Boku no Hero Academia 2×17 «cierra» la pequeña trama de Stain con un combate de mucho nivel y mostrando todas las caras del asesino.
Boku no Hero Academia 2×17 no me parece tan brillante como el capítulo de la semana pasada. Pero vuelve a alcanzar un gran nivel gracias al nuevo acercamiento a Stain, el combate de los tres chavales y el crecimiento de Iida.
La mayor parte del capítulo se apoya principalmente en estos tres puntos. Iida vuelve a sacar su lado maduro para hacer frente a Stain y ayudar a sus amigos, dejando de lado la venganza. Gracias a esto es capaz de unirse a Todoroki y Midoriya y juntos comienzan a pelear contra Stain.
Asesino… ¿de héroes?
Los tres novatos son capaces no solo de hacer frente a Stain, sino de derrotarlo. Esto muestra el lado más “humano” del Asesino de Héroes. Es un sociópata que solo busca reconstruir el statu quo de héroes y villanos porque considera indignos a los que utilizan los poderes en su propio beneficio. Dejando de lado sus métodos maquiavélicos, casi se podría decir que no es un villano. De hecho, tras una serie de acontecimientos (bastante medidos para generar tensión de manera un tanto artificial) Stain ataca a uno de los Nomu que iba a raptar a Midoriya.
Stain pierde contra el trío de héroes porque acaba perdiendo los nervios. Se descuida y lo paga caro. No es el villano que es simplemente malo por serlo, aporta una nueva perspectiva de escala de grises que se aleja del maniqueísmo del anime. Y, a pesar de perder en la batalla, ofrece una de las mejores peleas de lo que llevamos de temporada. El momento clave que mezcla el puñetazo de Midoriya, las patadas de Iida y los poderes de Todoroki es fantástico.
Al final, en un impulso y arrebato de personalidad, se libera de sus ataduras y acaba salvando a Midoriya para mostrar que trata a villanos y héroes por igual. La escena en la que se le cae la máscara y se marca un Rock Lee de inconsciencia es perturbadora, oscura y muestra la locura carismática del asesino. Es un momento tremendamente potente porque Stain es un personaje con un aura especial. Mucho más complejo, interesante y con más matices que el egocéntrico de Shigaraki.
Triple visión
Al margen del excelente combate, la genial animación, la música y la representación de Stain, este capítulo reserva unos minutos para Endeavor. El héroe de las llamas infernales y eterno número 2 es un monstruo. Un psicópata cegado por sus propios delirios de grandeza y capaz de manipular a sus allegados para conseguir que Todoroki sea el mejor. Pero eso no quita que sea el segundo mejor héroe del mundo.
El entorchado se enfrenta a tres Nomu, dejando a dos gravemente heridos y a otro inconsciente. Además domina sus poderes a la perfección y no es una peculiaridad precisamente débil. Es simbólico que Endeavor adquiera protagonismo justo en este capítulo. Deja ver un contraste entre los héroes pequeños y la complejidad de Stain, aporta una nueva visión más clara, concisa y tradicional de lo que debería de ser una serie de superhéroes. Completa el triángulo de villanos, héroes y aprendices.
Este capítulo “cierra” un pequeño arco y desarrolla varios de los puntos fuertes de esta temporada. Además es coronado por un muy buen combate y por el mejor enemigo en lo que llevamos de anime. Qué mal rollito da y cuánto mola Stain.