar
Personalmente tengo dos fichajes casi fijos. Master Mummy y Ninjara. Dos luchadores totalmente distintos que me encantan y me parecen especiales. Ojo, no desmerezco al resto, pero ambos son adorables. Y bien llevados son devastadores, y eso es lo que me gusta de Arms.
Con Master Mummy juegas con lentitud, pero difícilmente te tumbarán. Además podemos curarnos, por ejemplo. Y si conseguimos esquivar y golpear, somos duros como una roca. Por otro lado Ninjara es un culo inquieto, desaparece al esquivar, es difícil de coger y muy rápido al golpear.
Durante los combates en equipo estuvimos probando esta combinación. Y culpables, cuando no nos atacaba el dios de las novatadas, éramos imparables.
Debo confesar que tras todas las horas intensas de vicio, mi opinión no ha cambiado. ADN Man sigue sin gustarme del todo. Posiblemente uno de los más difíciles de controlar junto con Byte & Barq. Y si queréis mi consejito de oro, Twintelle reparte amor por doquier. Además me ha parecido muy fácil jugar y ganar con ella al mismo tiempo. Quizás será eso de jugar con el pelo y no con los brazos lo que le favorece.
Joy-con o mando Pro, a gustos
Está claro que también depende de nuestra habilidad a la hora de luchar. Pero una buena jugabilidad hacen que un juego nos provoque ganas de olvidar nuestro lado social. Mi primera impresión fue mala, para qué engañarnos. Sin embargo, podemos jugar como nos sintamos más cómodos y eso es un gran punto a favor de Arms.
La idea de jugar con los joy-con es graciosa pero a más de uno le puede parecer extraño, difícil. Al principio lo es, como todo, pero en cuanto nos acostumbramos, puedo decir que me quedo con ellos. Sobretodo por lo intuitiva que es la lucha cuando jugamos con ellos.
De todos modos, siempre habrá alguien que no consiga adaptarse. Y esto no es problema porque podemos jugar tranquilamente con el grip montado. Así como con el mando pro, e incluso con los joy-con de lado. Alternativas para aburrir culpables. Cuando os digo que Arms me ha gustado no es solo porque sea colorido y alegre. Tiene un trasfondo que le aporta frescura a los típicos juegos de lucha a los que nos tienen acostumbrados.
Mapas y música variados
Otro de los puntos a destacar es la variedad de escenarios con qué contamos.
A decir verdad hay algunos que son un poco molestos. Hablo de camas elásticas en el centro de un mapa o simplemente plataformas volantes que nos marean y dificultan el juego. Obstáculos, mapas donde nos es difícil andar, etc. Y no creáis que he tenido ocasión de aburrirme con el hilo músical del lugar. Arms cuenta con una banda sonora de lo más movida y variopinta.
A decir verdad en ocasiones pone de los nervios. Sobretodo si andas perdiendo y la música es frenética. Pero es lo que tiene un juego de lucha. No nos pondrán una nana para echarnos una siesta.
En definitiva Arms es un juego de lucha que rompe con el típico molde de siempre. Fresco, muy entretenido y del que no me canso aunque me muera de calor. Porque a base de insistir he aprendido a jugarlo con los joy-con y para mi ha sido la mejor experiencia. Con lo que conlleva jugarlo a casi 30 grados de temperatura.
Es un juego que recomiendo encarecidamente a todos aquellos «curiosetes» que estáis cansados de lo típico. Y por supuesto, embaucad a vuestros amigos porque es una joya si se juega en compañía.