Overwatch logró hacerse con el galardón de Juego del Año en los TGA, lo cual no ha pasado nada desapercibido entre el público. ¿Le queda grande este premio?
El año 2016 ha sido un año intenso para el mundo de los videojuegos. Hemos tenido grandes títulos (Uncharted 4, Inside, Titanfall 2 o DOOM…) que se han peleado entre ellos por llevarse el galardón de Juego del Año. Pero ha sido una nueva IP de Blizzard, Overwatch, la más rápida en la carrera.
He discutido mucho con amigos sobre si Overwatch se merece realmente el galardón de Juego del Año y, sorprendentemente, mucha gente no comparte dicho reconocimiento. En este artículo expondré, personalmente, el porqué sí se lo merece.
1. Es una nueva IP
Quizá suene ridículo, pero los postulantes a Juego del Año eran todos continuaciones de juegos previos (como ya he dicho, Uncharted 4, Titanfall 2 o Doom) excepto Inside y Overwatch. ¿Por qué no premiar a una nueva IP con el galardón?.
Ojo, no quiero que se confundan términos: el ser algo totalmente nuevo no implica ya que haya que regalarle el oro y el moro. Pero sí que, desde mi punto de vista, hay que premiar la frescura y el atrevimiento en esta industria. Por este punto, se lo merece.
2. Overwatch es algo nuevo y fresco
Estamos ya saturadísimos de ver shooters del mismo corte: o bélico o futurista. Los cánones de hoy en día son esos, y prueba de ello son Call of Duty: Infinite Warfare, Titanfall 2 o Battlefield 1.
Pero Overwatch es diferente. Se olvida de esos ambientes (no me digáis nada de la Guerra de los Ómnicos, que os veo) para crear una atmósfera única, con una ambientación especial y unas localizaciones de lo más originales.
3. Derrocha carisma allá donde pasa
El tema de las clases en los videojuegos es una constante, sí, y Overwatch no ha inventado nada en este sentido. Pero sí que lo hacen los personajes, que son carismáticos como ellos solos.
En el juego hay 21 personajes, todos diferentes y, algunos de ellos, relacionados entre sí. Cada uno tiene sus motivaciones personales y su personalidad única. Y no solo eso, sino que todos cuentan con armas específicas, habilidades, habilidades definitivas etc. Hasta los modos son originales (Trifulcas, Acompañar la Carga, Modo Arcade…). Que tiene carisma no es algo discutible.
4. Y hablando de carisma, ¿qué hay de este apartado artístico?
Si he comentado el apartado puramente in-game de la originalidad de Overwatch, también lo es su apartado artístico. Me explico.
Los gráficos huyen del hiperrealismo común en estos días para buscar algo más colorido y diferente sin ser cell-shading. Los personajes tienen sus propios trajes, poses de victorias, frases etc. Los mapas son originales y situados en diferentes puntos del globo (desde Grecia hasta Sudáfrica, pasando por el Polo Norte). Las voces únicas, los movimientos, la manera de moverse… Todo influye, desde luego.
5. ¿Cooperación? ¿Eso se come?
Mucha gente juega a shooters por el mata mata, lo cual me parece perfecto y totalmente respetable. Pero hay otro gran sector del público que busca jugar en equipo, cosa complicada viendo el panorama de los FPS actuales.
Overwatch vuelve a ser diferente a lo demás. Las clases están claramente diferenciadas para equilibrar los bandos y hacerlos más proclives a la cooperación. Los objetivos suelen implicar mucha ayuda (transportar la carga, defender un punto etc.), por lo que ser anárquico y elegir el héroe que nos guste solo por ese motivo puede ser un error garrafal. ¿Un shooter que fomente la ayuda entre jugadores y que tiene una comunidad limpia? ¡Póngame dos!.
