Crítica de Boku no Hero Academia 2×13

Boku no Hero Academia 2×13, evidentemente, carece de la acción de las pasadas semanas. Pero su valor no reside ahí, sino en ser un nexo con la madurez de la serie y del nuevo arco que se avecina.

Boku no Hero Academia 2×13 sigue por el camino que todos esperábamos. Es un capítulo sin valor propio, pero importante como nexo dentro del contexto del anime. Ahora mismo la serie está avanzando hacia la madurez y momentos más reflexivos. A la vez, este capítulo es un reflejo de la madurez de los personajes que, por primera vez, deben de elegir un nombre de héroe para su futuro.

Dejando de lado el apartado de relleno (bromas, momentos estúpidos para aligerar y que estos 20 minutos se justifiquen como un solo capítulo) lo más interesante ha sido, a mi ver, el “momento Deku”. Midoriya es consciente de que aún tiene que hacerse más fuerte y decide empezar a fraguarse su propia personalidad al margen de la tutela de All Might. Y para eso se apoya en su pasado, sus rivalidades y amistades. “Deku” es un nombre que encierra toda la esencia de Midoriya y su pasado. Los convenientes flashbacks ayudan a hilar los pocos hilos que pudieran quedar sueltos. Y a perder tiempo.

Además de este paso hacia adelante, el capítulo sigue la estela de los últimos minutos del anterior episodio. Decide centrarse en Iida y en su drama familiar. Ante la duda de tener que reemplazar a su hermano Ingenium se retracta y decide ser él mismo para, previsiblemente, buscar venganza. Así se demuestra que este es un capítulo de apertura a un nuevo arco argumental. Uno donde Stain, El Asesino de Héroes, tendrá un peso importante.

Stain y un nuevo arco

Además de eso, se revela un nuevo personaje, el Muten Roshi particular de All Might y, ahora, de Midoriya. Cada uno de los personajes empezará a crecer a partir de ahora teniendo contacto con el mundo real. Se descubrirán los secretos del One For All, los chicos experimentarán la primera subida de poder de cualquier shōnen.Así pues, este Boku no Hero Academia 2×13 se configura como la puerta de entrada a otra parte de la serie. Una más madura, que se centrará aún más en los personajes y profundizará en ellos. Es un error tomarlo como entidad propia pues su valor no reside ahí, sino en el vínculo que crea entre el Festival y la aparición de Stain. ¿Qué pasará con Iida? ¿Bakugo y Todoroki se volverán aún más fuertes? ¿Midoriya conseguirá dominar su poder y ponerse a la altura? Todo eso y más está por llegar a partir de ahora.