Crítica de Shokugeki no Soma 3×11

Ni en los sueños más locos nos habríamos imaginado el desenlace de Shokugeki no Soma 3×11. La saga toma un camino que nos ha pillado por sorpresa.

Cuando todo parecía más o menos encaminado hacia una batalla en condiciones contra Central, Shokugeki no Soma 3×11 nos ha dejado con el culo torcido. Un cambio radical en el planteamiento de la saga ha hecho que todo esto se vuelva completamente loco. Si. Más de lo que ya  lo era.

Y es que todo parecía que iba a ir en un camino que nos esperábamos bastante. Al menos por las imágenes del opening. Un par de enfrentamientos más contra Central y luego al plato fuerte. Pero… antes de eso un problema inesperado.

Eishi, un personaje muy complejo

El personaje de Eishi es un poco extraño. Despierta simpatía y repulsión a la vez. Esta complejidad hace que el primer asiento de los Consejeros sea algo más un mero enemigo al que batir. Es alguien al que entender y al que estudiar.

Verlo trabajar junto a Soma ha hecho que veamos de lo que pueden llegar a ser capaces los dos si trabajan juntos. Ese momento ha sido incluso algo que seguramente os habrá gustado bastante. Soma y Eishi codo con codo y sacando adelante varios platos espectaculares no es moco de pavo. Y además, parecía que su inseguiridad desaparecía. Sin embargo, todo esto se nos ha ido al traste cuando ha contado sus intenciones. Bueno, y las de Central.

Ha sido una pequeña montaña rusa de sensaciones y empatías que es lo que más consigue este anime en esta última temporada. Eishi es el que ahora toma este papel, pero Erina lo hizo antes y Rindo también sigue en la misma línea.

Y esto nos lleva a la pregunta del millon. ¿Por qué son así? ¿Por qué compartel el sueño de Central? ¿Y por qué quieren que el mundo culinario sea así?

Espero que profundicen en ellos para darnos una explicación y que no sea simplemente porque «cocinamos bien».

A tomar por saco las formas: una batalla inesperada

Sin embargo, más allá de estas sensaciones acerca de Eishi y su personalidad, lo que nos ha matado en el episodio de esta semana ha sido la declaración final. Si bien todo el capítulo avanza con un ritmo en el que vemos cambios en el ambiente de la escuela y en los personajes, no es hasta el final cuando vemos cómo todo lo que han conseguido ahora puede irse al traste.

Hablo de la batalla entre Eishi y Soma que ha dado comienzo y en la que se juegan, nada más y nada menos, el primer asiento de los Consejeros y la libertad de Soma en la cocina.

Aquí se nos abren dos escenarios posibles, y cualquiera de los dos tiene las mismas posibilidad. Por un lado es evidente que la habilidad culinaria de Eishi es brutal. Lo que no sabemos es hasta qué punto es superior a la de Soma. Por los anteriores enfrentamientos, da la sensación de que Eishi está a otro nivel, y esto nos mete el miedo en el cuerpo. Si es así y Soma pierde pasará a «ayudar» a Central. Es decir, se volverá un enemigo y eso hará que sean los demás los que tengan que pelear por él.

Pero si bien esta era la solución más plausible… la determinación de Soma al final del episodio y la rabia con la que se enfrenta a Eishi no lo deja del todo claro. Pelear por ganar al consejero es una cosa. Pero cocinar para derrotar la loca idea de desprecio de Central es otra.

Si esto es así y Soma consigue ganar a Eishi, tomará el primer asiento de los consejeros. Pero aunque esto signifique tener un pie en la solución de restituir al anterior director, seguirá estando en minoría. Al menos por ahora.

¿Será esta la forma de sacar a Azami de escena? ¿Habrá más batallas por los puestos de los consejeros para revertir la situación?

Erina y Alice

Como os he dicho al principio, Eishi no es el único que nos está dejando muestras de una montaña rusa de sensaciones. Erina sigue evolucionando hacia alguien más fuerte. Y esta vez lo ha hecho gracias a Alice.

Fijaos que son dos personajes que teníamos en una posición muy clara. Pero de pronto en esta saga, las han cambiado totalmente de sitio.

Erina parecía la típica orgullosa que está enamorada de la cocina de Soma (y algo más) y que poco a poco lo irá aceptando. Alice, por su parte, parecía una engreida, descuidada y alocada pija de campeonato.

Pero la realidad ha sido completamente distinta. Erina tiene un problema de autoestima brutal causado por su padre. Y Alice ha sufrido la solidad por culpa de ese mismo hombre. Ambas, sin embargo, lo han enfrentado de forma distinta. Y parece que por fin la lengua divina ha decidido hacer algo al respecto.

Sin embargo esto me sigue dando mala espina. Con la de giros argumentales que estamos viendo en esa saga, no me extrañaría que, como dije antes, Erina haga alguna locura. No por ella, sino por la provocación de Azami contra sus amigos y familiares.

Esto no ha acabado, culpables. Aunque Azami haya perdido un par de batallas, aún sigue ganando por goleada.