Crítica del manga de One Piece 933

Las cosas en Wano están siendo bastante crudas. Y si ya hablamos de ello antes, en este capítulo del manga de One Piece 933 se confirma aún más.

Estamos acostumbrados a que el manga de Echiiro Oda sea un mundo  de penitas. Pero de penitas flowr power, por así decirlo. Al final casi todo sale bien y pocas veces hemos tenido que sufrir una pérdida importante (con la excepción del Merry y de Ace, por supuesto). Pero este capítulo del manga de One Piece 933 nos ha dejado una escena un poco más oscura.

Sin embargo, esta pequeña revuelta que se ha liado en el palacio del Shogun nos ha dejado claro que no va a ser fácil enfrentarse a él ni a Kaidou. La seguridad es brutal y por muchas precauciones que tomen los Mugiwara, los ninjas, samuráis y guerreros del emperador del mal están listos para actuar.

Una saga con unos toques más dramáticos

Dejando de lado que One Piece no es un manga dramático, sino uno de acción con mucho humor, sí que es cierto que Oda ha sabido darle emoción e intensidad a momentos clave de la historia.

Pero en esta saga de Wano estamos viendo pequeños detalles que nos muestran la parte más oscura de este mundo. Ya lo comentamos en su momento cuando en una pequeña viñeta vimos a una madre a punto de matar a su bebé para que no sufriese más hambre.

Pues bien, ahora, unos capítulos más tarde, volvemos a ver una escena que nos ha dejado con un mal sabor de boca. Y eso que le ha ocurrido a un personaje que se presentó como malo. Pero aún así, sus últimos actos han sido diferentes.

 

Hablamos, cómo no, de Komurasaki, la cortesana que se niega a postrarse ante nadie, ni ante el shogun, aunque eso le cueste la vida. La pregunta ahora es si está o no muerta de verdad, o solamente herida.

Ya conocemos One Piece, y además hemos visto cómo ahora mismo Nami ha desatado a Zeus en el palacio. Igual consiguen rescatarla y salvarla, quién sabe. Si varios disparos a bocajarro no mataron a Trafalgar Law, ¿por qué un corte si lo debería de hacer con una cortesana que Oda se ha tomado tanto tiempo en presentar?

Además, ese papel que tiene entre manos ya lo conocemos…

La seguridad del Shogun

Parece que eso de infiltrarse en un sitio no es lo que mejor se les dé a los Mugiwara. Si ya vimos la que liaron en Whole Cake Island con Big Mom (y solo iban a por Sanji y por el poneglyph), ahora parece que tampoco les va muy bien en el palacio del Shogun.

Ninguno de los tres infiltrados ha conseguido pasar desapercibido. Nico Robin, pese a llegar a la sala del mandamás, no ha sido capaz de encontrar nada que le sirva. Y eso que esperaba mucho de ella. Pero al final, los ninjas del palacio la han descubierto y por salvar a la pequeña, ha quedado expuesta.

 

Nami tampoco ha tenido mejor suerte. Ya incluso antes de meterse en el berenjenal, otro de los ninjas las encontró escondidas en el techo, así que no. Tampoco son la lecha escondiéndose y moviéndose en las sombras.

Y Brook… bueno. Brook no se estaba escondiendo demasiado, pero también la ha liado parda. Así que tampoco es que sea el mejor con las infiltraciones.

Las conclusiones de esto son claras. Primero, que los Mugiwara deben de dedicarse a meter leches y a hacer amigos. La segunda es que la seguridad de Wano es muy similar a la de Whole Cake Island. Hay enemigos por todas partes, gente con frutas del demonio, guerreros poderosos en cada esquina y varios piratas de la peor generación de por medio. Y lo que es peor, un Yonkou borracho.

Por suerte para los nuestros, ahora parece que Big Mom está de su parte (hasta que recupere la memoria), y los piratas del Corazón y Kid seguramente acabarán haciendo buenas migas junto a los Minsk. Se acerca otra guerra grande. Y esta va a ser mucho más dura que la primera.

Los enemigos de Wano

Oda está acostumbrado a ponernos personajes de todo tipo como enemigos. Pocas veces hemos visto a un enemigo repetido, aunque sea en personalidad. Hemos visto a verdaderos genios del mal como Crocodile o DoFlamingo. También hemos experimentado la estupidez suprema de algunos otros como Wapol o Spandam. Y cómo no, nos hemos cruzado con enemigos a los que hemos querido adoptar como Katakuri, Bon Kure (al principio) o Kaku, del CP9.

Hay muchos tipos de enemigos y muchos eran una mezcla de cosas buenas y malas. Le llegamos a coger algo de cariño a Rob Rucci y odiamos con toda nuestra alma a Moria. Incluso llegamos a simpatizar con la banda de Big Mom en algún momento. Pero ahora lo que nos está poniendo delante es algo muy complejo.

Hemos visto a enemigos estándar en esta saga de Wano. Aparece, dicen sus cuatro chorradas y se van o reciben la paliza. Sin embargo, los personajes clave son realmente complejos en Wano.

Si cogemos al shogun, por ejemplo, vemos a un hombre que teme la profecía y que se regocija con su poder. No tiene piedad ni con los niños y es egocéntrico. Pero por otro lado tenemos a Kyoshiro, un letal guerrero pero con un código de honor (ideal para enfrentarse a Zoro, ya que estamos). Y aún no nos queda claro si Komurasaki era buena o mala, pero hemos visto sus dos caras.

Y por supuesto, no nos podemos olvidar de Kaidou. El yonkou tiene problemas de alcoholismo, como Big Mom con la comida, y es un verdadero pasota. Sin embargo, sus anteriores apariciones han despertado cierta simpatía por él. Y es que no hay otro yonkou como este tío.

He dejado de lado a los piratas de la peor generación porque de eso hablaremos más adelante, cuando los veamos un poco más. Pero si unimos todos estos personajes, podemos ver cómo Oda plantea muy bien cómo va su historia y cómo quiere impactar con algunas situaciones.

No so personajes vacíos. Todos tienen una razón de ser.