Análisis de Persona 5 Royal para PlayStation 4

Nos robaron el corazón hace algunos años, y ahora quieren repetir. Os contamos si lo consiguen en nuestro análisis de Persona 5 Royal.

Aún recuerdo con ternura aquellos años en los que la subsaga de Shin Megami Tensei, Persona, era un juego nicho. Pocos lo conocían pese a la calidad que gastaban. Sin embargo, todo dio un cambio de tuerca con el lanzamiento de Persona 5. La quinta entrega de esta saga tenía garra, tenía un ritmo propio y un estilo que sabía hacerse notar, llegando, por muy rebuscado que suene, al corazón de la gente. Y, pese a que la tónica general de Atlus siempre fue lanzar versiones «mejoradas» de estos juegos, no podemos negar que nos sorprendió el anuncio de su versión mejorada. Pero ya está aquí, y os queremos contar qué tal es con nuestro análisis de Persona 5 Royal.

Quitándonos la máscara que nos aprisiona

Bueno, ¿qué decir de Persona 5 que no se haya dicho ya? Podría simplemente linkearos al genial análisis de nuestro compañero Manu Mora de la obra original, pero estáis aquí por The Royal, y como tal, merecéis aunque sea un poquito de contexto. Que no se diga que no le ponemos ganas.

En Persona 5 nos pondremos en la piel de un adolescente al que le arruinan la vida por meterse donde no le llaman. De buenas intenciones está el infierno lleno dicen, y este chaval ha vivido eso en sus carnes. Así pues, acabamos viviendo fuera de nuestro pueblecito, siendo tutelados por un señor al que no conocemos de nada. Por suerte, el destino de todo protagonista de RPG es deslumbrar, por lo que, entre unas cosas y otras, consigue a su propio Persona, con el que tocará lidiar con todo tipo de enemigos y demás. Sí, hasta ahí mi resumen sin spoilers del juego. Lo hago por vosotros. Si no sabéis nada del título a estas alturas, bueno es que siga así y descubráis la mayoría de su contenido jugando.

Porque no lo vamos a negar: Persona 5 es una maravilla. Vaya, ya estamos tirando la casa por la ventana. Pero qué le vamos a hacer, como amantes de los RPG la cosa nos puede. Y es que, si nos centramos en la parte narrativa de este título, nos encontramos ante una historia bien hilada, con fuertes reminiscencias a los problemas de ahora, de la vida cotidiana. Y eso mismo es lo que le da profundidad y valor al juego, porque salvo por los elementos fantásticos, la mayoría de las cosas con las que nos encontramos podemos escucharlas dando un tranquilo paseo por la calle para comprar el pan.

Sin embargo, hay matices que hacen que este desarrollo no sea perfecto. Ya lo noté en la versión original y lo vuelvo a notar en esta, puesto que la historia es, a grandes rasgos, la misma. Y es el hecho de que, a mi parecer, la trama no arriesga del todo a la hora de presentar arquetipos de personajes. A ver, no me entendáis mal. Vais a adorar a más de uno por sus ocurrencias y salidas, más ahora que tenemos una traducción que nos deja con jergas propias que nos acercan más al juego. Pero es que no tenemos matices en estos personajes. Salvo un par concreto durante toda la aventura vas a saber que los malos son malos y los buenos, buenos. No hay matices. O son blancos o son negros, y esto lastra enormemente toda la profundidad que se les da a los mismos.

El aprovechar esta versión expandida para ello hubiera sido un tanto complejo, no lo niego. Y sí, sé que estamos ante un producto japonés, con sus clichés y tropos, pero me da rabia no poder decir que alcanza la excelencia por matices como estos.

Yo ya he estado aquí, pero…

Vale, puede que muchos vengáis de la versión previa y ya sepáis todas esas cosas. Entonces, básicamente, habéis entrado aquí para ver qué tiene de nueva esta versión. Bueno, tal y como os hemos indicado arriba, de historia, pese a seguir una misma línea, no os vamos a contar nada. Así que vamos a centrarnos en otro punto que recibe bastantes novedades: los cambios en la jugabilidad. Preparaos para frotaros las manos cual moscardón.

Y es que la cosa llega a otro nivel en esta entrega ¿Pensabais acaso que Persona 5 era fluido y dinámico? Ah, se nota que no habéis probado Royal (bueno, es normal, teniendo en cuenta que no ha salido en el momento de publicar este análisis). Seguimos teniendo los combates por turnos clásicos, pero se le añaden mejoras importantes que lo hacen todo más movido y, para qué negarlo, nos facilitan mucho las cosas si nos lo montamos bien.

Destaco, por ejemplo, el nuevo sistema de relevos. Ahora con este obtendremos mejoras de estadísticas y recuperación de vida y puntos de magia, que irán creciendo más y más conforme sigamos la cadena. Es decir, que si conseguimos hacer un relevo con los cuatro personajes, reíros vosotros de los Rakukaja y esas cosas. Se nota bastante. Pero no queda ahí la cosa. Tenemos, por ejemplo, la suma de los ataques especiales entre determinados personajes, que nos invitan a ver nuevas animaciones y cuentan con desenlaces brutales… e incluso nuevas habilidades pasivas para las Persona, que le dan un nuevo toque estratégico a cada fusión que hagamos, pudiendo elegir cosas como que los hechizos de cierto elemento cuesten menos, que hagamos por defecto aún más daño tras un relevo, etc.