6. Blizzard y su mano izquierda con el usuario
Parece una tontería pero que Blizzard esté detrás es sinónimo de algo. Y ese algo es una atención y cuidado especial a su comunidad. Ya vimos en la BlizzCon como siguen lanzando contenido para Heroes of the Storm o Diablo, dos juegos que ya tienen sus añitos. ¿Acaso con Overwatch iban a hacer caso omiso?
Pues obviamente no, más aún teniendo en cuenta que es su último juego. Desde su salida ya ha contado con dos eventos especiales (Inverlandia y Los Juegos de Verano), además de haber incluido dos personajes (Ana y Sombra). Por si fuese poco, han estado muy atentos al equilibrio de personajes, y han establecido balances cuando ha sido necesario. ¿Y sabéis qué? Que todo ello ha sido gratuito.
7. Microtransacciones
Los micropagos son inevitables y me pueden parecer mejor o peor, pero lo que detesto es que rompan el balance del juego: es decir, que adquirir packs o no determine que seas mejor jugador o no. Eso es algo que sucede con Hearthstone, otro juego de Blizzard. Pero por suerte, Overwatch no sigue ese camino.
Como no hay sistema de progresión ni leveo de personajes, todos los jugadores van con las mismas posibilidades. Las microtransacciones afectan a cómo de guapos vayan. Efectivamente, pagar sólo nos dará trajes, graffitis y poses de victoria: nada que nos haga mejores en el campo de batalla. Y eso me parece de 10. Que todos vayan con las mismas posibilidades sin necesidad de gastarse los euros en ser mejor.
8. Overwatch es fácil pero difícil
Al hilo de lo que decía antes, el nuevo juego de Blizzard no te hace mejor si pagas, sino que te dará más skins y elementos de personalización. Pero no es un juego difícil: al revés, es fácil. Pero a la vez difícil. ¿Te aclaras o qué?
Overwatch es fácil de jugar pero muy difícil de dominar. Al tener personajes diferentes con habilidades únicas, podemos especializarnos en un avatar en lugar de otro. Jugando podremos mejorar con él y ser buenos, pero lo complicado es dominar luego en la partida. Una especia de MOBA… pero que no lo es, vamos.
Es muy fácil decir: se me da bien Tracer, se me da bien Roadhog. Pero luego hay que demostrarlo en el campo de batalla en un 6vs6 con nuestros compañeros y ganar. Cooperar es fundamental, no solo dominar bien a un personaje. De ahí que sea fácil pero difícil a la vez: Overwatch es un juego para todos los públicos.
9. Lore diferente
Yo fui uno de los que criticó a Overwatch por la ausencia de modo campaña. Pensándolo bien, podría haberse metido perfectamente, ya que encajaría para explicar todo lo que hay detrás del juego. Pero pensándolo aún mejor… ¿de verdad hace falta?
Pues creo que no, y me explico. Blizzard ha decidido explicar la historia de los Ómnicos y las desigualdades de su universo con una serie de cortos animados de lo más molones y que, sobre todo, son originales (lo que hablábamos antes). Quizá los vídeos no sean lo más novedoso del mundo (rivalidades familiares, venganza) pero eso no quita que explicar el lore de esta manera sí lo sea.
10. Lo más importante: transmite justo lo que quiere
Muchos juegos transmiten lo que quieren pero se pueden perder entre medias con historias vacías o que carecen de sentido (como puede ser Uncharted 4). Pero Overwatch sabe a lo que va: a divertir.
Este juego tiene solo modo online porque ignora cualquier pretensión vacía. Cuenta con muchos modos de juego para variar y no aburrir al personal. Pero sobre todo, es divertido en su totalidad: en el uso de personajes, en el dominio de estos, en las partidas como tal…
Por estas razones Overwatch es, para mí, el juego del año. Entiendo que haya personas que digan que lo es Uncharted 4 por su espectacularidad, o incluso DOOM, por ser una vieja gloria renacida de sus cenizas. Pero hay que premiar lo nuevo y lo original. Justo lo que es Overwatch.