Análisis de Agony para PC: esto es un maldito infierno

El infierno y el horror es un concepto que suelen ir bien de la mano. A no ser que seas este juego, en cuyo caso el verdadero terror reside en intentar llegar hasta el final. Sabed la razón de esto en este análisis de Agony para PC.

Bueno, bueno, bueno. Ten cuidado Ride to Hell Retribution, que parece que tienes competencia como uno de los peores juegos de esta añada. Y lo voy a decir nada más empezar así de directo: Madmind Studio se ha reído en la cara de todo el mundo con este juego. ¿Por qué? Descended conmigo en un título que hace honor a su nombre y leed este análisis de Agony para PC.

Las mentiras hacen llorar al niño Jesús

Voy a empezar hablando de una cosa que me ha dejado calentito: el Kickstarter. Adoro esta plataforma al igual que muchas otras webs de crowdfunding, y soy consciente de los riesgos. Pero hacía ya tiempo que no había visto una cara tan dura en la industria. Habiendo sobrepasado su meta inicial bastante bien, la gente de Madmind se puso manos a la obra. Recordemos eso sí el tráiler de presentación que ofrecieron del juego:

Imágenes de 2016, por si alguno se pregunta la fecha. Y esto que váis a ver a continuación es el juego estrenado en 2018:

Eso que parece haber sido defecado por una gaviota que ha comido previamente plastilina se supones que es una mano. Y esperad, que luego tenéis cómo se ve el juego el 90% de su completa duración:

Eso último que se aprecia ladeado ligeramente es una puerta haciendo clipping contra la pared porque no cabe. No, no estoy de broma, lo digo completamente en serio.  Y por cierto, el juego me lo pasé en Ultra, para más dolor visual.

¿Por qué hemos sido engañados? Porque Madmind Studio se ha marcado un Aliens Colonial Marines de campeonato. Además de llegar a una meta para luego no cumplirla (ya tocaré ese tema en breves), la cantidad de bugs, fallos de sonido, glitches y problemas en general es descomunal. ¿Qué se supone que esto, Mighty No. 9 otra vez?

Haciendo honor al nombre

He sufrido mucho con Agony, y no en el buen sentido. Puede que quieran vender la moto los de Madmind diciendo que este juego es un survival horror de los de antes, pero nada más lejos de la realidad. No hay absolutamente nada ni de supervivencia ni de horror en este juego más allá de estar a oscuras. Los diseños de los enemigos (al igual que su nefasta IA como podéis ver aquí) son más monótonos y aburridos que la representación del Infierno.

El «horror» reside probablemente en la ambientación y en el que no seas capaz de ver tres en un burro. Pero ojo, porque las zonas sin luz son oscuras no para sumergirte en la atmósfera, sino para ocultar los gráficos de juego de Xbox 360.

Pero bueno, no todo lo importante de un juegovideo reside en la parte de «video», también está la jugabilidad. Y resulta que este apartado también merece su propio círculo del infierno.

En principio hay dos formas de movimiento por el escenario: en forma de espíritu y poseyendo algo. Los Mártires (la posesión básica) son los que se necesitan para hacer todo lo importante en el juego. Y por importante me refiero a pulsar el botón de acción para pintar signos, coger objetos y ver cuadros. Ah, y ver en algo que no sea blanco y negro, lo cual se agradece.

A medida que avance la… ¿trama? seremos capaces de poseer diferentes demonios. Demonios los cuales se diferencian en uno que ataca, otro que ataca pero menos y espíritu que lanza fuego.

Mención de honor eso sí a que poseer demonios es completamente nefasto ya que perdemos vida constantemente. Y no queréis estar en modo espíritu. Lo pondré de forma breve: bugs. Como alma espectral tenemos libertad (dentro del límite de tiempo marcado) para movernos por el nivel. Eso sí, si pasamos cerca de los pulpos voladores, nos matarán automáticamente. ¿Y qué pasa cuando mueres en Agony? Pues a eso mismo voy ahora.

Este muerto está muy muerto

Agony sufre de algo grave que le baja incluso más interés a la hora de jugarlo: puntos de control dignos de tortura de la CIA. Si hay algo que puede matar a un juego, es que tenga unos puntos de control nefastos.

Veréis en partida personalizada que hay opción a ponerlos limitados. NI SE OS OCURRA. En serio, lo digo por vuestro bien: el juego sufre de tanto soft-crash y de tanta muerte injusta que hará vuestra experiencia un verdadero dolor. Si añadimos además la opción de Líneas de Destino limitadas no querréis nunca terminar el juego, por no decir que os será una pesadilla intentarlo.

¿En qué cabeza cabe que un punto de control te haga repetir casi medio nivel entero de nuevo pero manteniendo los puzzles hechos? Y no me hagáis empezar por los puzzles, se resumen todos en pintar formas.

En una ocasión literalmente ofrece algo que te hace pensar fuera de la caja, pese a que juegos como Hellblade lo hagan muchísimo mejor.  Y luego tenemos la última guinda de este pastel infecto: la fase final. Aparte de que no hay jefes de ningún tipo, el «jefe final» consiste en caminar 2 minutos y ver cinemáticas diseñadas por un estudiante de diseño. Estudiante el cual no ha aprendido a manejar siquiera Unity. ¿Tengo que recordar que este juego está en Unreal Engine 4 y parece hecho con el motor gráfico del GTA San Andreas?

Tormento sin salvación

Agony es un terrible ejemplo tanto para los jóvenes indies como para los que aportan dinero en campañas de crowdfunding. No solo han mentido con las imágenes mostradas hace dos años, no: han sacado un juego por 30 euros que parece salido de un prototipo de Itch.io creado sin ganas.

He tragado bugs, glitches, fallos de control, una jugabilidad que hubiera sido mediocre hasta para un juego de PS, fallos de sonido, iluminación atroz, y muchos más problemas. ¿Variedad de zonas? Este juego cansaría hasta a un amante de la espeleología de tanta cueva. Y un consejito Madmind: «horror» no equivale a ponerle muchos brazos a todo bicho viviente. Cuando te dedicas a tirarle antorchas a un bicho que aplaude cuando se las arrojas, lo único que provocas es risa.

¿Sabéis cuándo un juego empieza a oler raro? Cuando puedes activar uno de los siete finales cuando llevas únicamente 4 horas en el juego el cual se activa quedándote quieto. Y sí, estuve a punto de hacerlo para acabar con mi sufrimiento, pero decidí continuar.

Tal vez por masoquismo, tal vez por ser mi deber, nunca lo llegaré a saber. Y tras ver lo que ofrece esta bazofia insultante desarrollada por gente que ha trabajado en juegos como The Witcher 3 o The Division, Agony no merece la atención de nadie. Ni todos los parches del mundo pueden salvar el alma de esta aberración. ¿Queréis algo interesante y terrorífico de verdad? Descargad la demo de Beware, un título que ofrece horror en el asiento de un coche. Es gratis, está hecho por una sola persona (y además en Unity) y es mejor que este chiste de 12 GB llamado Agony.