La generalización del uso de internet en el sector de las consolas ha traído consigo un cambio en nuestra forma de entender esta afición. Los videojuegos ya no son, como antaño, elementos monolíticos e inamovibles sino vivos y actualizables. También es difícil encontrar títulos que carezcan de esa vertiente “social” que suponen los modos online. Como jugador “chapado a la antigua”, reconozco que la mayoría de estas novedades no han sido muy de mi agrado. Sin embargo, hay un campo en que creo que la irrupción de internet sí que ha resultado toda una revolución. Me refiero a la aparición de los juegos descargables.
Aunque ha habido de todo, estos juegos han aportado nuevas y originales ideas que han supuesto todo un soplo de aire fresco para el mundillo. En otros casos, este tipo de juegos han sabido llenar el vacío de muchos aficionados que demandábamos el regreso de fórmulas jugables más clásicas. Asimismo, esta forma de distribución ha permitido que gente con talento, pero sin demasiados recursos, pueda hacer llegar sus creaciones al gran público.
Por todo ello, y como reconocimiento a su importancia, he decidido dedicar a este tipo de títulos una serie de reportajes en que repasaremos los que más nos han hecho disfrutar a lo largo de la recién finalizada generación.
Antes de comenzar, aclarar que sólo vamos a recoger juegos que hayan sido editados en Xbox Live, PS Network o WiiWare ya que si metiéramos también los juegos lanzados exclusivamente en PC no terminaríamos nunca. Tampoco vamos a tener en cuenta la multitud de revisiones HD que inundan estas plataformas digitales. Sólo nos centraremos en juegos originales.
Por último, comentar que no vamos a seguir ningún criterio de ordenación de los juegos para no destacar a ninguno por encima de otro. Ni por nota, ni por género o cronología; ni siquiera por orden alfabético. Venga, vale, me dejo ya de rollos y nos ponemos de una vez con los juegos:
¿Hay alguien que no conozca Cave Story? El juego, desarrollado en solitario por Daisuke Amaya -“Pixel” para los amigos- y lanzado de forma gratuita para PC en 2004, obtuvo tal éxito que pronto fue portado a múltiples plataformas, incluyendo una versión para WiiWare y DSiWare que apareció en 2010 de la mano de Nicalis. Aunque es cierto que lo retro está de moda, pocos juegos como Cave Story han sabido fusionar de forma tan perfecta la esencia plataformera y de acción/aventura de los grandes clásicos vintage como Super Mario Bros, Metroid o Castlevania. Gráficos pixelados en baja resolución, pegadizas melodías chiptune que se instalarán irremediablemente en tu cerebro y jugabilidad a la antigua usanza son las armas que han hecho de Cave Story uno de los juegos independientes más importantes de la última década.
A pesar de la longevidad de la recién finalizada generación, pueden contarse con los dedos de las manos los juegos que han sido capaces de trascender su propio concepto para convertirse en verdaderas experiencias interactivas y, sin duda, Limbo está entre ellos. A medio camino entre el videojuego y el arte expresionista, esta pequeña obra maestra es uno de los mejores ejemplo de que, a veces, “menos es más”. El minimalismo y la sencillez son las señas de identidad de Limbo: no hay argumento, no hay interfaz, no hay música, ni diálogos… Tampoco hay una mecánica de juego profunda (no deja de ser un juego de puzzles y plataformas en 2D). Por no haber, no hay ni colores ya que todo transcurre en un entorno en blanco y negro. Y, sin embargo, las sensaciones que se consiguen transmitir con este concepto tan peculiar y personal son maravillosas. Ningún amante de los videojuegos debería privarse de vivir esta propuesta única.
En verano de 2011, los californianos de Supergiant Games sorprendieron a todos con su primer título, que recibió numerosos galardones y se convirtió en uno de los descargables del año. Bastion es un Action RPG de vista isométrica y jugabilidad bastante tradicional que basa su encanto en una estética muy preciosista y colorida y, sobre todo, en su peculiar estilo narrativo en el que una voz en off va contando detalladamente todas las acciones que ‘The Kid’ –así se conoce al protagonista- realiza en pantalla. No podemos olvidar tampoco su magnífica banda sonora, de corte muy ecléctico y con gran protagonismo en las composiciones de la guitarra española. Ningún amante de los ARPG clásicos debería perderse esta maravilla, que no sólo cuenta con un apartado visual y sonoro encantador sino que también es larga y rejugable.
