Paddy Considine habla sobre la escena más difícil de grabar de La Casa del Dragón

El primer episodio de La Casa del Dragón nos dejó una de las escenas más difíciles de grabar, y ahora su protagonista habla de ello.

La Casa del Dragón ha sido el estreno más visto de la historia de HBO, y la verdad que no es para menos. El primer episodio de la precuela de Juego de Tronos nos dejó un capítulo realmente potente dónde ponían todas las cartas sobre la mesa para prepararnos de cara a una primera temporada que promete mucho. Eso sí, el capítulo contó con una de las escenas más difíciles de grabar y ahora su protagonista habla de ello.

Por supuesto, debemos avisar de que en los siguientes párrafos habrá spoilers sobre este primer capítulo, así que si no lo has visto es mejor que dejes de leer y te pongas a verlo, porque merece mucho la pena. La información llega directamente desde Insider, dónde Paddy Considine asegura que la escena originalmente era más dura.

Por ponernos un poco en contexto, durante el capítulo asistimos al parto de Aemma Arryn, que busca darle un heredero varón a Viserys Targaryen. El parto se complica porque la criatura viene de nalgas y, en aquella época, no tenían muchos medios para asegurar la vida de madre y bebé a la hora de realizar una cesárea. Así pues, Viserys debe elegir entre la vida de su esposa y la vida de su posible heredero.

Viserys elige la vida del bebé, esperanzado de que por fin se trate del varón que tanto tiempo lleva buscando. Así pues, los maestres se disponen a realizar una cesárea que terminaría con la vida de Aemma Arryn.

«Fueron días difíciles filmando. Fue difícil filmar. Todo es fingir, pero fue difícil». Asegura el actor. «Fue mucho más brutal y mucho más emotivo de lo que termina siendo en el episodio final. Tal vez fue demasiado porque Viserys está completamente devastado, y tal vez eso fue demasiado para mostrar desde el principio. Creo que realmente lo cortaron muy bien».

Desde luego, la escena tuvo que ser muy difícil de rodar como asegura el actor, a lo que añade que hubo lágrimas y que el trabajo de Sian Brooke fue muy físico.

Veremos si los siguientes episodios de La Casa del Dragón nos depara escenas igual de duras, pero lo que parece claro es que la serie no escatima en crudeza cuando esta es necesaria.