Pero no todo lo novedoso jugablemente se queda en el combate en sí, culpables. En los palacios tenemos nuevas zonas para hacer uso de nuevas herramientas que le dan verticalidad al juego. Son poquitas, pero bastante resultonas. Aunque el mayor «foco» diferenciador lo encuentro en un nuevo objeto integrado en los palacios, las calaveras. Hay tres en cada palacio, escondidas en salas determinadas y hacerse con todas ellas es prácticamente conseguir objetos simplemente bestiales. Y es que al conseguir todas las de cada palacio estas se transformarán en un objeto único, que nos puede dar habilidades tales como un escudo que bloquea el siguiente ataque sea cual sea salvo casos excepcionales.

Sí, ya sabemos que hay hechizos que hacen eso, pero es que se lo puedes equipar a cualquier personaje y hacerlos más equilibrados. ¿Os imagináis a Ryuji como apoyo curando 200 puntos de vida? Pues es totalmente plausible. Aunque, claro, para que este objeto alcance su máximo poder habrá que hablar con Jose. Jose es un nuevo personaje que habita en Mementos, y que nos dará diversas mejoras para este escenario al recolectar diversos coleccionables, a la par que mejorará dichos objetos de calaveras.

Como podéis leer, las sumas y sumas van mejorando muchísimo el espectro general del juego. Pero, y volvemos a sacar otro pero, para brillar en Persona 5 Royal hace falta también sacar la vertiente social. Los nuevos  personajes añadidos, donde destacamos a Kasumi, nos obligarán a gestionar mejor nuestro tiempo para maximizar su relación con los mismos. Por suerte, el tema de subida de habilidades también ha sufrido una mejora, pudiendo aprovechar mejor las noches en el Leblanc, con la consiguiente mejora extra en estadísticas de conocimiento, gentileza y demás que ello implica.

Y no, no quiero ahondar más en personajes como Kasumi o Takuto porque nos encantaría que lo descubrierais por vosotros mismos. Sólo puedo decir que me he encariñado enormemente con ambos personajes, dándole un buen valor a estos nuevos arcanas, puesto que vas a querer maximizarlos lo antes posible, pese a que la historia te ponga trabas para ello.

Un mundo mucho más grande

Gráficamente hablando, el juego mantiene la estética y motor del Persona 5 original. No hay grandes cambios a destacar, salvo quizás las nuevas zonas desbloqueables en el mapa. Una servidora ha tenido la suerte de poder viajar a Japón, y os puedo decir, sin temor a equivocarme, que cada una de esos lugares me transportaba directamente allí. El grado de detalle es bárbaro, y se nota el mimo que le han puesto al sumar estas nuevas localizaciones.

Respecto a la música, tenemos al siempre eterno y genial Shoji Meguro. Poco podemos decir. Temas como Last Surprise siguen sonando durante las batallas. Aunque lo mejor viene cuando saben alternar de manera más que adecuada con los nuevos temas. No, unos no se comen a otros, culpables. Cada una tiene su «momento de brillar» por decirlo de algún modo, y saben darle variedad a un repertorio ya de por sí nada escaso. El doblaje, por supuesto, también cuenta con la calidad que lo caracterizaba, ya sea en japonés o en inglés.

La joya de la corona, pese a todo, ya la he mencionado, y es el que, al fin, lo tengamos con traducción al castellano. En serio, no podéis haceros una idea de lo cómodo que es, de lo fluido que suena todo. A veces hay por ahí algún gazapillo que se les ha colado en inglés, pero por norma general en impecable. Vemos jergas, vemos bromas que sólo vamos a entender nosotros. Puede que esto muchos lo vean como una forma de «sacarte» del juego, pero el trabajo que se ha hecho es encomiable y de gran calidad.

¿Mejora real o no?

Vamos a lo verdaderamente importante. Y es que los que leéis esto estáis claramente diferenciados en dos grupos, tal y como he dicho antes: los que han jugado al título original y los que no. Por tanto, tendréis muchas preguntas. Los primeros, que si realmente merece la pena adquirir este juego tras haber completado el primero. Los segundos, más o menos lo mismo, más ahora que Persona 5 anda bastante rebajado de precio.

Si la cosa no os ha quedado clara tras todo el mazacote de texto anterior (en cuyo caso, mis labores como redactora dejan mucho que desear), os lo intentaré resumir en unas pocas frases. Persona 5 Royal mejora enormemente la experiencia jugable de Persona 5. Aún le lastran los mismos problemas en cuanto a personajes e historia, pero cumple sobradamente para hacerse querer y notar.

Las horas extras que ganamos con este título bien les vale su adquisición, pero es que ya no es sólo eso. Es la traducción al castellano, son los nuevos personajes y es, en definitiva, todo el conjunto, que lo encumbran hasta ser el título de la saga Persona más completo de todos. Merece la pena, y mucho. Los Ladrones Fantasma nos han llegado al corazón nuevamente, y han sabido brillar con luz propia.