Después de varios años desaparecido, Eric Chahi (Another World, Heart of Darkness) regresó a la industria del videojuego en 2011 con esta propuesta diferente; a medio camino entre el ‘God Game’ en plan Populous, Lemmings y los juegos de puzles. A grandes rasgos, en From Dust asumimos el control de ‘El Hálito’ una entidad sobrenatural que debe ayudar a una tribu a colonizar diversos escenarios y guiarlos adecuadamente hacia nuevas zonas. Para ello contamos con el poder de utilizar los elementos naturales (agua, tierra o lava) para modificar la geografía y crear caminos por los que puedan pasar nuestros protegidos. Además de por su originalidad, From Dust destaca por su cuidado apartado gráfico (teniendo en cuenta que se trata de un descargable) y, especialmente, por sus físicas y por la representación visual de la mecánica de fluidos.
Aunque muchos lo han intentado, probablemente Castle Crashers sea el juego que mejor ha sabido recuperar en esta generación la esencia de los grandes Beat’em Ups de los 90. La obra de The Behemoth presenta los elementos clásicos de todo buen “yo contra el barrio”: chicas a las que rescatar, multitud de enemigos a los que zurrar, enormes jefes de fin de fase, montones de golpes y armas para utilizar… y, sobre todo, diversión en estado puro que se multiplica exponencialmente si jugamos acompañados de unos colegas ya que el juego permite hasta cuatro jugadores simultáneos. A esta base arcade se le añaden también pequeños toques RPG como son la posibilidad de evolucionar al personaje potenciando algunos de sus atributos. Y todo ello con un estilo “cartooniano”, desenfadado y cargado de sentido del humor que nos hará sonreír en más de una ocasión. En una palabra: indispensable.
Aunque la temática del holocausto zombie empieza a estar bastante trillada, los españoles de Tequila Works (que actualmente están trabajando en RIME para PS4) tratan el asunto desde un enfoque distinto al plantear el juego no como un Shooter, sino como una aventura en 2,5D en la que priman las plataformas y los pequeños puzzles por encima de la acción. Podríamos considerar a Deadlight como una especie de curioso híbrido entre el primer Prince of Persia y el Survival Horror más puro que alcanza personalidad propia gracias a un original uso de la iluminación, a unos cuidadísimos entornos (que nos trasladan a una postapocalíptica ciudad de Seattle en 1986) y al recurso de escenas estilo cómic para desarrollar el argumento. A pesar de su corta duración, Deadlight reúne méritos suficientes para recomendarlo como uno de los descargables más interesantes del 2012.
Al igual que Cave Story, Spelunky apareció originalmente en PC para ser posteriormente portado, con mejoras gráficas y jubables, a Xbox 360, PlayStation 3 y PS Vita (a estas dos últimas en este mismo 2013). En Spelunky encontramos un magnífico plataformas 2D de estilo clásico tan divertido como desesperante, ya que su dificultad es la propia de una época en que los conceptos de videojuego y desafío estaban estrechamente unidos. A lo largo de 4 mundos (más uno secreto) controlamos a nuestro explorador con el único fin de recoger todo el dinero posible y llegar a la salida hacia el siguiente nivel evitando caer víctima de la multitud de enemigos y trampas que los pueblan. Para conseguirlo, contaremos con la ayuda de montones de objetos y armas que podremos conseguir de forma más o menos ortodoxa. En Spelunky, además, los niveles se generan aleatoriamente de manera que cada partida es distinta. Esto unido a la inclusión de un modo cooperativo y de un frenético (y muy viciante) modo competitivo otorgan Spelunky grandes dosis de rejugabilidad y largas horas de diversión; aunque pueda llegar a ser tan frustrante que ten entren ganas de tirar el mando por la ventana.
Este ‘Twin Stick Shooter’ que empezó siendo un minijuego dentro de Project Gothan Racing 2 -de la extinta Bizarre Creations– fue “evolucinando” a lo largo de varias entregas para consagrarse definitivamente con este Retro Evolved 2 como uno de los fenómenos más exitosos de Xbox Live Arcade. ¿Cuál es el secreto? Muy fácil: gráficos minimalistas y coloridos, ritmo frenético, varios modos de juego a cual más original, música electrónica que encaja perfectamente con el estilo de juego y, sobre todo, adicción y diversión a raudales. La combinación de todos estos elementos en bucle infinito convierten a Geometry Wars: Retro Evolded 2, a pesar de su sencillez, en una de las experiencias más intensas y alucinógenas alucinantes de esta generación.