Crítica de Dragon Ball Super 100

Kale se descontrola en Dragon Ball Super 100. Pero lo más indignante es que ni Goku ni Vegeta reconocen a Broly. ¿Qué fue entonces eso? ¿Un sueño?

Dragon Ball Super 100 nos ha traído varias de las cosas que más esperábamos en este torneo de Fuerza. Por un lado hemos visto a Kale. Por otro Califa ha peleado con Goku. Y para terminar, parece que las tropas del universo 10 están listas para empezar la lucha. Un todo en uno que muestra cómo el anime ha metido un sprint, aunque se ha dejado cosas por el camino.

Kale, la verdadera forma de un saiyan

Hoy era el gran día en el que Kale nos iba a dejar momentos increíbles en Dragon Ball Super. Tenía que ser el resurgir de un Broly que había sido relegado a las películas y sin aparecer en el anime. Pero la cosa se ha quedado, por el momento, en algo mucho más light de lo que parecía.

Mientras Califa peleaba con Goku para intentar llegar a su forma de super saiyajin de nivel 3, Kale ha demostrado que, sin transformarse, no vale ni media cáscara de pipa. Aún no sé cómo ha durado tanto en el torneo sin Califa de por medio.

La cosa es que cuando por fin aparece el «poder de los celos» (manda narices), el espectáculo que ofrece es intenso pero insuficiente. Apenas durante unos minutos tenemos una batalla que deja a un Goku en Blue completamente sin poder responder. Y además nos brinda con un par de escenas un poco extrañas, como ese poder desatado que obliga a Kale a soltar a su presa cuando la tenía totalmente a su merced.

Entiendo que no pueda controlar todo el poder durante tanto tiempo, pero si lo que la mueve es el ansia asesina contra Goku ¿por qué dejarlo ir para soltar rayitos y explosiones por todo el escenario? Ha sido, desde luego, bastante insulso ese momento. Solo al final parece que Jiren consigue aplacarla.

Ha sido, en definitiva, una sucesión de «por mis santos cojones» detrás de otra. Goku por encima de Califa. Kale por encima de Goku. Jiren por encima de Kale… Y dentro de esta espiral de «porque yo lo molo» Vegeta dice una frase que nos ha dejado extrañados. Le habla a Goku para decirle que esa «podría ser la verdadera forma de un saiyan». ¿Mande?

Pasemos por alto el hecho de que os habéis olvidado de Broly en el anime. Pasemos por algo que ese bicho es muy fuerte y no lo sabíais. Pero, ¿qué tiene que ver la velocidad con el tocino? ¿Qué significa ser la forma verdadera de un saiyan? ¿Qué sabe Vegeta que nosotros no?

Ni sombra de las películas

Las películas siempre han ido un paso por delante del anime en muchas ocasiones. A veces no terminaban de encajar en el universo de Dragon Ball (sobre todo Z), pero otras veces sí que lo hacían. Recordad la saga de relleno del anime de Garlick Jr.

Estamos de acuerdo en que en el manga no apareció por ningún lado. Pero la historia de las películas enlazaba con la de su hijo en la serie de televisión a través de una venganza. Si con ese don nadie pudieron vincular ambos universos ¿por qué con Kale y Broly no?

¿Qué les costaba a los guionistas hacer que Goku y Vegeta reconociesen en el poder de Kale a su enemigo más poderoso y legendario? Nadie se hubiese muerto por ello. Y los fans lo habrían agradecido muchísimo.

Es la segunda vez que Dragon Ball Super pierde la oportunidad de dar una continuidad a los diferentes escenarios que tiene la serie. Ya le pusieron en bandeja que Trunks se uniese a la patrulla del tiempo que vemos en Xenoverse. Ahora esta. No les costaba tanto, sinceramente. Y queda demasiado forzado.

Califa y su capacidad de evolución

El capítulo nos ha dejado una pelea entre Goku y Califa entretenida. Mal animada, pero entretenida. Lo que pasa es que aún no sé si llamarlo realmente pelea. Si Vegeta «entrenó» a Cabba y le enseñó cómo transformarse en un super saiyan, Goku ha hecho lo propio con su «pupila» pero para llegar al nivel 2.

Ya vimos a Califa en ese estado, pero parece que aún no había logrado hacerlo de nuevo. Solamente llegó a extralimitar su cuerpo con la «mejora» de este nivel. Ahora con los truquitos de «chepa» de Goku, la saiyan consigue hacerlo en un plis plas. La clave de esta transformación está en que, en cuanto la ve, Goku asegura que al final de su combate podría llegar a un nivel 3 sin problemas. Pero que antes deberá de perfeccionar esta forma.

Para el carro muchacho. Es decir. Te tiraste entrenando en el otro mundo vete tú a saber cuánto tiempo para dominar una transformación que ni si quiera conseguiste tener en la saga de Cell.. ¿y ahora pretendes que esta chica lo logre en apenas unos minutos? Pero qué narices ha pasado aquí.

Cabba consigue llegar a super saiyan con un leve cabreo y Califa acumulando energía en su joroba. A ver, no es que no quiera que estos personajes sean rivales para nuestros amigos. Me interesa y Califa me gusta. Pero hacer esto es dejar por tierra todo el trabajo que les llevó conseguir estas formas en Dragon Ball Z. No digo que la muchacha no tenga un don especial. Pero esto es pasarse.

Así que, nada, id preparándoos porque Califa llegará al nivel 3 en breve. Su pelo ya tiene la forma ideal para pegar un buen estirón.

Jiren overpower

El otro personaje que se luce en este capítulo es Jiren. Cuando nadie se atreve con Kale, él va y de un chupinazo se la quita de en medio. Sin despeinarse. Vale, no tiene pelo, pero aunque lo tuviese no se habría despeinado.

Queda bastante patente que Kale volverá. Posiblemente seguirá sin dominar sus poderes, pero llegará aún más fuerte y para enfrentarse al guerrero del universo 10. Lo que pasa es que nos han plantado a un enemigo demasiado petado para Goku.

A ver, ni la forma Blue ha podido con Kale y Jiren no se inmuta para acabar con ella. Al menos temporalmente. Es la enésima sacada de chorra de la serie en la que las escalas de poder se desvirtúan como quieran. Todo apunta a que Goku necesitará sacar ya no el Blue con el Kaioken, sino la nueva transformación que vimos hace poco.

Pero todavía es pronto para ello. Aún tienen que pelear muchos guerreros del universo 10. Y parece que los próximos son los androides A17 y A18. A ver cuándo le toca a Gohan, porque se está haciendo de rogar ahí atrincherado con los demás.

Y mientras tanto, Hit se está dedicando a ahorrar energía y a escapar de problemas. Qué listo. Pero qué listo. ¿Contra quién luchará?