La última hazaña relacionada con el juego de From Software es un speedrun de Elden Ring que no llega ni a 37 minutos. Increíble.
Imperial. Titánico. Mastodóntico. Tendría cientos de miles de adjetivos para describir el último speedrun de Elden Ring. Hace no mucho mi compañero Viñambres subió uno de algo más de dos horas donde el jugador no moría. Yo veo y subo su apuesta: aquí hay un tipo que se lo pasa en algo más de media hora, concretamente, en 36:20 minutos. Una absoluta demencia teniendo el cuenta el juego que nos atañe.
Yo he jugado muy poco a Elden Ring pero me parece una locura lo capaz que es la comunidad de conseguir estos desafíos. Hay que tener un dominio y control sobre el mapa y sobre el juego que asusta. En el mismo vídeo se ve con claridad: el jugador Distortion2 sabe en todo momento a dónde ir, cómo dirigirse, cuál es la mejor ruta etc. Este, al contrario que el anterior que os he citado, sí muere, pero vamos, un detalle nimio si se tiene en cuenta la hazaña.
Como es de esperar en este tipo de desafíos, los jugadores van a lo que van. Es que ni se paran a matar esbirrillos de mala muerte. Solo se enfrentan a los jefes cuando es imperativo; el resto de bosses se quedan ahí, vagando por las Tierras Intermedias. También es que se ve un absoluto control y dominio sobre estos mismos enemigos; sabe sus patrones de ataque y de movimiento y cuándo aprovechar el momento adecuado para atacar. De dementes, de verdad.
El speedrun de Elden Ring es bueno, pero mejores son aún las ventas que ha cosechado el videojuego en sus primeras semanas de vida. Es un juego espectacular, pese a que su director no lo haya pasado bien en determinados momentos del desarrollo.