Cómo entrar en el Castillo de Velo Tormentoso en Elden Ring

¿Quieres entrar en el Castillo de Velo Tormentoso en Elden Ring? No sufras, culpable, te decimos por dónde se entra.

Después de patearnos el Necrolimbo dejando cueva, mina, asentamientos y secretos más limpios que el plato del cocido de tu abuela, toca enfrascarse con la historia principal del juego. Por ende, tenemos que dirigirnos al Castillo de Velo Tormentoso en Elden Ring. El mismo se encuentra al noroeste del Necrolimbo, fácilmente localizable si tenéis el mapa descubierto.

Si saltáis a ese saliente, podréis acceder al castillo sin tener que sufrir la pesadilla de la entrada principal.

Dos formas de entrar: una buena y otra para masoquistas

Una vez lleguéis a él montados en Torrentera, para que el viaje sea más afable, subid por la rampa principal. Allí os daréis de bruces con el portón principal, cerrado a cal y canto. Para abrirlo basta con que os metáis por la puerta de la izquierda y habléis con Gostoc, una especie de monje zombi que está apoyado en la pared. El mismo nos dirá que pasemos por un agujero, aunque si hablamos varias veces con él, nos abrirá el portón principal.

Ahora depende de cada culpable decidir por dónde entrar. El portón principal es la vía para los sufridores por excelencia. Tendréis que esquivar lluvias de flechas de ballestas gigantes, tanto normales como de fuego, montones de soldados y, como colofón, tendréis que pegaros con una especie de Sif del Hacendado y un troll gigante. Vamos, que tendréis más dolor de cabeza que un sábado de resaca con vuestra madre pasando la aspiradora.

Sin embargo, existe una alternativa, algo escondida. Si pasamos por el agujero que nos indica Gostoc, saldremos a las afueras del castillo con unas pequeñas porciones de tierra en los que podemos ir saltando. Pero pasad de ellas, porque os llevarán a la entrada del castillo de nuevo. Lo que tenéis que hacer es fijaros en el saliente de la muralla del castillo, saltad ahí e ir poquito a poquito hasta llegar arriba donde os atacarán águilas con cuchillos en las patas (pinche Miyazaki y su imaginación de enfermo).

Ahora ya nada, simplemente seguid por lógica el camino hasta encontrar una pasarela de madera con unos soldados, a partir de ahí ya entraréis en el castillo por una de las torres y podéis asistir a uno de los mapas más chulos del videojuego.