Arrow 5×01 – Crítica

Parece que Arrow se ha tomado en serio a ella misma y en el comienzo de la quinta temporada le dan un buen repaso al pasado de la serie presentándonos un futuro más prometedor.

La serie que comenzó con todo el actual lío de series del universo DC parece que le ha dado un giro a su propia esencia. Por fin. Arrow quiere reinventarse esta temporada y lo hace con un capítulo que pretende demostrarnos que se puede cortar por lo sano y empezar casi de cero. Más o menos.

Hay que admitir que Arrow, durante las cuatro temporadas que lleva en antena, ha ido decreciendo tanto en calidad como en argumento. Y la última historia, la de Damian Dark, podríamos decir que fue el punto más bajo en el que es admisible que caiga algo antes de dejar de seguirlo.

Las tramas eran repetitivas, no incluían ningún tipo de aliciente nuevo y, por si fuera poco, los momentos épicos destacaron más por parecer hechos por un servidor con ciática que por un justiciero enmascarado que se enfrentó al propio Ras’as Ghul y salió victorioso. 

Quizás por eso, este comienzo de temporada me tenía tan intrigado. Los guionistas y productores prometieron un cambio de rumbo en este nuevo año y parece que, por fin, se lo han tomado en serio.

El Team Arrow está desmembrado. Eso ya lo vimos en el final de la pasada temporada. Y parece que va a continuar así. Esto es la excusa perfecta para meternos sangre fresca en el equipo de justicieros. Y es que, seamos sinceros, John Diggle empezaba a ser más cansino que otra cosa.

Este primer episodio se encarga de sentar las bases de este nuevo equipo y de meternos de nuevo en situación, con un Oliver centrado en ser alcalde (más o menos) y un nuevo enemigo que pretende hacer piña con todos los malos que hay en la ciudad. Eso sí, a base de buenos disparos.

Pero parece que este no va a ser el único problema al que se enfrente nuestro querido Oliver Queen. Como ya nos prometieron, esta temporada tendrá más de un frente (y más de dos) abiertos a la vez, lo que hará que las tramas no se quemen como en anteriores temporadas. O al menos eso esperamos.

De esta forma, por el momento tenemos la trama del Black Arrow, o arquero de máscara cutre-salchichera, que nos ha dejado bastante intrigados. Sí, es cierto que podríamos volver a entrar en un bucle y ver a Malcolm Merlyn haciendo de las suyas, pero por el bien de la serie esperemos que no. Además, no tiene pinta de ser él.

Por otro lado tenemos al bestia de Church que intenta reunir a todos los mafiosos de la ciudad. Este individuo me da la sensación de que es como Kingpin, pero en el sentido de meter leches. Es decir, tenemos a un tío regordete y que parece poco ágil, y sin embargo es capaz de enfrentarse de tú a tú con Arrow. Eso nos da esperanzas a los «fofisanos», la verdad, pero no queda demasiado real.

Por último, el tema del nuevo Team Arrow nos tiene intrigados. ¿Veremos a algún personaje «famoso» de DC aparecer por aquí? ¿Quiénes serán los elegidos? ¿Saldrá alguno rana? Es muy posible. Pero esto promete.

Por suerte, no solamente las tramas parecen haber dado un salto de calidad. También las escenas de acción han pasado a ser algo importante en la serie. Y ya era hora. Dejamos de ver esos cutre-enfrentamientos a base de pataditas y poco más a tener un verdadero despliegue de golpes que, si bien no son Tigre y Dragón, sí que merecen nuestra alabanza.

Además, los efectos especiales parece que tienen también un poco más de presupuesto esta temporada. Y ya era hora. Ya era hora.

Así pues, unas muy buenas sensaciones en este primer capítulo de la quinta temporada de Arrow que nos dan esperanza de volver a ver algo nuevo en una serie que nos dejó con tan mal sabor de boca este pasado verano que casi decidimos dejar de verla.

Eso sí, parece que este año se les acaba la trama del pasado de Oliver antes de regresar a su casa. ¿Lo harán por todo lo alto? ¿Conseguiremos ver a un protagonista con menos complejo de dictador? Y, por dios ¿qué hace Felicity ya con otro tío?