Crítica del manga Dragon Ball Super 65, llegamos al clímax

Son Goku liándola y muchos recuerdos de Dragon Ball Z. ¡Atento a la crítica del manga Dragon Ball Super 65! ¿Cómo terminará el arco de Moro?

Después de muchos capítulos, el arco de Moro está llegando a su clímax. Lo sabemos por dos razones. El primero es que leyendo el manga Dragon Ball Super 65 vemos que a Moro le queda poco, y la segunda es que uno de sus editores lo dijo.

La cosa ha llegado a un punto en el que, posiblemente el mejor arco de todo Dragon Ball Super, está llegando a su fin, con un Moro desbordado por el poder del ángel Merus. El malo malísimo está tratando de contener el poder de Merus pero le está resultando imposible.

En este arco hemos tenido una mezcla de todo, y no le tiene nada que envidiar a Dragon Ball Z. Es más, esta parte del manga es la más «Z» de todas.

Crítica de Dragon Ball Super 65

Si estáis aquí es porque habéis leído el último de los capítulos, así que fuera preocupaciones por los spoilers. En esta crítica de Dragon Ball Super 65 os hablaré un poco de lo que me ha parecido el capítulo. Con mucha opinión e incluso haciendo un vaticinio de lo que podría mostrarnos el manga Dragon Ball Super 66.

Lo primero es lo que no me gusta. No me gusta Goku y sus estupideces. Adoro el personaje, pero en Dragon Ball Super hemos visto que el protagonista lo han hecho más estúpido, infantil y confiado que de costumbre. No puede ser que un GUERRERO, por mucho corazón bondadoso que tenga, caiga una y otra vez en lo mismo. La verdad es que siendo fan de Dragon Ball estoy un poco cansado de ver esto en Super.

El manga Dragon Ball Super 65 nos muestra que Son Goku domina por fin el Ultra Instinto. Pero es que incluso lo ha perfeccionado con nuevas técnicas. Una de ellas es poder endurecer su cuerpo. Falta saber si en el anime, del que ya va siendo hora que saquen algo para que además metan a Moro en Dragon Ball FighterZ, muestren lo mismo que el manga o incluso se inventen técnicas. Yo todavía sigo flipando del tremendo golpe que le da a Moro en Dragon Ball Super 64.

Leído este capítulo, lo más probable es que os haya traído recuerdos de Dragon Ball Z. Es siempre lo mismo pues tenemos al típico enemigo acorralado que hace su último movimiento. Y ese movimiento suele ser poner la Tierra en peligro o el planeta donde están luchando. Freezer lo hace con Namek y la Tierra y Perfect Cell más de lo mismo.

Y ahora que menciono a Perfect Cell, la jugarreta de Moro es algo parecido a lo que hace el bio androide. Por si no lo recordáis, antes de que Son Gohan termine con él de un kamehameha, Cell en su segunda forma (escupe a Androide 18) se hincha y trata de destrozar la Tierra de una explosión. Pero Son Goku utiliza el cambio de lugar instantáneo y se lo lleva al planeta de Kaio.

Moro está haciendo lo mismo. Al desbordarse su poder se ha fusionado con la Tierra. De esta forma puede mantener el poder de Merus. Ahora las cosas se han complicado, pues matar a Moro equivale a destruir la Tierra y encima el «joputa» tiene tanto poder que un ataque directo podría hacer que la galaxia se vaya al ñordo.

Es curioso como este recurso tan utilizado en Dragon Ball hace que tengamos ganas de ver que ocurrirá en el próximo Dragon Ball Super 66. Pienso que la clave ahora no está con Son Goku y su Ultra Instinto, si no con otro guerrero. Espero por el bien de todos que el próximo manga no sea una lucha constante contra Moro en forma planeta y que le den fin a la malvada cabra.

El fin de moro

¿Quién podría darle muerte a Moro? Bills podría ser uno, pero el Dios de la Destrucción no lo veo luchando por la Tierra. La carta de utilizar a Zeno ya la vimos en el arco de Black y la cosa no terminó bien, pues Zeno borró del mapa el universo entero del futuro de Trunks.

Creo que ahora la acción recaerá en Vegeta. No creo que veamos fusiones, Broly (sí, todavía hay quien piensa que Broly Super aparecerá) u otro personaje salvando la Tierra que no sea Vegeta. Si hacemos un poco de memoria, este arco ha sido un poco como Vegeta expiando sus pecados. Moro se trasladó a Namek y allí vimos que el Príncipe de los Saiyans salvó a varios namekianos. Ayudó a los que un día casi extermina. Después su paso por Yardrat tragándose una vez más su orgullo de Saiyan y aprendiendo técnicas no muy bien vistas por su raza.

Pero este entrenamiento puede que sea la clave para terminar de una vez con Moro. Manejando su ki, una de las técnicas que puede usar Vegeta es el de separar fusiones. Se lo dice a Piccolo. Estando fusionado Moro con la Tierra, es probable que con la ayuda de Goku, Vegeta lo separe y por fin le den su merecido final.

Otra cosa que puede pasar, y ya van siendo muchas veces que vemos «ese» detalle, es que Son Goku tome prestado la técnica de los dioses de la destrucción y utilice de alguna forma el Haikai. Ya van dos veces que el saiyan criado en la Tierra lo muestra. Primero fue contra Zamas en el futuro de Trunks, y después en el manga Dragon Ball Super 65 para liberarlo de unas rocas. Es probable que utilizando el Ultra Instinto, Goku nos muestre otra forma de utilizar el poder de la destrucción. O incluso una Genkidama diferente.

Parece mentira, pero es que esto es lo bonito de Dragon Ball. Pese a que la fórmula se repite constantemente, siempre al final nos sorprenden con algo. Aunque lo mejor son las «pajas mentales» que nos hacemos todos hasta que llegue el próximo capítulo. Os invito a dejar vuestra paja en la caja de comentarios.

Conclusión

Este capítulo es lo que se esperaba. Después de decirle a Jaco que quiere luchar como un terrícola, los que seguimos Dragon Ball desde sus inicios sabíamos que Son Goku la tenía que liar. Y vaya, hemos acertado. Incluso hubo gente que adivinó lo del brazo con el poder de Merus.

El arco de Moro está llegando a su fin, y es probable que sea, aunque llegarán otros, uno de los mejores de Dragon Ball Super. No son pocos los que dicen que es «el arco más Z de todos» y es por eso que está gustando tanto.